8 de April de 2020 por Adrienne Sylver
Conceptos erróneos acerca del alto colesterol
El colesterol circula en la sangre y puede mezclarse con otras sustancias para formar un depósito espeso y duro dentro de las arterias. Esto puede estrechar las arterias y puede hacerlas menos flexibles – una condición conocida como arterioesclerosis. Si se formara un coágulo y bloqueara una de estas arterias estrechas, esto puede resultar en un ataque cardiaco o en un infarto cerebral. Es por eso que el alto colesterol es uno de los factores de riesgo principales para la enfermedad cardiaca.
Aproximadamente uno de cada tres adultos en los Estados Unidos tiene altos niveles de “colesterol de lipoproteína de baja densidad” (LDL-C por sus siglas en inglés), considerado el colesterol “malo” porque este contribuye a las acumulaciones de placa y al estrechamiento de las arterias. Alrededor de 94.6 millones o un 40 por ciento de los adultos estadounidenses tienen un colesterol total de 200 mg/dL o más alto. Los niveles de LDL-C (o colesterol malo) de 100 mg/dL o más bajos están vinculados con tasas más bajas de enfermedad cardiaca y de infartos cerebrales.
Su “tablero médico” consiste de tres números esenciales, representando los tres factores de riesgo principales para la enfermedad cardiovascular: la presión sanguínea, el colesterol y el azúcar en la sangre, dijo Theodore Feldman, M.D., director médico de prevención y salud comunitaria de Miami Cardiac & Vascular Institute en Baptist Health South Florida. Otros factores incluyen: la nutrición, la actividad física, el peso y si se fuma o no.
El alto colesterol es uno de los factores de riesgo más controlables o modificables para la enfermedad de las arterias coronarias, los ataques cardiacos y los infartos cerebrales. Si usted tiene otros factores de riesgo tales como el tabaquismo, la presión alta o la diabetes, su riesgo aumenta aún más.
Mientras que usted pueda tener sobrepeso u obesidad – a menudo como resultado de la mala nutrición y la falta de actividad física regular – eso no necesariamente significa que usted tenga el colesterol alto, explica el Dr. Feldman. La percepción acerca del tipo de cuerpo de una persona, alimenta uno de los conceptos erróneos principales vinculados con el colesterol alto.
“Hay muchas personas que tienen diabetes y presión alta que tienen el colesterol alto, sin embargo, tienen un peso normal”, dice el Dr. Feldman. “Además, hay muchas personas que son obesas y tienen la presión normal, el azúcar normal y el colesterol normal. Habiendo dicho eso, mientras más alto sea su peso, más probabilidad tendrá usted de tener presión alta, colesterol alto y diabetes o enfermedad cardiaca. Pero no es algo absoluto dentro de cualquier categoría”.
En resumidas cuentas: Usted debe conocer cada uno de los tres factores de riesgo principales que forman parte de su tablero médico, dice él.
“Y si usted tiene sobrepeso u obesidad o es fumador, entonces es muy importante que usted conozca sus números porque si usted impacta su tablero médico más favorablemente – y usted se encuentra en el grupo de alto riesgo – entonces más beneficio podrá obtener”, dice el Dr. Feldman.
He aquí algunos de los conceptos erróneos más populares acerca del alto colesterol, según la American Heart Association.
Concepto erróneo: Las personas delgadas no tienen el colesterol alto
Las personas con sobrepeso tienen mayores probabilidades de tener el colesterol alto, pero las personas delgadas también pueden sufrir de esta condición. Una persona con cualquier tipo de cuerpo puede tener el colesterol alto. A menudo las personas que no engordan fácilmente no están conscientes de cuántas grasas saturadas o grasas trans consumen. Nadie puede “comer lo que se le antoje” y mantener su corazón saludable. Usted debe chequearse el colesterol regularmente sin importar su peso, su actividad física y su dieta.
Concepto erróneo: Sólo la dieta y la actividad física dictan su nivel de colesterol
La dieta y la actividad física sí tienen un gran impacto en los niveles totales de colesterol en la sangre. Sin embargo, otros factores también contribuyen. Tener sobrepeso y obesidad tiende a aumentar el colesterol malo (LDL) y reducir el colesterol bueno (HDL). El envejecer también causa que el colesterol LDL aumente. Para algunos, la herencia también puede desempeñar un papel. No obstante, una dieta saludable para el corazón y la actividad física regular son importantes para todos para mantener una buena salud cardiovascular.
Concepto erróneo: Con los medicamentos, no hacen falta los cambios al estilo de vida
Los medicamentos pueden ayudar a controlar los niveles de colesterol, pero hacer cambios a su dieta y a su estilo de vida es la mejor manera de reducir el riesgo para la enfermedad cardiaca y para los infartos cerebrales. Para reducir su colesterol, consuma una dieta saludable para su corazón y haga un mínimo de 40 minutos de ejercicios aeróbicos de intensidad moderada a vigorosa, entre tres y cuatro veces por semana. Usted también debe tomar sus medicamentos exactamente como su médico se lo ha indicado.
Concepto erróneo: Si la etiqueta alimenticia del producto no muestra colesterol, entonces el alimento es saludable para el corazón
Las etiquetas alimenticias pueden ayudarle a escoger alimentos que sean saludables para su corazón. Sin embargo, muchos alimentos vendidos como “de bajo colesterol” tienen altos niveles de grasas saturadas o de grasas trans, ambas de las cuales aumentan los niveles de colesterol en la sangre. Inclusive los alimentos vendidos como “bajos en grasa” pueden tener un contenido de grasa sorprendentemente alto. Busque las cantidades de grasas saturadas, grasas trans y las calorías totales de cada porción.
Concepto erróneo: Los suplementos Omega 3 son buenos para el corazón y pueden reducir su colesterol
Los ácidos grasos Omega-3 son beneficiosos para los corazones de las personas saludables, y de aquellas personas con alto riesgo – o las que tienen – enfermedad cardiovascular. Sin embargo, estos son más beneficiosos cuando son consumidos como parte de una dieta saludable para el corazón – y no en forma de suplementos. Los Omega 3 son muy importantes si provienen de fuentes alimenticias saludables, tales como el pescado. “Consumirlos a través de los suplementos puede que no sea tan beneficioso como consumirlos a través de las fuentes frescas y naturales”, dice el Dr. Feldman. “Nosotros encontramos que, en muchas circunstancias, cuando ponemos las cosas en forma de píldoras, no son tan beneficiosas para el cuerpo como cuando las consumimos de forma natural”. Un repaso de estudios aleatorios el año pasado determinó que los suplementos de aceite de pescado que contienen ácidos grasos Omega 3 no son eficaces para la prevención de la enfermedad cardiaca. El análisis, publicado en la revista JAMA Cardiology, recopiló datos de 10 estudios aleatorios enfocándose en las personas que tenían enfermedad cardiovascular o que estaban en la categoría de alto riesgo para la enfermedad cardiaca.
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