25 de March de 2020 por John Fernandez
Respirar con Tranquilidad
Durante 25 años, el pulmonólogo Rodney Benjamin ha estado tratando el asma severa de Esperanza Graveran con la mejor terapia con medicamentos disponible. El año pasado, esa terapia incluyó una dosis oral de prednisona, un tipo de esteroide que reduce la inflamación pero que conlleva el riesgo de severos
efectos secundarios.
Recientemente, el Dr. Benjamin aplicó un nuevo tratamiento a Graveran en South Miami Hospital, la
termoplastia bronquial, la primera terapia sin medicamento aprobada por la Administración
de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) para adultos cuya asma no se puede controlar
con medicinas.
“No se trata de una cura, pero es un gran avance”, asegura el Dr. Benjamin. “Este nuevo tratamiento ha
demostrado que mejora la calidad de vida de los pacientes, reduce el número de visitas al médico y a la
sala de emergencias y días perdidos de escuela o trabajo”.
“No se trata de una cura, pero es un gran avance”, asegura el Dr. Benjamin. “Este nuevo tratamiento ha
demostrado que mejora la calidad de vida de los pacientes, reduce el número de visitas al médico y a la
sala de emergencias y días perdidos de escuela o trabajo”.
Este nuevo tratamiento, para personas mayores de 18 años, reduce la flacidez muscular en las vías
respiratorias, lo cual disminuye la capacidad de éstas de contraerse. Eso, a su vez, reduce la
frecuencia y severidad de los ataques de asma.
“Es [un tratamiento] de mínima invasión y no implica ningún tipo de incisión —de modo que no hay riesgo
de sangramiento— y se ha documentado muy bien la seguridad del procedimiento”, explica el Dr. Raúl
Valor, pulmonólogo y jefe de medicina pulmonar de Baptist Hospital.
Unos 25 millones de estadounidenses sufren de asma, y en casi un 10 por ciento, entre ellos el caso de
Graveran, es persistente y severa.
“Prácticamente se estaba muriendo de asma cuando la conocí hace 25 años”, dice el Dr. Benjamin.
En todos estos años, “he tomado casi todo lo que existe en el mercado”, señala Graveran (53), analista
financiera residente en Coconut Grove.
“Algunas veces mejoraba un poco, pero después empeoraba. Un ataque de asma es horrible. Uno siempre
siente que se va a morir”.
La prednisona la ha ayudado a mantenerse alejada del hospital, pero ha resultado dañina para otro de
sus problemas médicos, la osteoporosis.
Por otro lado, la prednisona puede generar otros efectos secundarios debilitantes, entre ellos
cataratas, alta concentración de azúcar en la sangre y cambios de estado anímico.
Graveran, siempre en la búsqueda de alternativas nuevas y menos tóxicas, participó en un ensayo médico
con la termoplastia bronquial. Cuando el Dr. Benjamin lo sugirió, ya estaba preparada. “Confío
plenamente en él”, asegura. “Tiene un toque humano que resulta difícil de encontrar en el mundo que
vivimos hoy”.
Este procedimiento ambulatorio consiste de tres tratamientos de una hora, con una diferencia de tres
semanas entre uno y otro y enfocados en una zona diferente de los pulmones.
Incluso después del primer procedimiento, Graveran comenzó a sentirse mejor. “Sabía que iba a
funcionar, pero no esperaba ningún cambio tan inmediato”.
Después de dos tratamientos, “ya podía trabajar en el patio, algo que no había podido hacer en mucho
tiempo. Estuve cortando arbustos y me sentí bien”.
Después de su último tratamiento, a finales de diciembre, “continuaba respirando mejor. Ya no
resuello”, al día. Al final del tratamiento, ya estaba en 5 miligramos y disminuyendo “esperemos que
hasta nada”, dice el Dr. Benjamin. “Esta fue una respuesta especialmente significativa. No sólo está
prescindiendo de la prednisona, sino que no está teniendo asma, lo cual es un enorme cambio para ella”.
Graveran está de acuerdo.
“Ojalá hubieran descubierto este tratamiento hace años. Ahora me siento mejor que nunca”.
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