25 de March de 2020 por John Fernandez
¿Noches de desvelo en la tercera edad?
Las personas dicen a menudo “Dormí como un bebé” para describir una noche de sueño apacible. Eso es porque los recién nacidos duermen de 16 a 20 horas al día y aparentemente pueden dormir en cualquier circunstancia. Sin embargo, según nos vamos haciendo mayores, la cantidad de tiempo que dormimos cada día va disminuyendo y, para muchos, la calidad del sueño también declina.
Los National Institutes of Health estiman que el 30 por ciento de los adultos se quejan de la interrupción del sueño y el 50 por ciento de los adultos mayores tienen dificultad para quedarse dormidos y en mantener el sueño.
“Aunque los trastornos del sueño son comunes, a menudo no se diagnostican ni se tratan” dijo
Edward Mezerhane, M.D, especialista en medicina del sueño de adultos y de niños afiliado aBaptist Health. “Recientemente, no obstante, los datos científicos han impulsado al sistema de salud a ser más proactivo en cuanto a diagnosticar y tratar a pacientes con trastornos del sueño”.
Un estudio reciente explica por qué las personas mayores sufren desproporcionadamente de problemas crónicos del sueño. Los investigadores encontraron que un grupo de neuronas inhibidoras del cerebro, que son esenciales para tener un sueño prolongado y tranquilo, disminuyen con la edad. Los resultados sugieren que la disminución de esas neuronas está directamente relacionada con los trastornos del sueño que sufren los adultos mayores.
“A medida que la gente envejece, es frecuente que disminuya el N3, o la etapa 3 del sueño. Ese es el sueño vital, profundo, que el cuerpo necesita para recuperarse”, explicó el Dr. Mezerhane.
A pesar de que los resultados de este estudio puedan fortalecer la creencia común de que los problemas del sueño son una parte normal del envejecimiento, el Dr. Mezerhane aconseja a las personas que ignoren los trastornos del sueño y que tomen las medidas necesarias para mejorarlos abordando los factores que puedan controlar.
El sueño y la enfermedad
Él advierte que no dormir lo suficiente tiene consecuencias a corto y a largo plazo. A corto plazo, la falta de sueño puede afectar el juicio, el estado de ánimo, la capacidad cognitiva, y puede aumentar el riesgo de accidentes y lesiones. A largo plazo, la falta de sueño recurrente puede llevar a problemas de salud, incluyendo la obesidad, la diabetes, enfermedades cardiovasculares e, incluso, la muerte prematura, según reportan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
“Es importante determinar las causas subyacentes de la interrupción del sueño, que podrían incluir condiciones médicas, una higiene del sueño pobre u otros hábitos de vida”, dijo elDr. Mezerhane. “Tratar los desórdenes médicos y atender otros problemas pueden mejorar drásticamente su sueño y su salud general”.
El insomnio y el sueño interrumpido en las personas de edad avanzada son efectos secundarios comunes causados por condiciones médicas tales como la artritis, la insuficiencia cardiaca congestiva, la acidez estomacal, el hipertiroidismo, el síndrome de pierna inquieta, los problemas de la próstata y de la vejiga, apnea del sueño, la obesidad y la depresión. Los medicamentos, los cambios en el estilo de vida después del retiro y tener un cónyuge que ronca también pueden causar trastornos del sueño.
Hábitos de sueño saludables
Una pobre higiene del sueño también puede causar problemas, mientras que los buenos hábitos pueden ayudar a equilibrar los factores biológicos que dificultan lograr un sueño saludable a medida que envejecemos.
Aunque muchos problemas del sueño se pueden resolver haciendo cambios en el estilo de vida o en el entorno del sueño, a veces un cambio de conducta no basta. Si usted tiene trastornos del sueño, consulte a un especialista en la materia, recomienda el Dr. Mezerhane. Un especialista del sueño puede realizar un estudio del sueño para identificar y tratar los trastornos que le impiden dormir saludable y regularmente.
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