8 de April de 2020 por Adrienne Sylver
Nunca pensé que sería candidata para un ataque cardiaco
A la edad de 47 años, y sin factores de riesgo aparentes para la enfermedad cardiovascular, Cristina Totoricagil, subdirectora escolar, sufrió un ataque cardiaco mientras hacía ejercicios en su casa. Fue transportada por ambulancia a Baptist Hospital, donde se le hiso un cateterismo cardiaco en Miami Cardiac & Vascular Institute.
Ahora que está saludable y fuerte, Totoricagil participó por primera vez en el Miami Heart Walk 2017 (La Caminata del Corazón), que tuvo lugar el pasado domingo en el Museum Park del downtown de Miami.
“Estoy muy emocionada de estar participando en el Miami Heart Walk este año porque quiero crear consciencia para que la gente sepa que la enfermedad cardiaca no se limita solamente a personas con ciertos factores de riesgo”, dijo Totoricagil, quien es una de los casi 1millón de norteamericanos a través del país que tomaron parte en el evento anual de la American Heart Association.
El Heart Walk es un evento que ayuda a promover la lucha contra la enfermedad cardiaca y los infartos cerebrales. La meta de la American Heart Association es que para el año 2020, la salud cardiovascular de los estadounidenses mejore por un 20 por ciento, y que las muertes por causa de la enfermedad cardiaca y los infartos cerebrales se reduzcan por un 20 por ciento. Joe Natoli, vicepresidente ejecutivo y oficial administrativo principal de Baptist Health South Florida, sirvió como presidente del Heart Walk 2017, encabezando a los cientos de donantes y voluntarios.
“La vida es el motivo por el cual caminamos para tener corazones más saludables”, dijo el Sr. Natoli, quien está celebrando el 30 aniversario de Miami Cardiac & Vascular Institute. “El instituto ha sido un líder en la comunidad al abordar asuntos relacionados con la enfermedad cardiaca y los infartos cerebrales por tres décadas”.
La historia de la recuperación del ataque cardiaco de Totoricagil es parecida a la de miles de otros participantes en el Heart Walk a nivel nacional.
‘Yo sabía que algo no estaba bien’.
Era sábado en la mañana y Totoricagil estaba haciendo ejercicios en su casa cuando comenzó a sentir una presión intensa en el pecho, seguida por una sensación de entumecimiento y hormigueo en su brazo izquierdo.
“Yo sabía que algo no estaba bien, así que decidí llamar al 911 porque temía por mi vida”, recuerda ella. Primero fue transportada a Baptist Hospital donde fue diagnosticada y luego fue llevada de emergencia a Miami Cardiac & Vascular Institute donde le hicieron el cateterismo cardiaco. El procedimiento, el cual involucra la inserción de un catéter dentro del cámara o vaso sanguíneo del corazón, fue realizado por el cardiólogo intervencionista Rajesh Dhairyawan, M.D.
“Estoy muy sorprendida de que esto me haya sucedido”, afirmó Totoricagil. Ella dice que no fuma, no está en sobrepeso, no sufre de presión alta, no es diabética y hace ejercicios regularmente. “Nunca pensé que podría ser candidata para un ataque cardiaco”, dice ella.
Porque el ataque cardiaco fue debido a un coágulo de sangre, le dieron anticoagulantes esa noche y le dieron de alta al día siguiente. “Tengo que ofrecer un agradecimiento especial a los rescatistas del 911 y al hospital. Han sido todos maravillosos y me salvaron la vida”, dijo Totoricagil.
Un historial familiar de enfermedad cardiaca
Ella puede no haber tenido ningún factor de riesgo aparente, pero Totoricagil sí tiene antecedentes familiares de enfermedad cardiaca. Hace dos años, su tío murió a los 59 años luego de un ataque cardiaco masivo en camino al trabajo. “Eso lo tuve en mente cuando estaba pasando por mi experiencia”, recuerda ella. Su abuela materna también murió de un ataque cardiaco cuando era joven.
La enfermedad cardiovascular está asociada con 1 de cada 3 muertes en los Estados Unidos y es la causa principal de muerte en los EE.UU. y a nivel mundial.
Rehabilitación cardiaca
Lawrence Blacher M.D. cardiólogo con Miami Cardiac & Vascular Institute, está tratando a Totoricagil durante su recuperación del ataque cardiaco. Además de medicamentos, el Dr. Blacher recomendó que Totoricagil tomara parte en el programa de rehabilitación cardiaca del Instituto.
“No puedo decir lo suficiente lo maravilloso que fue eso para mí”, recuerda Totoricagil de su rutina de rehabilitación. “Me guiaron desde el principio y durante todo el camino. Me brindaron mucho apoyo y me hicieron sentir como en mi casa. Me estaban monitoreando y eso me hiso sentir muy segura. No estaba en un gimnasio regular donde nadie estaba velando por mí”.
Su experiencia ha cambiado su perspectiva hacia la vida. “Veo las cosas distinto ahora. A veces le ponemos demasiada importancia a las cosas que no debemos. Pensaba que dejaría a mi hijo sin madre – para mí, eso es muy importante. Me hace pensar las cosas dos veces de que en realidad no tenemos que estresarnos por las cosas pequeñas”.
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