25 de March de 2020 por John Fernandez
Los trastornos del sueño pueden aumentar el riesgo para la enfermedad de Alzheimer
Las investigaciones realizadas en los cerebros de los pacientes con la enfermedad de Alzheimer han descubierto proteínas tóxicas que interrumpen las señales emitidas entre las neuronas. Estas señales desempeñan un papel importante en la función cognitiva y en la memoria. Cuando las señales son alteradas por una placa pegajosa, hecha de la proteína tóxica conocida como amiloide, el deterioro cognitivo que resulta se conoce como la enfermedad de Alzheimer.
Marcadores biológicos del Alzheimer en el líquido cefalorraquídeo
Ahora, un nuevo estudio publicado en la edición del 5 de julio de la revista Neurology, indica que los trastornos del sueño pueden llevar a una acumulación de amiloides en el cerebro, como lo indican los marcadores biológicos que se encuentran presentes en el líquido cefalorraquídeo de ciertas personas que están en riesgo para desarrollar el Alzheimer.
Los participantes del estudio tenían un riesgo más elevado para la enfermedad de Alzheimer debido a la presencia de una mutación genética o a un historial familiar positivo de la enfermedad. Aquellos que reportaron que dormían mal, tenían un nivel más alto del marcador biológico para los amiloides en su líquido cefalorraquídeo, en comparación con aquellos que no reportaron haber tenido dificultad para dormir.
“Hemos sabido ya por algún tiempo que los pacientes de Alzheimer tienen trastornos del sueño, tales como el insomnio y cambios en su ritmo circadiano que resultan por causa de los depósitos de amiloides en los centros del sueño del cerebro”, afirmó el neurólogo y especialista del sueño David Seiden, M.D., director médico del Baptist Sleep Center en Pembroke Pines. “Sin embargo, este estudio sugiere que puede haber una relación bidireccional entre la calidad del sueño y el desarrollo del Alzheimer en ciertas poblaciones de alto riesgo. Eso significa que los trastornos del sueño pueden predisponer a ciertos pacientes a la enfermedad de Alzheimer”.
El ‘sistema glinfático’ del cerebro
El gran interés en el vínculo entre el sueño y el Alzheimer, sale de un estudio publicado en el 2013 que reveló un sistema de eliminación de desperdicios en los cerebros de los ratones, que era activado durante el sueño. Este “sistema glinfático” empujaba las proteínas amiloides de los espacios entre las células cerebrales, hacia el líquido cefalorraquídeo para que fueran eliminadas como desperdicios.
El sueño y las proteínas tóxicas en el cerebro
Otro estudio publicado en el 2015 examinó los cerebros de pacientes entre las edades de 56 y 68 años, utilizando un imágenes de escanes de PET para determinar la cantidad de amiloides en ciertas áreas del cerebro. Al igual que con este estudio reciente del líquido cefalorraquídeo, el estudio del 2015 encontró que aquellos pacientes cuyo sueño era menos que adecuado, basada en medidas subjetivas, tenían una acumulación mayor de proteínas amiloides en sus cerebros. Este hallazgo llevó a los investigadores a querer determinar si los trastornos del sueño podrían ser un factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer. También quieren determinar si un indicador del Alzheimer tan precoz como este, puede llevar a los tratamientos preventivos antes de que surja un deterioro cognitivo.
“Lo que nos demuestran estos estudios es que el sueño inadecuado puede ser un riesgo que se puede modificar para tratar de prevenir el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer”, explicó el Dr. Seiden. “No podemos decir que ‘dormir mejor puede prevenir el Alzheimer’, pero si existe una creciente evidencia que sugiere que existe una correlación entre el sueño y el Alzheimer, y esta requiere más estudios”.
Los próximos pasos en la investigación de la enfermedad de Alzheimer
El Dr. Seiden advierte que este último estudio depende de la información subjetiva de los mismos pacientes con relación a su calidad del sueño. Un mejor método sería medir la calidad del sueño de una persona en un laboratorio de sueño. Los datos pueden determinar mejor si las personas con una peor calidad de sueño, basada en medidas objetivas, tienen niveles elevados del marcador biológico de proteínas amiloides en su líquido cefalorraquídeo. Además, la siguiente pregunta debe ser contestada: ¿Puede una mejor calidad de sueño mejorar la eficiencia del sistema glinfático para eliminar los amiloides del cerebro y por consiguiente reducir el riesgo para la enfermedad de Alzheimer?
Los efectos del sueño en la salud
“Este estudio es testimonio de la creciente evidencia que señala que una mejor calidad y cantidad de sueño conduce a una mejor salud”, dijo el Dr. Seiden. “Los estudios han demostrado que una mala calidad de sueño pone a las personas en más alto riesgo para la diabetes, la depresión, la presión alta, la obesidad, el cáncer y la muerte prematura. Pronto podríamos ver a la enfermedad de Alzheimer agregada a esa lista. Por ahora, esos son datos adicionales que apoyan la importancia de una buena calidad de sueño”.
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