Prematuros extremos: La supervivencia de los más pequeñitos

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Publicado

18 de November de 2015


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Los grandes avances en la atención materna y neonatal a través de los últimos 20 años están ayudando a sobrevivir inclusive a los recién nacidos más pequeñitos. Al principio de la década de los 90, solamente un poco más de la mitad de los bebés extremadamente prematuros en los EE.UU – aquellos nacidos antes de las 28 semanas de gestación y pesando menos de 3 libras – sobrevivían. Hoy en día, el promedio nacional de la tasa de supervivencia es de alrededor de un 63 por ciento. Los resultados están documentados en un estudio publicado recientemente en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).

Worldwide Prematurity Day (El Día Mundial del Niño Prematuro) que se conmemora el 17 de noviembre por la organización March of Dimes ayuda a crear conciencia acerca de los problemas relacionados con los nacimientos prematuros.

“Los mejores resultados para los recién nacidos extremadamente prematuros son alentadores”, dice Jorge Perez, M.D., director médico de cuidados intensivos neonatales de South Miami Hospital y presidente del Center for Women & Infants de dicho hospital. “El poder ganar más días y semanas para mantener a estos bebés dentro del vientre materno, está resultando en mejores tasas de supervivencia y menor severidad de morbilidad”.

Los bebés nacidos antes de las 28 semanas de gestación son considerados extremadamente prematuros. El bajo peso al nacer, los pulmones inmaduros y las hemorragias cerebrales son los motivos más comunes por los cuales no sobreviven.

El estudio examinó a alrededor de 35,000 recién nacidos prematuros, nacidos entre las 22 y las 28 semanas entre el 1993 y el 2012. El aumento más significativo en la tasa de supervivencia fue visto en los bebés nacidos a las 23 y 24 semanas de gestación y la supervivencia sin morbilidad aumentó para los bebés con edades entre 25 y 28 semanas.

El Dr. Perez valida las intervenciones y los tratamientos que según concluyen los investigadores, están haciendo el mayor impacto:

  • Refinamiento de estrategias de ventilación
  • Mejor apoyo nutricional.
  • Evitar las infecciones postnatales.
  • Mayor uso de esteroides antenatales.

“En la gran mayoría de los casos, la intervención que ha hecho la mayor diferencia ha sido el uso de los esteroides antenatales”, dijo el Dr. Perez, quien ha estado practicando cuidados intensivos neonatales de alto nivel por 25 años. “Se los damos a un 90 por ciento de las madres que esperan tener bebés prematuros. Las maneras en las cuales los esteroides mejoran la maduración pulmonar y fortalecen los vasos sanguíneos que conectan al cerebro son las claves para aumentar la supervivencia de estos recién nacidos”.

Unos pulmones más fuertes significan menos probabilidades de que un recién nacido necesitará ventilación artificial cuando nazca o desarrolle el síndrome de dificultad respiratoria neonatal, una de las complicaciones más comunes en los bebés prematuros. Un suministro adecuado de sangre al cerebro ayuda a evitar el deterioro del desarrollo neurológico.

Más de 550,000 bebés prematuros nacen en los Estados Unidos cada año. Las mujeres consideradas en alto riesgo de tener un bebé extremadamente prematuro son aquellas que han tenido un bebé prematuro anteriormente, las que están embarazadas de múltiples (gemelos, trillizos), o las que tienen anormalidades del sistema reproductivo tales como el cuello del útero corto. El parto prematuro también puede resultar por causa de ciertas condiciones médicas que se desarrollan durante el embarazo, tales como la diabetes, la presión alta y las infecciones del tracto urinario.

La etnicidad y el estilo de vida también juegan un papel importante. Los bebés afroamericanos tienen un 50 por ciento más probabilidades de nacer prematuramente que los bebés de madres caucásicas, según los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). Las mujeres menores de 18 y mayores de 35 años y aquellas con un estilo de vida poco saludable que incluye actividades tales como la atención prenatal limitada, el uso de drogas y alcohol, fumar o la exposición a contaminantes ambientales, también están en riesgo de tener bebés prematuros.

Las unidades de cuidados intensivos neonatales (NICU por sus siglas en inglés) de Baptist Hospital of Miami y South Miami Hospital atienden a más de 1,500 bebés prematuros anualmente. A través de los últimos dos años, la tasa de supervivencia de los prematuros extremos en estos hospitales ha sido de entre un 82 y un 89 por ciento, por arriba de los estándares nacionales de referencia. South Miami Hospital se ha ganado Sellos Dorados de Aprobación por el parto prematuro y la prematuridad de La Comisión Conjunta, el cuerpo de acreditación individual más grande para la atención de la salud sin fines de lucro en los Estados Unidos.

“La manera en la cual nuestros especialistas del NICU se comunican con otros médicos, enfermeros y cuidadores, compartiendo información para hablar de cada paciente individualmente, está haciendo un gran impacto en nuestros resultados”, dijo el Dr. Perez. “Con un enfoque verdaderamente multidisciplinario, avances médicos y atención de la más alta calidad, estamos comenzando a ver los frutos de nuestro arduo trabajo”.

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