7 de April de 2020 por John Fernandez
El regreso a la escuela y a la camita
Hay una contienda recurrente en esta época del año en los hogares con niños en edad escolar: Usted le dice a Junior que concluya su juego de video, él se resiste, usted insiste. Se producen dimes y diretes, y usted queda agotada.
Mientras se concentra en evitar que el niño(a) esté demasiado cansado, quien suele portarse mal como resultado, los expertos en sueño advierten que la falta de sueño crónica en los niños puede tener consecuencias más graves que un chico malhumorado.
“Los niños con una privación del sueño prolongada tienden a sufrir cambios de humor y falta de concentración, pensamiento crítico y de las habilidades para resolver problemas”, dijo el neurólogo, Dr. David Seiden, especialista en medicina del sueño y director médico de Baptist Sleep Center (Centro de Diagnóstico del Sueño) en Pembroke Pines. “Muchos de estos síntomas son los mismos que los del síndrome de déficit de atención e hiperactividad, que podría ser mal diagnosticada”.
Entonces, ¿cómo y cuándo se puede crear una rutina para que sus niños entren en un patrón de sueño saludable antes de volver a la escuela?
El Dr. Seiden dice que lo ideal sería que los padres mantuvieran a sus hijos en un horario de sueño regular durante todo el año. Pero, si como la mayoría de los padres, han relajado los horarios para acostarse, sugiere volver a la rutina desde ahora.
Tener pautas generales para el número de horas que los niños de determinadas edades necesitan dormir puede ser un comienzo.
El Dr. Seiden admite que estas recomendaciones no funcionan con todos los niños, pero son al menos un rango para los padres a seguir:
• de 6 a 9 años, deben recibir 10 a 11 horas de sueño cada noche.
• de 10 a 14 años deben recibir de 9 a 10 horas.
• de los 15 años en adelante necesitan alrededor de 8 a 9 horas.
Él dice que una causa común de la falta de sueño entre los adolescentes es el síndrome de retraso de la fase de sueño, cuando el reloj interno del cuerpo se pone a dormir más tarde.
“La importancia del sueño muchas veces pasa a segundo plano” -dijo. “Los niños que van en varias ocasiones a la cama más tarde de lo normal han entrenado a un ciclo de sueño que ocurre más tarde. Así que cuando se les dice que ir a la cama antes de ese momento, no se pueden dormir”.
Y cuando empiecen las clases y los niños tienen que levantarse más temprano, la falta de una noche completa de sueño se suma a la falta de sueño de un niño.
Para volver a establecer un horario de sueño saludable, el Dr. Seiden sugiere que los padres hagan lo siguiente:
• Limitar la televisión y jugar videojuegos por la noche.
• Eliminar las bebidas con cafeína por la noche.
• Mantener horarios regulares con el mismo tiempo dentro y fuera de la cama a diario.
• Dejar que la luz del sol entre en sus habitaciones por la mañana como señal del cuerpo para despertar.
A menos que se sospecha un trastorno de sueño verdadero, el Dr. Seiden aconseja a los padres que no se preocupen demasiado y sigan estos consejos de sentido común.
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