5 maneras de controlar los dulces en sus hijos

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Publicado

30 de October de 2014


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¿Está listo para la atemorizante verdad? La bolsa promedio de dulces de Halloween contiene tres tazas de azúcar  y 4,800 calorías, según los investigadores. Para muchas familias, Halloween es la primera en una serie de celebraciones llenas de dulces y de postres. He aquí cinco consejos para ayudar a controlar las golosinas en sus hijos y establecer a su familia en el camino para una alimentación saludable.

Consejo #1: Dé un buen ejemplo.

Los niños no son los únicos que comen demasiada azúcar. Muchos adultos también la comen, indicó Natalie Castro, una dietista registrada con Baptist Health. “Los padres le dan el ejemplo a sus hijos”, dijo. “Si los padres no comen frutas y vegetales, sus hijos tampoco los comerán”. 

La alimentación saludable es un asunto de familia, explica Castro. Cambiar el comportamiento de un niño muchas veces comienza cambiando el comportamiento de la familia. Puede ayudar a los padres saber que los antojos de dulces son comportamientos aprendidos. Esto significa que antojarse de alimentos más saludables también se puede aprender. Ella recomienda hacer cambios graduales al reducir la cantidad de alimentos azucarados y procesados que usted tiene en su despensa y ofrecer una variedad de alternativas saludables.

Consejo # 2: Reemplace los dulces con opciones saludables.

Quíteles la tentación de comer dulces, manteniéndolos escondidos hasta que llegue la hora de servirlos y tenga opciones saludables al alcance. Los alimentos que usted ponga en la parte de adelante de su refrigerador o de su despensa, influenciarán los patrones de alimentación de sus niños.

“Si se les da la opción, los niños escogerán los dulces y los alimentos procesados cuando quieren una merienda”, dijo Castro. “Pero las galletas, las papitas, los caramelos y las sodas no son meriendas. Las meriendas deben ser comidas pequeñas con valor nutricional”.

Castro sugiere reemplazar las golosinas con mejores opciones tales como:

  • Platos de frutas y vegetales
  • Quesadillas de pollo y queso
  • Galletas de trigo con queso
  • Rebanadas de manzana con mantequilla de maní
  • Banana rociada con un poco de chocolate oscuro
  • Consejo #3: Haga sus propias delicias saludables en casa.

    Mientras más cocine en casa, más control tendrá sobre la calidad de los ingredientes que pone en los alimentos que comen sus niños. Cocinar es una buena actividad familiar. Tómese el tiempo para preparar delicias caseras y postres tales como panecillos, panes dulces, barras de granola, postres de frutas y pudines. Asegúrese de seguir las recetas que requieran ingredientes más sanos como la harina de trigo, avena, nueces, frutas, vegetales y productos lácteos bajos en grasa. Sus versiones caseras serán mucho más saludables que las variedades procesadas que vienen en los paquetes.

    “Los padres pueden encontrar buenas recetas en el internet para preparar postres más saludables. Usted también puede probar cosas como el pudín de chocolate hecho con aguacate, los “brownies” hechos con frijoles negros y las galletitas de chispas de chocolate hechas con calabacines (zucchini)”, añadió Castro. “Se sorprenderá de lo sabrosos que son”. 

    Consejo #4: Limite las bebidas azucaradas.

    La mayoría de las sodas, los jugos de frutas y las bebidas deportivas están repletas de azúcar, por eso es mejor no tenerlos en su casa. De hecho, la World Health Organization anunció recientemente que tomar solo una lata de Coca Cola, que tiene 35 gramos de azúcar, pone a niños y a adultos por arriba del consumo diario recomendado de azúcar. También es importante notar que los jugos de frutas no son sustitutos para la fruta de verdad, dice Castro. Limite el consumo de sus hijos de bebidas azucaradas a las fiestas y a los paseos y sirva agua y leche en casa. 

    Consejo #5: No haga los dulces algo especial.

    Castro advierte que el siempre prohibir los dulces pone demasiado énfasis en el comportamiento y puede ser contraproducente. “Si los padres son demasiado restrictivos, los niños querrán lo prohibido”, explicó ella. Y los padres no deben usar la comida como premio o prohibirla como castigo”.

    Es mejor ser neutral en la manera en que se presentan los dulces, tratándolos como cualquier otra comida en su menú en vez de verlos como una delicia especial. Al manejar los dulces apropiadamente, sus hijos aprenderán el arte de la moderación – un hábito saludable que les servirá bien por muchos años.

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