7 de January de 2019 por Tanya Racoobian
Una rara condición cerebral trae a un hombre de Antigua a Baptist Health para su tratamiento
Pocas personas saben lo que es una malformación arteriovenosa (AVM, por sus siglas en inglés). Robert Hall ciertamente no lo sabía, hasta que sufrió una convulsión cerebral el 23 de agosto y se despertó para encontrarse en el hospital, rodeado de su familia.
Las malformaciones arteriovenosas son una maraña de vasos sanguíneos anormales que conectan arterias y venas en el cerebro. Según el Dr. Italo Linfante, M.D., Director Médico de Neuroradiología Intervencionista y Neurocirugía Endovascular en el Miami Neuroscience Institute y en el Miami Cardiac & Vascular Institute – ambos institutos parte de Baptist Health South Florida – las malformaciones arteriovenosas cerebrales son raras, afectando a entre 10 y 18 adultos de cada 100,000.
(Ver ahora: El equipo de The Baptist Health News habla con Robert Hall, el paciente con malformación arteriovenosa, y con su neurocirujano, el Dr. Italo Linfante, M.D., en el Miami Cancer Institute. Video de Dylan Kyle.)
“El peligro con una malformación arteriovenosa, sin embargo, es que puede hacer ruptura sin previo aviso y causar una hemorragia cerebral, o sangrado en el cerebro, lo cual puede ser fatal instantáneamente”, dice el Dr. Linfante.
Es la misma condición que sufrió el ex linebacker de los Oakland Neiron Ball, de 27 años, que murió a principios de septiembre después de haber estado en coma desde que sufrió una hemorragia cerebral relacionada con una malformación arteriovenosa en diciembre pasado.
El Sr. Hall, de 38 años, de San Juan, Antigua, fue más afortunado. Una resonancia magnética en el hospital de Antigua reveló una malformación arteriovenosa grande de 4 centímetros en el lado izquierdo de su cerebro. Un neurólogo local en la isla lo refirió al Baptist Hospital en Miami, diciéndole que debía buscar tratamiento lo antes posible. El Sr. Hall voló al Baptist Hospital en Miami, donde se consultó con el Dr. Linfante en el Miami Neuroscience Center.
“El Sr. Hall tenía una malformación arteriovenosa de gran tamaño pero, afortunadamente, no sufrió una hemorragia cerebral”, dijo el Dr. Linfante. “Aunque estaba en muy buen estado de salud de otra manera, como suele ocurrir con los pacientes con malformación arteriovenosa, el desarrollo inicial de nuevas convulsiones y de nuevos e inusuales dolores de cabeza indicaba que necesitaba tratamiento inmediato”.
El tratamiento bifásico implicó la embolización de la malformación arteriovenosa del señor Hall el 7 de octubre, seguido al día siguiente por la extirpación quirúrgica de la masa, un procedimiento realizado por el colega del Dr. Linfante, el Dr. Vitaly Siomin, M.D., Director Médico del Programa de Tumores Cerebrales en el Miami Neuroscience Institute. Las cirugías duales necesarias para el tratamiento de una malformación arteriovenosa subrayan la ventaja de la colaboración interdisciplinaria entre médicos-cirujanos en Baptist Health.
“La cirugía de malformación arteriovenosa es el tipo más peligroso de cirugía cerebral que se pueda realizar”, dice el Dr. Linfante. “El Dr. Siomin y yo hemos trabajado en conjunto en numerosos casos aquí, y tenemos plena confianza y fe el uno en el otro”.
Según el Dr. Linfante, las malformaciones arteriovenosas pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero también pueden ocurrir en el cerebro o la médula espinal, donde una hemorragia sería particularmente peligrosa. “La mayoría de los pacientes con malformación arteriovenosa nacen con esta afección, pero no están conscientes de ello hasta que hay un problema, como una convulsión”, dice. “Si usted se entera de que tiene una malformación arteriovenosa, es de vital importancia ser evaluado por un especialista médico, como un neurólogo o neurocirujano, lo más rápido posible. Algunos tipos de malformaciones son literalmente una bomba de tiempo que podría explotar en cualquier momento”.
La cirugía del Sr. Hall fue un éxito y la malformación arteriovenosa fue extirpada de su cerebro de forma completa y segura. El 8 de noviembre, después de haber estado fuera de casa por más de dos meses, fue autorizado para regresar a
Antigua, donde es dueño de AquaSports Antiqua, una concurrida tienda orientada a los lugareños y visitantes por igual en busca de pesca deportiva, snorkeling y equipo de buceo. Su esposa, Amanda, que había estado a su lado casi todos los días en Miami, lo acompañó a casa, donde sus dos hijas, Elodie, de 7 años, y Amélie, de 4, esperaban ansiosamente el regreso de su padre.
“Estará tomando medicamentos anticonvulsivos durante los próximos años, pero estará bien y puede llevar una vida normal”, dice el Dr. Linfante.
El Sr. Hall dice que ha sido un largo proceso, pero se siente bien ahora y está deseando volver a hacer todo lo que solía hacer antes: pescar, navegar, administrar la tienda y disfrutar del tiempo con su familia. Su presión arterial ha disminuido desde que regresó a Antigua – una indicación, dice, de lo mucho más relajado que está ahora que ha regresado a donde pertenece.
“Estoy eternamente agradecido con el Dr. Linfante y el Dr. Siomin y con todo el equipo de Baptist Health”, dice el Sr. Hall. “La atención que recibí allí fue de primera categoría, y si no fuera por ellos, no estaría aquí hablando con ustedes hoy”.
A manera de reflexión sobre su experiencia, el señor Hall dijo en una reciente publicación en Facebook:
“Soy extremadamente afortunado por haber vivido esto y saber que muchos no son tan afortunados. Todavía tengo que atravesar unos meses más de recuperación, pero una cosa que he aprendido es que aunque pueda parecer que el camino por recorrer es muy largo, el tiempo sin duda pasará rápidamente. ¡La vida es corta! Así que no la desperdicies en las cosas que no importan. Vivir una vida feliz es lo que importa. Pasa tu tiempo disfrutando de la vida que tienes, y no dejes para luego las cosas que quieres hacer y que te harán feliz”.
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