8 de April de 2020 por Adrienne Sylver
Les presentamos a Ken Davis: Un milagro andante después de una disección aórtica
Aproximadamente un 90 por ciento de las personas que sufren una disección aórtica mueren al instante. Esa solemne estadística es la razón por la cual Ken Davis, de 64 años, pasa más tiempo reflexionando acerca de su buena suerte. El Sr. Davis, que es residente de los Cayos de la Florida, sobrevivió una disección aórtica, la cual ocurre cuando se desgarra la capa interior de la aorta, el vaso sanguíneo principal que se ramifica desde el corazón.
“Me han dicho que soy un milagro andante”, dice el Sr. Davis, veterano y retirado de la Drug Enforcement Administration (DEA), quien también trabajó como contratista privado en Iraq, asistiendo con los esfuerzos de contrainteligencia de los Estados Unidos. Ahora reside en Islamorada, lugar que él llama un “paraíso”, donde ha estado retirado por los últimos siete años.
En septiembre del año pasado, el Sr. Davis estaba hablando por teléfono con su hermano, cuando de repente sintió “un dolor de espalda distinto a ningún dolor que jamás había sentido”.
El Sr. Davis fue llevado a Mariners Hospital y luego transportado por helicóptero a Miami Cardiac & Vascular Institute en Baptist Hospital of Miami. Se le diagnosticó de inmediato y el Sr. Davis fue llevado de emergencia a la sala de operaciones para repararle la disección aórtica, según Niberto Moreno, M.D., jefe emérito de cirugía cardiotorácica en Miami Cardiac & Vascular Institute, quien encabezó el equipo de cirugía.
En el caso de una disección aórtica, la sangre pasa en oleadas a través del desgarramiento, causando que las capas interiores y medianas de la aorta se separen o se diseccionen. Durante las siete horas de la cirugía, la temperatura del cuerpo del Sr. Davis fue reducida a 18 grados Celsius (64.4 grados F) para reducir la actividad celular de su cuerpo, permitiendo que el flujo de la sangre pudiera ser detenido temporalmente.
El popular actor de televisión John Ritter, murió a los 54 años en el 2003, debido a una disección aórtica.
Usualmente las disecciones aórticas ocurren en pacientes hipertensivos (con presión alta), o en personas que tienen aortas ampliadas, explica el Dr. Moreno. Otros factores de riesgo incluyen un aneurisma aórtico preexistente (una arteria debilitada y protuberante), un defecto en la válvula aórtica, el endurecimiento de las arterias o un estrechamiento de la aorta al nacer.
“Me desperté esa tarde después de la cirugía, probablemente entre las 4 y las 5 de la tarde, sin saber lo que había pasado”, recuerda el Sr. Davis. “Mis hijas estaban ahí y les dije, ‘¿Por poco me muero, verdad?’ – porque las dos estaban conmigo. Una de ellas me contestó, ‘Casi seguro que sí’. Y comenzaron a contarme lo que me había pasado”.
El Dr. Moreno dice que el Sr. Davis está muy bien y que su más reciente escán por CT resultó “normal para una persona que ha sufrido una disección aórtica”.
El Sr. Davis dice que es un hombre sumamente agradecido.
“Vivo en un paraíso”, dice él. “Mi esposa es bella y fantástica. Tengo amigos fabulosos y este estoy en el mejor lugar del mundo. Si buscas por internet, no vas a ver muchas historias positivas acerca de las disecciones aórticas. Me siento muy agradecido a todas las personas que trabajan en Baptist Health”.
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