8 de April de 2020 por Adrienne Sylver
Un dramático diagnóstico de diabetes inspira una vida más saludable
Christopher Braithwaite, de 35 años, fue paramédico por siete años cuando entro a la sala de emergencia de Baptist Hospital como paciente, sospechando que tenía el azúcar alto. Sin embargo, hasta el personal hospitalario más experimentado se sorprendieron cuando sus análisis de sangre revelaron que su nivel de glucosa estaba en 705.
“El médico me dijo: ‘Estas muerto en vida’, recuerda el Sr. Braithwaite (que aparece en la foto de arriba antes de su diagnóstico de diabetes). Él había estado sintiéndose débil, con una sed constante y estaba orinando con frecuencia. “Ella me dijo que mi nivel de glucosa probablemente estaba en los 1,000 al comenzar el día. También me dijo que las personas que entran aquí con un nivel de azúcar de 700 usualmente están inconscientes”.
Eso fue el 22 de abril de este año, cuando la vida ocupada y traumática del Sr. Braithwaite fue perturbada aún más con un diagnóstico de diabetes tipo 2, y la posibilidad de tener que enfrentar años de inyecciones de insulina y otros medicamentos para controlar sus niveles de glucosa. Los niveles normales de glucosa para individuos saludables deben estar entre 70-100 mg/dL en ayunas y en menos de 180 después de las comidas. Una lectura de glucosa cerca de 1,000 usualmente pone a una persona en estado de coma diabético o en estado inconsciente.
La mayoría de las personas con diabetes tipo 2 no “presentan tan dramáticamente” como el Sr. Braithwaite, dijo Pascual De Santis, M.D. un endocrinólogo con Baptist Health Primary Care, quien está ayudando a guiar al paramédico a través de los cambios requeridos después de su diagnóstico, los cuales incluyen cambios significativos a su estilo de vida como una mejor nutrición, la pérdida de peso y el ejercicio regular.
“Es muy posible que él estaba empeorando con el tiempo”, dice el Dr. De Santis. “El cuerpo tiene la capacidad de adaptarse. Él posiblemente había estado sintiendo los síntomas de manera progresiva hasta que alcanzaron el punto en el cual él sintió la necesidad de ir al hospital. La mayoría de las personas no van a presentar con un nivel de azúcar tan alto ni ser diagnosticados con diabetes de forma tan dramática”.
El Sr. Braithwaite, que es padre de tres varones y de una niña de cuatro meses, pesaba 289 libras cuando llegó al hospital. Había estado atravesando unos momentos muy traumáticos luego de la muerte de su hermano.
“Comencé a darme cuenta de que estaba tomando mucha agua y haciendo mucho pipi”, explica el Sr. Braithwaite. “La letargia también era uno de mis síntomas. En abril, mi hermano falleció después de un accidente automovilístico – al mismo tiempo que los síntomas empezaron a presentarse. Yo pensaba que mis síntomas eran por causa de los nervios”.
Transformándose a través de los cambios a su estilo de vida
El Sr. Braithwaite está tomando su diagnóstico muy en serio. Se está transformando con la inspiración del nacimiento de su hija. Ha bajado más de 50 libras y ahora está pesando 232 libras. El sobrepeso es un factor de riesgo principal para la diabetes tipo 2 así como también lo es la distribución de grasa en el cuerpo, la falta de actividad, la mala nutrición y los antecedentes familiares.
El Sr. Braithwaite también está siendo asesorado por Natacha Borrajo, una dietista registrada con Baptist Health Primary Care. Ella aduló su compromiso y su determinación de adoptar hábitos más saludables, tales como enfocarse en las frutas y los vegetales y mantenerse activo.
“Cada vez que lo veo, está bajando de peso y poniendo de su parte para educarse más allá de lo que yo le enseño”, dice Borrajo. “Se está enfocando en una “dieta basada en las plantas y asegurándose de comer una gran variedad de vegetales. Y las investigaciones han demostrado que mientras más alimentos basados en plantas uno coma, más saludable estará a largo plazo”.
El Sr. Braithwaite dice que sintió que no le quedaba otra alternativa que hacer cambios significativos por el bien de su salud y de su familia.
‘No quería que mi hija me viera deteriorándome’
“Me dije a mi mismo que esta era mi única opción de ahora en adelante. Podía permanecer así o tratar de cambiar mi estilo de vida y así lo hice”, dijo Braithwaite. “Seguiré haciendo ejercicios y consumiendo una dieta basada en las plantas. Esto me ha abierto los ojos. Tengo una hija que nació durante toda esta situación. Yo no quería que mi hija me viera deteriorarme”.
Una dieta saludable para una persona diabética es igual que para cualquier persona que quiera permanecer saludable – un plan de alimentación alto en frutas, vegetales, granos enteros y proteínas magras. El manejo del peso y el ejercicio regular también son muy importantes.
“Está claro que Christopher tiene la fuerza de voluntad para implementar estos cambios tan significativos a su estilo de vida”, dijo el Dr. De Santis. “Desafortunadamente, muchas personas no tienen esta misma fuerza de voluntad. Él pudo optimizar los cambios a su estilo de vida y darse cuenta lo poderosos que son”.
El Sr. Braithwaite espera poder inspirar a los demás a que se eduquen y que adopten hábitos de vida más saludables para evitar su situación tan dramática.
“He aprendido que, en la mayoría de los casos, las personas con diabetes tipo 2 tienden a continuar con el mismo estilo de vida. Sienten que los medicamentos básicamente van a mantener estables sus niveles de glucosa. Comen lo que se les antoja y se toman los medicamentos”, dice él. “Solo hay que educarse. Hay que poner de nuestra parte para sacar provecho”.
Noticias más importantes
There are no comments