25 de March de 2020 por John Fernandez
Los 5 mitos principales acerca de la presión sanguínea
Aproximadamente la mitad de todos los adultos en los Estados Unidos pueden tener alta presión sanguínea, o hipertensión, pero muchos de ellos no lo saben o piensan que son demasiado jóvenes, o están bajo la impresión de que no están en riesgo.
Existen muchas ideas erróneas acerca de la hipertensión que son responsables por esta tendencia, según los médicos y los estudios recientes. Uno de los mitos más grandes es que la hipertensión es una enfermedad que afecta mayormente a las personas mayores de 60 años. Una epidemia de obesidad a través de los EE.UU. ha ayudado a desmentir ese mito.
“La presión alta no es una condición que afecta exclusivamente a los envejecientes. La mayoría de las personas desarrollan presión alta en sus 40”, dice Ian Del Conde, M.D., un especialista cardiovascular en Miami Cardiac & Vascular Institute. “A medida que vemos las tasas de obesidad aumentar, inclusive en la adolescencia, también estamos viendo la presión alta comenzar en edades más tempranas. Estamos viendo más personas en los 20 y los 30 con presión alta. Es un verdadero problema”.
La hipertensión se ha convertido en un problema tan grande que la American Heart Association (AHA), el American College of Cardiology y otros grupos de profesionales de la salud recientemente reevaluaron las directrices para el diagnóstico de la enfermedad. La lectura redefinida de la presión alta es ahora 130/80, una reducción desde 140/90. El estándar más estricto, que fue el primer cambio mayor en las directrices para la presión sanguínea en 14 años, significa que un 46 por ciento de los adultos en los Estados Unidos, incluyendo un creciente número de personas menores de 45 años, ahora serán considerados hipertensivos.
La presión alta, que ocurre cuando la fuerza de la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos es demasiado alta, es un riesgo mayor para la enfermedad cardiaca y los infartos cerebrales – las dos causas principales de muerte en el mundo.
“La presión alta es un problema porque afecta a muchos de los órganos y de los sistemas del cuerpo, incluyendo el cerebro, los ojos, el corazón y los riñones”, dice el Dr. Del Conde. “Esa es la consecuencia de la presión alta mal tratada por un tiempo prolongado”.
He aquí los cinco mitos principales acerca de la hipertensión, según la American Heart Association:
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- Mito: La presión alta corre en mi familia. No puedo hacer nada para prevenirla.
La presión alta puede tener un factor genético en las familias. Sin embargo, las opciones de estilo de vida han permitido que muchas personas con antecedentes familiares de alta presión sanguínea puedan evitarla. “Si otros miembros de su familia tienen la presión alta, usted puede ser proactivo para prevenirla”, dijo el Dr. Del Conde. - Mito: Yo no uso sal en la mesa así que tengo el control de mi consumo de sodio y de mi presión sanguínea.
En algunas personas, el sodio puede aumentar la presión sanguínea. Sin embargo, controlar el sodio es mucho más que dejar el salero. También significa que hay que revisar las etiquetas de los alimentos, ya que hasta un 75 por ciento del sodio consumido está escondido en los alimentos procesados, incluyendo las comidas pre-empacadas, las sopas, los condimentos, las comidas enlatadas y las mezclas preparadas. - Mito: Yo uso la sal kosher o la sal de mar cuando cocino, en vez de la sal regular. Estas son alternativas bajas en sodio.
Químicamente, la sal kosher y la sal de mar son iguales a la sal regular de mesa – 40 por ciento sodio – y cuentan igualmente hacia el consumo total del sodio. La sal de mesa es una combinación de dos minerales, el sodio (Na) y el cloruro (Cl). “Puede ser que tenga mejor sabor, pero no necesariamente es mejor para su cuerpo”, dijo el Dr. Del Conde. “Porque a fin de cuentas la sal es cloruro de sodio. No importa si es sal de mar o sal kosher. Son todas iguales. Todas tienen los mismos efectos químicos y biológicos”. - Mito: Yo me siento bien. No tengo que preocuparme por tener la presión alta.
Alrededor de 103 millones de adultos estadounidenses tienen la presión alta – y muchos de estos no lo saben o no han experimentado los síntomas típicos. “La presión alta ha sido llamada el ‘asesino silencioso’, precisamente por eso mismo”, dice el Dr. Del Conde. “Una persona puede tener la presión sumamente alta y no tener síntomas y sentirse bien. Y luego de repente se chequea la presión por cualquier otro motivo y encuentra que la tiene alta. La única manera de saber es chequeándosela”. - Mito: Las personas con presión alta tienen nerviosismo, sudores, dificultad para dormir y se le pone la cara colorada. Yo no tengo ninguno de esos síntomas, así que estoy bien.
“La alta presión puede desarrollarse y raramente causa síntomas”, explica el Dr. Del Conde. “No estoy nervioso’ no significa que usted no tiene la presión alta. Y aunque usted esté nervioso, lo cual desafortunadamente es parte de la vida, eso no significa necesariamente que usted va a desarrollar alta presión sanguínea”.
- Mito: La presión alta corre en mi familia. No puedo hacer nada para prevenirla.
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