25 de March de 2020 por John Fernandez
Estudio impactante clarifica las opciones de prevención para accidentes cerebrovasculares
Una de las investigaciones clínicas más grandes con enfoque en la prevención de los accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales) a largo plazo ha llegado a esta alentadora conclusión: La aplicación de stents y la cirugía en las arterias carótidas estrechas, ambos procedimientos mínimamente invasivos, son igualmente efectivos.
Para los médicos en el Miami Cardiac & Vascular Institute, los resultados del CREST Trial, un estudio clínico de 10 años financiado por el gobierno federal, representan el más reciente avance para mejorar la salud a largo plazo de pacientes con factores de riesgo fundamentales para los accidentes cerebrovasculares. El Instituto fue uno de los sitios clave para el estudio clínico en los Estados Unidos.
Y ahora el Instituto ha comenzado su participación en el CREST-2, la investigación clínica que le sigue, la cual fue lanzada en diciembre de 2014 y que examinará la efectividad de la terapia médica en comparación con los procedimientos de revascularización, los cuales incluyen la aplicación de stents y la cirugía para extirpar las partes estrechas de las arterias.
“CREST es la investigación clínica más exitosa en la historia acerca de la revascularización”, dijo Barry T. Katzen, M.D., fundador y director médico ejecutivo del Miami Cardiac & Vascular Institute, y el investigador principal de los estudios.
Los resultados del CREST (por las siglas del estudio cuyo nombre completo es Carotid Revascularization Endarterectomy versus Stenting Trial) fueron publicados recientemente en la revista New England Journal of Medicine.
El mismo es uno de los estudios aleatorios de prevención de accidentes cerebrovasculares más amplios en la historia, ya que ha estado observando a 2,502 pacientes con una edad promedio de 69 años por hasta 10 años en 117 centros en los EE.UU. y en Canadá.
El riesgo para los accidentes cerebrovasculares es muy bajo luego de la aplicación de stents o la cirugía
El estudio encontró que el riesgo para los accidentes cerebrovasculares luego de la aplicación de stents o de la cirugía de endarterectomía era alrededor de un 7 por ciento. La endarterectomía es la extirpación quirúrgica de una parte de la pared interior de una arteria, junto con cualquier depósito obstructivo. La aplicación de stents a la arteria carótida implica el insertar un tubo delgado de malla de metal, llamado un stent, el cual se expande dentro de la arteria carótida para aumentar el flujo sanguíneo en áreas que están obstruidas por la placa. Ambos procedimientos son considerados menos invasivos que la cirugía de revascularización coronaria, la cual es más compleja, tiene mucho más riesgo e implica una recuperación mucho más larga.
Los médicos frecuentemente seleccionan el uso de los stents y la endarterectomía cuando los pacientes no han tenido síntomas de un accidente cerebrovascular, pero sí tienen factores de riesgo tales como arterioesclerosis (endurecimiento de las arterias) y la presión arterial alta.
“Los resultados del estudio CREST demuestran que los pacientes con factores de riesgo para los accidentes cerebrovasculares tienen dos opciones efectivas incluyendo la aplicación de stents y la reparación por cirugía abierta”, dice el Dr. Katzen. “Estas opciones optimizan el potencial de tratamiento para los pacientes individuales y ahora ofrecen alternativas menos invasivas”.
Las pruebas de comparación de CREST luego de 10 años para determinar si la arteria carótida se ha vuelto a estrechar encontraron muy poco riesgo para los accidentes cerebrovasculares tanto con los stents como con la cirugía – aproximadamente el 1 por ciento cada año. Se encontraron iguales beneficios para pacientes más viejos y más jóvenes, hombres y mujeres que habían sufrido un accidente cerebrovascular anteriormente, y aquellos que no lo habían padecido.
El Dr. Katzen enfatiza que en la última década, los tratamientos para aquellas personas en riesgo para los accidentes cerebrovasculares se han expandido más allá de los procedimientos de revascularización con la aprobación de varios medicamentos anticoagulantes. Los agentes anticoagulantes y anti plaquetarios reducen la capacidad de coagulación de la sangre. La lista de medicamentos para tratar la presión arterial alta, que también es un factor de riesgo clave para los accidentes cerebrovasculares, también ha aumentado significativamente.
El estudio CREST-2 examinará más de cerca el papel de estos medicamentos, conocidos como “terapia médica”, en el manejo de la prevención de los accidentes cerebrovasculares.
“Muchos medicamentos que han sido aprobados para ayudar a reducir el riesgo de arterioesclerosis, ayudan a manejar la presión sanguínea y reducen la formación de placa”, dice el Dr. Katzen. “CREST-2 va a comparar el funcionamiento de esta terapia médica con los procedimientos de revascularización”.
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