7 de April de 2020 por John Fernandez
Descanso en Las Noches: Ayuda Para Niños con Trastornos del Sueño
¿Duermen lo suficiente sus hijos? The National Sleep Foundation recomienda que los niños y adolescentes de edad escolar cuenten con entre 8 y 11 horas de sueño cada noche. Los jovencitos que no duermen lo suficiente o que tienen mala calidad de sueño pueden experimentar menor capacidad para aprender y pensar, y ello también puede interferir con el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico.
Según el doctor David Seiden, M.D., director médico del Baptist Sleep Center en Pembroke Pines, los cuatro trastornos del sueño que los niños padecen más frecuentemente son: síndrome de la fase retardada del sueño, sonambulismo, apnea del sueño y orinar o mojar la cama.
Adolescentes Somnolientos: Síndrome de La Fase Retardada del Sueño
El síndrome de la fase retardada del sueño es una condición común entre adolescentes y jóvenes, dice el Dr. Seiden.
“Este fenómeno biológico, que está relacionado con la edad, se debe a un retraso en el reloj circadiano interno lo cual hace difícil el poder quedarse dormido, y esto a su vez pospone el ciclo de dormir y de las horas de despertar”, dice él mismo.
Los relojes biológicos de la mayoría de los jóvenes están regulados para demorar el quedarse dormidos, pero algunos chicos son más susceptibles que otros. Si todas las noches demoran de dos a cuatro horas para quedarse dormidos, con el pasar del tiempo, sus cuerpos se vuelven crónicamente privados de sueño. Con frecuencia, el resultado es no poder despertar en la mañana y un bajo rendimiento escolar”.
El Sonambulismo
El sonambulismo, un trastorno del sueño mayormente común entre chicos de 8 a 11 años de edad, habitualmente ocurre en la primera tercera etapa de la noche, cuando el sueño suele ser el más profundo. Los chicos se ponen a hablar y a caminar aún estando dormidos; sin embargo, no recordarán haberlo hecho al día siguiente.
El Dr. Seiden dice que la mejor estrategia a seguir durante un episodio de sonambulismo es traer al chico de vuelta a la cama en vez de tratar de despertarlo. Despertarlo sólo causará confusión y mayor interrupción a su sueño, dice él.
Apnea del Sueño
Apnea del sueño puede ocurrir cuando existe resistencia en las vías respiratorias superiores lo cual ocasiona que disminuya el flujo de aire y pausas en la respiración. Según el Dr. Seiden, las amígdalas y adenoides que son grandes en desproporción con una vía respiratoria pequeña son la causa más común de apnea del sueño en los chicos. La falta de oxígeno interrumpe la actividad de las ondas cerebrales, y estos chicos pueden volverse crónicamente privados de sueño. Sentirse cansados no es siempre el síntoma principal.
“La privación crónica de sueño en los chicos con frecuencia se manifiesta como hiperactividad”, dice el Dr. Seiden. Él recomienda que los chicos bajo evaluación para déficit de atención e hiperactividad (ADHD por sus siglas en inglés), sean sometidos a un estudio del sueño para determinar o descartar algún trastorno del sueño subyacente, como por ejemplo, apnea del sueño.
Mojar La Cama
Se considera que mojar la cama es un trastorno del sueño porque ocurre durante el sueño profundo, cuando las ondas cerebrales son las más lentas. Es algo frecuentemente genético y generalmente ocurre en chicos entre los 4 y 12 años de edad cuando el mecanismo de excitación del chico aún no se activa al llenarse la vejiga. Los casos serios se pueden tratar con medicamentos, pero la mayoría de los chicos superan la etapa de mojar la cama según sus sistemas neurológicos se van desarrollando, dice el Dr. Seiden.
Mojar la cama es algo evaluado por un especialista del sueño cuando el pediatra desea descartar trastornos subyacentes, añadió el doctor.
Establecer Buenos Hábitos de Sueño
Las evaluaciones que se realizan en los centros diagnósticos de sueño pueden ayudar a identificar la causa de los trastornos del sueño. El Dr. Seiden dice que la mayoría de los trastornos del sueño que padecen los niños se pueden superar cuando se cumplen buenos hábitos para un sueño adecuado. Las recomendaciones que él hace para los niños y jóvenes para un sueño saludable son parecidas a las que se sugieren para adultos, entre otras:
• Mantenga un horario regular para dormir. Acostarse y despertarse consistentemente a la misma hora ayuda a regular el reloj circadiano del cuerpo.
• Baje las luces y apague los televisores, las computadoras y los aparatos electrónicos una hora antes de la hora de acostarse. “La estimulación y la luz de estos aparatos tienen efecto-despertador e interrumpen las vías neurológicas del cerebro que ayudan a inducir el sueño”, dice el Dr. Seiden.
• Evite el ejercicio y la actividad física fuerte de 4 a 5 horas antes de acostarse. Una disminución en la temperatura interna central del cuerpo es la clave para lograr un sueño profundo, y toma tiempo para que el cuerpo se refresque después de actividad física.
• Expóngase a la luz natural del sol dentro de la primera hora de haberse despertado en la mañana. Vaya al exterior o póngase cerca de una ventana sin llevar gafas de sol para beneficiarse del efecto completo.
• Limite la cafeína que consume. Hoy día, los adolescentes y jóvenes toman más bebidas con cafeína, y ese aumento en el consumo de cafeína está afectando su sueño, dice el Dr. Seiden.
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