A los 32 años, no sabía acerca cáncer del cuello uterino y el VPH – hasta que fue diagnosticada

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Publicado

22 de January de 2020


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Stephany Goyla se enteró que tenía cáncer del cuello uterino después de su primera prueba de Papanicolaou a los 32 años. Goyla, que se describe a sí misma como una adicta al trabajo, admite que no sabía nada acerca del cáncer del cuello uterino y que había aplazado sus citas médicas para hacerse las pruebas de detección para este desde que se había mudado al Sur de la Florida desde la isla caribeña de Curacao.

Como muchos adultos en los Estados Unidos, ella no sabía que el cáncer del cuello uterino sigue siendo una de las enfermedades más prevenibles en los EE.UU. y que tiende a ocurrir entre las mujeres jóvenes o de edad mediana. Además, más de un 90 por ciento de los casos son causados por el virus del papiloma humano (VPH), la infección más común que se transmite por medio del contacto sexual.

Las pruebas de detección para el cáncer del cuello uterino, que ayudan a detectar cambios en las células del cuello uterino, incluyen la citología del cuello uterino (también conocidas como la prueba de Papanicolaou) y en las nuevas directrices, las pruebas del VPH.

“Yo trabajaba mucho. Trabajaba 14 horas al día, incluyendo en ocasiones los sábados y los domingos”, dice Goyla. “Durante los seis años que he vivido en los Estados Unidos, donde hay médicos muy buenos, no he ido al médico ni una sola vez. Y en cuanto a la causa del cáncer que es el VPH, a mí no me vacunaron cuando tenía 15 o 16 años. Y en cuanto a la prueba del Papanicolaou, nunca me la había hecho”.

Noah Kalman, M.D., oncólogo radioterápico con Miami Cancer Institute, fue parte del equipo que trató a Goyla.

“Ella se había visto con su ginecólogo y luego fue referida a uno de nuestros ginecólogos oncólogos”, explica el Dr. Kalman. “En consulta con nuestro equipo de tratamiento ginecológico, decidimos que el mejor tratamiento para ella sería una combinación de radioterapia y quimioterapia”.

Al igual que con otros casos en el Instituto, las opciones de tratamiento para Goyla fueron presentadas ante una junta de tumores, una reunión regular donde un grupo de especialistas – cirujanos, oncólogos, radiólogos y otros médicos – desarrollan conjuntamente el mejor plan de acción para cada paciente.

Afortunadamente, el cáncer de Goyla estaba contenido.

“Stephany fue una paciente excepcional”, afirmó el Dr. Kalman. “Ella tuvo muy buena actitud. Ahora, después de varios meses, se ha hecho nuevas pruebas de imágenes que han demostrado que no existe evidencia alguna de la enfermedad y que ella está muy bien”.

Goyla se siente sumamente agradecida al equipo de expertos del Instituto y a su personal de apoyo. “Estaba localizado solamente en el área del cuello uterino así que eso me alegra mucho”, dijo Goyla. “A través de todo esto, oraba diariamente pidiendo fortaleza para llegar a mi próxima cita. Me sentí positiva a través de todo el proceso en Miami Cancer Institute. Estuve rodeada por personas que tenían una actitud positiva y eso me ayudó a sentirme mejor”.

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