8 de April de 2020 por Adrienne Sylver
Un paciente cardiaco dice: Escuchen a sus cuerpos y chequéense
Michael Rosenberg de 65 años, dice que le ha temido a los médicos desde que era niño y que aplazaba sus chequeos médicos regulares por muchos años. Él tuvo mucha suerte de no haber tenido ningún problema de salud – hasta marzo del 2016 cuando comenzó a darse cuenta de que no podía caminar muy lejos sin sentir una sensación de opresión en ambos lados de su espalda superior.
A regañadientes, visitó a su médico de atención primaria, quien lo refirió a Dean Heller, M.D., un cardiólogo con Miami Cardiac & Vascular Institute. “Mi médico de familia descubrió una anormalidad en mi electrocardiograma”, recuerda el Sr. Rosenberg. El Dr. Heller le hiso otro electrocardiograma bajo la sospecha de que el Sr. Rosenberg tenía obstrucciones severas en sus arterias.
“Esto es un buen ejemplo de la importancia de los chequeos regulares y de cómo los electrocardiogramas pueden detectar problemas pasados del corazón”, dijo el Dr. Heller. El electrocardiograma o EKG detecta la actividad eléctrica del corazón. También puede revelar la posibilidad de un “ataque cardiaco silencioso” – como fue el caso del Sr. Rosenberg – el cual produjo síntomas muy leves pero sí causó daños o cicatrices a los músculos del corazón.
Después de que el Dr. Heller le realizara más estudios, el Sr. Rosenberg se enteró que tenía una arteria 100 por ciento obstruida; una segunda arteria 90 por ciento obstruida y la tercera arteria 80 por ciento obstruida. Él debía someterse a una cirugía de baipás triple. Incluso después de tan seria noticia, el Sr. Rosenberg dijo que trató de aplazar la cirugía, sugiriendo que quería una segunda opinión. Pero al fin cedió y se sometió a la operación.
“Nunca había tenido ningún problema de salud hasta que me sucedió esto”, recuerda Rosenberg. No había ido a ver al médico en 20 años. Desde niño le tenía miedo a los médicos. Desafortunadamente, existen muchas personas como yo que no escuchan lo que les dice su cuerpo”.
Sin embargo, la trayectoria del Sr. Rosenberg no fue nada fácil. Alrededor de 12 horas después de su operación, a las 3 a.m., Rosenberg tuvo un “code bue” (código azul) – o un paro cardiaco – mientras aún estaba bajo sedación. Luego de que el personal médico lo resucitara, el Sr. Rosenberg se sometió a otra cirugía para reparar el problema, y eso requirió tres stents.
Al Sr. Rosenberg luego le contaron lo que le había sucedido en la unidad de cuidados intensivos. Un “code blue” como saben muchas personas por ver los dramas médicos en televisión, alerta al personal médico que el paciente ha tenido un paro cardiaco y tiene que ser resucitado.
“Había un enfermero, Jose”, le contaron a Rosenberg. “Él entró de inmediato y comenzó a hacerme reanimación cardiopulmonar (RCP). Mientras tanto estaban llamando a otras personas, inyectándome y haciendo todo lo que podían. Luego trajeron las paletas eléctricas…yo dependía completamente de los demás para que me salvaran la vida”.
Jose Castro fue la primera persona que respondió al ‘code blue’ y comenzó a hacerle RCP al Sr. Rosenberg después de su cirugía del corazón. El Sr. Castro y el Sr. Rosenberg tuvieron una reunión informal recientemente.
Castro dijo que su reunión con el Sr. Rosenberg le sirvió como recordatorio de por qué le gustan las largas jornadas nocturnas en la unidad de cuidados intensivos de Baptist Hospital, donde ha trabajado como enfermero registrado avanzado por los pasados ocho años. “Es muy gratificante porque la mayoría de las veces no vemos a los pacientes que hemos atendido, especialmente cuando se trabaja de noche”, dijo él.
Rosenberg dice que pasa bastante tiempo últimamente diciéndole a la gente que no cometa los mismos errores que cometió él, al ignorar su salud.
“He estado animando a la gente a que vean a sus médicos y que escuchen a sus cuerpos”, dice él.
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