25 de March de 2020 por John Fernandez
Nuevas regulaciones para la prevención de la enfermedad cardiaca y los ataques cerebrales
Los principales expertos en salud cardiovascular de la nación han adoptado nuevas regulaciones para evitar la enfermedad cardiaca y los ataques cerebrales. Están ahora enfocándose más en la obesidad, la diabetes y otros importantes factores de riesgo, mientras que se fian menos de los niveles de colesterol.
“Tratamos de actualizar las regulaciones que hemos estado utilizando durante mucho tiempo”, explicó el Dr. Jonathan Fialkow, director médico de cardiología clínica en el Baptist Cardiac & Vascular Institute. “Estamos enfocando a las personas que tienen un riesgo mucho mayor de enfermedad cardiaca o ataques cerebrales en un punto más temprano en sus vidas. El tratamiento temprano mejora la oportunidad de evitar los problemas”.
Cerca de 610,000 estadounidenses tienen un primer ataque cerebral cada año. Otros 525,000 tienen su primer ataque cardiaco. De acuerdo con el American Heart Association, estos riesgos pueden reducirse a través de cambios al estilo de vida y, en algunos casos, medicamentos como las estatinas.
Las regulaciones actualizadas y ampliadas –publicadas en noviembre- ahora incluyen el tratar la obesidad como una enfermedad y brindar otros recursos para tratar los factores de riesgo como son la diabetes y la alta presión arterial.
Las cuatro áreas de enfoque ahora incluyen:
Los expertos revisaron cientos de estudios clínicos de investigación antes de crear recomendaciones sobre lo que funciona mejor para poder proporcionar a los médicos de todo el país con la investigación más actualizada.
También hay muchas personas a quienes no aplican las normativas, dice el Dr. Fialkow.
Y recuerde: Su médico tiene la última palabra. Esto es porque cada individuo con factores de riesgo para la enfermedad cardiaca tiene un reto singular y muchos requieren diferentes tratamientos basados en su estilo de vida, historia familiar y los resultados de sus exámenes.
Un nuevo enfoque para tratar el colesterol
Medir el colesterol es aun un componente vital. Pero, bajo las nuevas regulaciones del American Heart Association (AHA por sus siglas en inglés) y el American College of Cardiology, la fórmula para evaluar quién necesita tomar drogas que reduzcan el colesterol, también llamadas estatinas, es mucho más amplia.
El resultado que se desea: más personas que necesitan las estatinas las obtendrán.
Los médicos dicen que el nuevo enfoque limitará cuántas personas con bajo riesgo a enfermedad cardiaca tomen medicamento para reducir el colesterol – simplemente por tener un número de colesterol.
Pero para aquellos con alto riesgo a enfermedad cardiaca, las regulaciones revisadas podrían ampliar el número de pacientes en estatinas. He aquí porqué:
Debido a las nuevas regulaciones, 33 millones de estadounidenses —el 44 por ciento de hombres y el 22 por ciento de las mujeres— cumplirían con el umbral para tomar estatinas. Bajo las antiguas regulaciones, las estatinas solamente se recomendaban a cerca del 15 por ciento de los adultos. La razón es porque las antiguas recomendaciones sólo consideraban el riesgo de la persona a la enfermedad cardiaca, dejando fuera el riesgo a un ataque cerebral.
“Pero no es sólo el colesterol”, insiste el Dr. Fialkow. “Hay mucho más envuelto en observar la salud de una persona incluyendo la obesidad, la diabetes y la historia familiar. Estas regulaciones están menos enfocadas en los niveles de colesterol antes y después del tratamiento”.
De todas formas, el nuevo enfoque se aparta de tratar a los pacientes con drogas hasta que lo que llamamos el “colesterol malo” o LDI por sus siglas en inglés, alcanza un número específico – uno que para la mayoría de las personas es casi imposible alcanzar solamente con dieta.
Cuatro categorías de terapia de estatinas
Las nuevas regulaciones agrupan en cuatro categorías a los adultos que tienen probabilidades de beneficiarse con drogas que reduzcan el colesterol. Las categorías incluyen a personas diagnosticadas con enfermedad cardiaca y diabetes, así como aquellos con altos niveles de colesterol LDL.
Las regulaciones recomendadas para terapia con estatinas para los siguientes grupos son:
Nueva ecuaciones para medir los riesgos
Para aquellos en el grupo de edades entre 40 y 79, se recomiendan “nuevas ecuaciones” para medir el riesgo de la persona a sufrir un ataque cardiaco o ataque cerebral durante los próximos 10 años.
Para calcular el riesgo durante los próximos 10 años, la ecuación usa la raza, el género, la edad, el colesterol HDL total (bueno), la presión arterial, el uso de medicamento para la presión arterial, la presencia de diabetes y el estado de fumador. Hay disponible una fórmula aparte – comenzando a los 20 años- para estimar el riesgo de una persona durante su vida.
Combatir la obesidad con cambios al estilo de vida
De acuerdo con la AHA y la American Stroke Association, la obesidad debe tratarse como una enfermedad, y los médicos deben recomendar a sus pacientes hacer cambios a su estilo de vida que incluyan una dieta saludable y ejercicios regulares.
Las dos asociaciones aconsejan que la mejor estrategia para perder peso y mantenerse es un enfoque de tres ganchos: Coma menos calorías que las que necesita su cuerpo, haga más ejercicio y cambie sus comportamientos poco saludables.
Los pacientes suelen mantenerse en el camino correcto cuando los guían profesionales en un ambiente de atención médica. Es por esto que ahora se recomienda a los médicos que ayuden a sus pacientes más activamente a lograr y mantener un peso corporal saludable, posiblemente refiriéndoles a nutricionistas y entrenadores certificados.
“A fin de cuentas, lo que estamos tratando de hacer es personalizar las evaluaciones lo más posible”, explica el Dr. Fialkow. “En lugar de la métrica rigurosa, estamos utilizando más información en esa persona particular para determinar su tratamiento”.
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