Sorprendentes señales del asma que aparece en la edad adulta

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Publicado

10 de July de 2018


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Esa tos persistente que le mantiene despierto de noche puede ser más que un simple cosquilleo en la garganta. Puede ser asma de la edad adulta.

Muchas personas se quedan incrédulas cuando son diagnosticadas con asma más adelante en la vida, especialmente si nunca habían experimentado síntomas anteriormente. ¿Asma? ¿Esa condición que hace a los niños jadear?

Resulta ser que el asma que aparece en la edad adulta es mucho más común de lo que piensa la gente. “El asma es considerada una enfermedad infantil y por eso muchos adultos se sorprenden cuando son diagnosticados con asma”, dice el neumólogo Javier Pérez-Fernández, M.D., director de atención crítica de Baptist Hospital of Miami.

La cifra de personas con asma crece cada año. Actualmente, más de 26 millones de estadounidenses tienen asma, según los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés). De esos casos, más de 20 millones son entre adultos con el mayor número de casos entre las edades de 35 a 65 años.

El asma es una inflamación crónica de las vías de los pulmones que puede causar tos, opresión en el pecho, falta de aire o sibilancia. Entre los adultos que desarrollan asma más tarde en sus vidas, los síntomas pueden ser más sutiles al principio que en los niños lo cual puede causar que los pacientes ignoren su condición. Sin embargo, es importante tratar los síntomas tan pronto como sea posible para que no se conviertan en algo severo, afirmó el Dr. Pérez-Fernández, quien también sirve como director de neumología para West Kendall Baptist Hospital.

“El asma que no se trata es una enfermedad de muy alto riesgo. Puede ser muy peligrosa”, dijo él. “Sin embargo, cuando se trata, a las personas con asma les va muy bien. No tienen limitaciones de ninguna índole y pueden vivir una vida completamente normal con todo tipo de actividad física, incluyendo la participación en los deportes”.

El asma es particularmente peligrosa a medida que las personas envejecen lo cual es otro motivo importante para buscar diagnóstico y tratamiento. Los ataques severos de asma pueden requerir visitas a la sala de emergencia e inclusive hospitalización, y pueden resultar fatales. Alrededor de 3,600 personas mueren por causa del asma cada año, la mitad de las cuales tienen 65 años o más, según los CDC.

“Los adultos tienen cuatro veces más probabilidades de morir de asma que los niños”, dijo el Dr. Pérez-Fernández. “Es algo que se puede evitar. Con los avances de los pasados 20 años, tenemos los medios para controlar el asma”.

Nadie sabe exactamente lo que causa el asma. Entre los niños, parece haber una fuerte conexión con las alergias y con la genética. Los adultos también desarrollan la condición debido al reflujo, la obesidad, ciertos medicamentos, las enfermedades respiratorias o la influenza, y la exposición a ciertos químicos y factores ambientales.

Algunos adultos pueden desarrollar asma ocupacional, una condición desencadenada por irritantes en el lugar de trabajo. Otro tipo de asma que se ve entre los adultos es el asma sensible a la aspirina. Los adultos que tienen sobrepeso o que son obesos tienen un mayor riesgo, posiblemente debido a la inflamación de bajo grado que ocurre con el exceso de peso.

No todos los que tienen asma experimentan las sibilancias clásicas, dijo el Dr. Pérez-Fernández. He aquí algunos síntomas que usted debe conocer:

  • Tos seca. Usted no se siente enfermo, pero no puede parar de toser – y los medicamentos para la tos sin receta no parecen ayudarle. Esa molesta tos puede ser debido al asma. Llamada variante del asma con tos, esta puede representar un tercio de las personas que tienen tos crónica, según el American College of Allergy, Asthma & Immunology. Muchas veces la tos se convierte en un problema por las noches o por las mañanas, aunque algunas personas reportan tos relacionada con el asma que es causada cuando se ríen e inclusive cuando hablan.
  • Trastornos del sueño. Si usted se despierta frecuentemente durante la noche, podría ser asma. Durante el sueño, las vías respiratorias a menudo se estrechan, lo cual puede causar un aumento en la resistencia al flujo de aire, según la National Sleep Foundation. Entre las personas que tienen asma, la noche puede representar problemas en particular con la tos o con la falta de aire. Los investigadores están tratando de determinar si esto es debido a los ritmos circadianos, a los cambios hormonales durante el sueño, al estar acostado en posición prona, al goteo post nasal que ocurre durante la noche, o a una combinación de factores. No importa el motivo, usted debe mencionarle sus trastornos del sueño a su médico. Dormir muy poco puede ser dañino para su salud y puede empeorar su asma.
  • Bostezos o suspiros frecuentes. Estos hábitos no necesariamente significan que usted está aburrido, cansado o exasperado. Pueden ser síntomas de asma. Los bostezos y los suspiros son maneras de llevar más oxígeno al cuerpo y de sacar más dióxido de carbono. Estos comportamientos podrían señalar los esfuerzos subconscientes del cuerpo para resolver los desbalances causados por las vías respiratorias oprimidas.
  • Acidez. El reflujo gastroesofágico es una realidad de la vida diaria para uno de cada cinco estadounidenses. Lo que muchas personas no saben es que cuando el ácido del estómago se devuelve al esófago, eso puede irritar las vías respiratorias y causar asma. “El reflujo y el asma van de la mano”, dijo el Dr. Pérez-Fernández. Si usted tiene reflujo, hable con su médico acerca de cómo controlarlo y ponga atención a cómo puede estar afectando su función respiratoria.
  • Fatiga. El asma limita la capacidad de su cuerpo para almacenar oxígeno eficazmente y eso puede hacerlo sentirse cansado. Inclusive un esfuerzo mínimo puede ser agotador. No asuma que usted está fuera de forma. Mientras que puede haber muchas razones para tener poca energía, usted siempre debe hablar con su médico su siente una fatiga o un cansancio fuera de lo normal, aunque usted no piense que sea asma.
  • Dolor en el pecho. El dolor en el pecho siempre es motivo de preocupación. Sin embargo, no siempre se trata de un asunto cardiaco. Si usted siente como si algo le estuviera apretando u oprimiendo el pecho, eso podría ser un síntoma de asma. Entre los pacientes admitidos al hospital por causa de ataques de asma, un 78 por ciento experimentaron dolor en el pecho que empeoraba cuando tosían, inhalaban profundamente y se movían, según el National Heart, Lung and Blood Institute. Si usted tiene opresión o dolor en el pecho, vea a su médico. Si usted sospecha que está teniendo un ataque cardiaco, vaya de inmediato al hospital.

Porque algunos de estos síntomas pueden ser progresivos, muchos pacientes no se dan cuenta y puede que no se los mencionen a sus médicos – lo cual es un gran error.

“No ignore sus síntomas. Si usted se encuentra falto de aire, no se lo achaque a su edad o a esas libras de más que usted puede haber engordado. Dígaselo a su médico, aunque usted piense que no sea nada”, aconseja el Dr. Pérez-Fernández. “Si se trata de asma, su médico determinará su plan de tratamiento basado en la severidad de sus síntomas, sus desencadenantes y su estilo de vida”.

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