25 de March de 2020 por John Fernandez
Lo último en pruebas para el cáncer colorrectal para adultos de ‘riesgo promedio’
Los adultos de “riesgo promedio” que no tengan síntomas, deben hacerse pruebas de detección para el cáncer colorrectal entre las edades de 50 a 75 años, según el American College of Physicians (ACP), el cual acaba de publicar las nuevas directrices en la revista Annals of Internal Medicine.
Este consejo puede sonar familiar, pero el ACP está tratando de aclarar la confusión creada debido a las distintas recomendaciones por otros grupos médicos prominentes. Por ejemplo, la American Cancer Society (ACS) recomienda comenzar las pruebas regulares para el cáncer colorrectal a los 45 años, mientras que otras directrices han mantenido la recomendación para el riesgo promedio general a la edad de 50 años.
El cáncer colorrectal es la segunda causa principal de muertes relacionadas con el cáncer entre hombres y mujeres en los Estados Unidos. La ACP ha declarado que su intención no es solamente la de aclarar la confusión pero también la de simplemente lograr que más adultos se hagan las pruebas de detección.
“No hay suficientes personas en los Estados Unidos que se hacen pruebas para el cáncer colorrectal”, afirmó el Presidente del ACP, Robert M. McLean, M.D., en una declaración. “Los médicos deben realizar una evaluación de riesgo individual para el cáncer colorrectal en para todos los adultos. Los médicos y los pacientes deben seleccionar la prueba de detección basada en una discusión con su médico acerca de todos los beneficios, riesgos, costos, disponibilidad, frecuencia y las preferencias de cada paciente”.
Las directrices de la ACP se aplican a los adultos con riesgo promedio para el cáncer colorrectal que no tengan síntomas. Estas no se aplican a los adultos con antecedentes familiares de cáncer colorrectal, antecedentes de enfermedad intestinal inflamatoria, síndromes genéticos tales como pólipos cancerosos familiares, antecedentes personales previos de cáncer colorrectal o de pólipos benignos, u otros factores de riesgo.
“Las pruebas de detección tempranas son indicadas si existe un pariente de primer grado con un historial de cáncer colorrectal y en pacientes con síndromes genéticos de alto riesgo tales como el cáncer colorrectal hereditario sin poliposis”, afirmó Michael Chuong, M.D., oncólogo radioterápico con Miami Cancer Institute quien se especializa en el tratamiento de los cánceres gastrointestinales. “Las pruebas de detección tempranas deben comenzar a los 40 años o 10 años antes del diagnóstico del pariente de primer grado, cualquiera que ocurra primero”.
La colonoscopía sigue siendo el procedimiento recomendado número uno. También hay una opción de “colonoscopía virtual” para aquellos que no deseen someterse a una prueba invasiva. Además, existen kits de pruebas básicas de detección que se pueden hacer en la casa, para los cánceres colorrectales – la prueba de sangre oculta en las heces (FOBT por sus siglas en inglés); la prueba inmunoquímica fecal (FIT por sus siglas en inglés), y la prueba fecal de ADN. Si estas pruebas salen positivas, generalmente se recomienda una colonoscopía.
Sin embargo, es solamente durante las colonoscopías que se pueden extirpar los pólipos precancerosos o sospechosos.
“Debemos educar al público acerca de la alta prevalencia del cáncer colorrectal, y de que las pruebas de detección ayudan a detectar el cáncer colorrectal a una etapa más temprana cuando son más fáciles de tratar y de curar”, afirmó el Dr. Chuong. “Las recomendaciones para las pruebas de cáncer colorrectal han sido creadas para salvar vidas”.
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