8 de April de 2020 por Adrienne Sylver
La depresión perinatal: No es solo tristeza después del parto
Mientras que estar embarazada se caracteriza a menudo como un tiempo feliz y de buena vibra para la futura mamá, también puede ser un tiempo de estrés y de desesperación para algunas. Los cambios en el cuerpo de una mujer con sus dolores acompañantes, los cambios en la dinámica de la familia, así como también los cambios fisiológicos que pueden causar desequilibrios hormonales, pueden afectar a algunas mujeres.
Según el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), la depresión perinatal – la cual está definida como depresión durante o justo después del embarazo – afecta un promedio de una de cada siete mujeres en los Estados Unidos.
“El predominio de la depresión perinatal es muy significativo y puede ser bastante alarmante”, dijo Jason James, M.D., jefe de obstetricia y ginecología en Baptist Hospital of Miami. “Como obstetras, es nuestro trabajo y nuestra obligación evaluar y tratar adecuada y efectivamente a las pacientes”.
¿Tristeza o Depresión?
El Dr. James dice que es importante diferenciar entre la depresión clínica de posparto y la tristeza después del parto o los “baby blues”, un término que se utiliza con referencia a una mujer que experimenta llanto, tristeza y otros síntomas depresivos después de tener un bebé. La depresión perinatal puede ocurrir en cualquier momento durante el embarazo y puede tener efectos extremadamente negativos para la madre, el bebé y la familia.
“Los momentos de sentirse abrumada o triste durante los primeros días e inclusive las primeras semanas después de tener un bebé son típicamente caracterizados como la ‘tristeza después del parto’, dijo él. “Es cuando esos sentimientos empeoran o duran por semanas que pueden significar una depresión clínica que necesita intervención y tratamiento”.
En general, las primeras seis semanas después del nacimiento de un bebé son consideradas como el período de posparto, dice el Dr. James. Hay cambios hormonales significativos que ayudan a fomentar la lactancia y que pueden afectar los neurotransmisores del cerebro que regulan el estado de ánimo. El tiempo que toma que las hormonas de una mujer vuelvan a los niveles que tenían antes del embarazo depende de muchos factores, dice el Dr. James, incluyendo cuán fácil o difícil se haga la lactancia, la falta de sueño y la falta de apoyo social.
“La depresión de posparto pude ocurrir en cualquier momento dentro del primer año de haber dado a luz” dijo él. “Como la primera visita al médico después del parto para las mujeres que dan a luz vaginalmente típicamente ocurre a las seis semanas, puede que las mujeres no sean evaluadas para los trastornos afectivos de forma oportuna. Es importante incluir las pruebas apropiadas para la depresión y otros trastornos afectivos como parte de la atención de un bebé saludable ya que el estado de ánimo de la madre también afecta la salud y el bienestar del bebé”.
Pruebas para la depresión perinatal
El protocolo actual para detectar la depresión perinatal incluye una evaluación de riesgo para las pacientes, por lo menos una vez durante, y una vez después del embarazo, utilizando una herramienta estándar de prueba compuesta de preguntas que evalúan el estado de ánimo de la paciente, los hábitos de comer y de dormir, y los sistemas de apoyo sociales. La evaluación después del parto es la norma de atención para las pacientes de maternidad en Baptist Hospital, El Center for Women & Infants de South Miami Hospital, Homestead Hospital y West Kendall Baptist Hospital.
Según las recomendaciones para las pruebas de depresión perinatal que fueron hechas públicas recientemente por parte del ACOG, los factores que aumentan el riesgo de una mujer para la depresión durante el embarazo incluyen el estrés, el ser soltera, y un historial de depresión o de otro trastorno afectivo tal como la ansiedad. Después del nacimiento del bebé, los factores que aumentan el riesgo de la madre para desarrollar la depresión de posparto incluyen una experiencia traumática al dar a luz, falta de apoyo social y los problemas con la lactancia.
El Dr. James dice que la opinión reciente del ACOG es un paso positivo en el movimiento para crear consciencia de los beneficios de las evaluaciones para la depresión perinatal.
“Al evaluar para la depresión durante y después del embarazo, hemos tenido mucho éxito identificando pacientes que necesitan ayuda”, dijo el Dr., James. Identificar proactivamente la ansiedad y otras causas de estrés que pueden acompañar al embarazo, nos permite detectar los trastornos afectivos y evitar situaciones que pueden ser peligrosas y que pueden afectar tanto a la madre como al bebé”.
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