30 de March de 2020 por baptist.admin
La obesidad y la hipertensión perjudican el progreso contra la enfermedad cardiaca, revela un estudio
Muchos años de progreso en la batalla contra la enfermedad cardiaca, la cual sigue siendo el asesino número uno de todos los estadounidenses, parecen haberse estancado, y pueden estar dando marcha atrás, debido a las crecientes tasas de obesidad y sus factores de riesgo asociados, tales como la presión alta y la diabetes, ha encontrado un nuevo estudio.
La tasa de muerte a nivel nacional por causa de la enfermedad cardiaca había estado bajando constantemente hasta el 2010, mientras que los investigadores ahora lo designan como un punto de inflexión.
En general, los investigadores determinaron que la decreciente tasa de muerte para la enfermedad cardiaca entre el 1999 y el 2010, representó 8.3 muertes de menos por cada 100,000 personas anualmente – en comparación con los años después del 2010. Las tasas de muerte también estaban bajando para los infartos cerebrales y la diabetes antes del 2010, pero no cambiaron significativamente entre ese año y el 2017, concluyeron los autores del estudio.
Otro hallazgo inquietante por los investigadores es que las muertes por causa de la presión alta aumentaron entre el 1999 y el 2017, según el estudio por Northwestern Medicina publicado en la revista médica JAMA.
Los investigadores estudiaron el riesgo cardiometabólico al mirar los datos disponibles en los certificados de defunción. El término “riesgo cardiometabólico” describe las probabilidades de que una persona pueda perjudicar su corazón y sus vasos sanguíneos cuando estén presentes uno o más factores de riesgo. Los factores de riesgo incluyen: la obesidad o el sobrepeso, el alto colesterol, los altos niveles de grasa en la sangre (triglicéridos), la presión alta y la diabetes. El síndrome metabólico, el cual se refiere a una combinación de factores de riesgo enfocados en la resistencia a la insulina o la “prediabetes”, también es un factor de riesgo.
“Sabemos que la mayoría de las muertes atribuibles a la enfermedad cardiometabólica son prevenibles”, dijo Sadiya Khan, M.D. autora principal del estudio y profesora auxiliar de cardiología y epidemiología en la Feinberg School of Medicine de Northwestern University y cardióloga con Northwestern Medicine. “Está claro por nuestros hallazgos que estamos perdiendo ventaja en la batalla contra la enfermedad cardiovascular. Tenemos que cambiar nuestro enfoque como nación hacia la
prevención para poder lograr nuestra meta de vivir más tiempo, más saludable y sin enfermedad cardiovascular”.
Los científicos examinaron los datos de todas las muertes en los Estados Unidos entre el 1999 y el 2017 por parte de la amplia base de datos de Investigación Epidemiológica (WONDER) de los Centers for Disease Control, con el enfoque específico en las muertes causadas por la enfermedad cardiaca, los infartos cerebrales y la hipertensión.
“Lo que hemos encontrado es que si usted tiene un estilo de vida ideal, como se relaciona con la nutrición, la actividad física, el no fumar, el peso ideal y el manejo de la presión sanguínea, entonces usted reduce su riesgo para desarrollar la enfermedad cardiaca por casi un 90 por ciento en un período subsecuente de 10 años”, afirmó Theodore Feldman, M.D., director médico de prevención y salud comunitaria en Miami Cardiac & Vascular Institute de Baptist Health South Florida.
La American Heart Asociation (AHA) está intensificando su campaña para educar a los adultos estadounidenses en cuanto a su capacidad para controlar los factores de riesgo para la enfermedad cardiaca, los ataques cardiacos y los infartos cerebrales. La organización lo llama el plan “Life’s Simple 7”. Este cubre las siete áreas claves para la prevención: el manejar la presión sanguínea, controlar el colesterol, reducir los niveles de azúcar en la sangre, hacer ejercicios regularmente, comer saludablemente, manejar el peso y no fumar.
Alrededor de la mitad de los adultos estadounidenses están viviendo con alguna forma de enfermedad cardiovascular, según una conclusión basada en un nuevo informe publicado en la revista Circulation de la AHA, el cual ofrece una perspectiva de la salud de la nación cada mes de febrero (el Mes de la Salud del Corazón).
El Dr. Feldman añade: “Esas mismas siete métricas, las cuales se conocen como ‘Life’s Simple 7’ por la AHA, han estado asociadas con una variedad de estudios, no solamente con la probabilidad de reducir la probabilidad de desarrollar la enfermedad cardiaca, pero también de reducir la tasa de desarrollar muchos tipos de cáncer – así como también diabetes, obesidad y la enfermedad pulmonar crónica – por un 50 a un 80 por ciento”.
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