7 de April de 2020 por John Fernandez
Las vacunas y la prevención de los brotes de sarampión y rubéola
En la pasada década, las fuentes noticiosas han reportado brotes de enfermedades que una vez se pensó habían sido eliminadas en los Estados Unidos y en otros países desarrollados. Hasta la fecha en el 2019, los brotes de sarampión y de rubéola en los Estados Unidos han sido titulares noticiosos y han puesto a los oficiales de salud pública bajo escrutinio para recordarle a la población acerca de los beneficios de las vacunas en contra de estas infecciones mortales que están resurgiendo.
Los oficiales de salud de los estados de Washington, Nueva York, California, Oregón, Pennsylvania, Connecticut, Colorado, y Georgia han reportado casos de sarampión que han excedido el número de casos que usualmente se ven en un año. El estado de Washington ha declarado un estado de emergencia para poder obtener los recursos que necesita la zona para ayudar a contener el brote, mientras que Nueva York ha prevenido que 6,000 niños sin vacunarse asistan a las escuela por más de dos meses.
Además, alguien con el virus de la rubéola asistió al North American International Auto Show en Detroit el pasado mes, exponiendo potencialmente a miles de personas a ese virus, el cual tiene su mayor impacto en los bebés sin nacer.
Los oficiales de salud pública dicen que un movimiento anti-vacunación persistente entre algunos padres ha alimentado la resurgencia o el brote de estas enfermedades. La publicidad de hace años, derivada de un estudio ya desacreditado acerca de un posible vínculo entre las vacunas y el autismo ha aumentado las preocupaciones de algunos padres acerca de los efectos secundarios potenciales. Sin embargo, los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés), la Administración de Drogas y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) y los National Institutes of Health (NIH) han reiterado la seguridad de las vacunas. Los CDC han declarado que “los estudios han demostrado que no existe un vínculo entre recibir las vacunas y desarrollar un trastorno del espectro autista (ASD por sus siglas en inglés)”.
El sarampión
Los CDC dicen que el virus que causa el sarampión se riega rápidamente a través del aire cuando una persona infectada tose o estornuda y otras personas respiran el virus. Las señales del sarampión incluyen fiebre, tos, goteo nasal, ojos enrojecidos y la erupción típica de pequeños puntitos rojos que se riega desde la cabeza hacia el resto del cuerpo. Se han documentado serias complicaciones tales como neumonía, encefalitis y nacimientos prematuros como resultado del sarampión, así como también una o dos muertes por cada 1,000 casos, según reportan los CDC. Pero desde que salió al mercado la vacuna contra el sarampión en el 1963 y esta ha sido ampliamente utilizada en los Estados Unidos desde entonces, los CDC habían podido declarar la infección como “eliminada” en el año 2000, indicando que no había transmisión continua del virus durante un periodo de 12 meses en un área geográfica específica. Esa eliminación terminó cuando una resurgencia, como los últimos brotes, comenzó a aparecer.
La rubéola
El virus que causa la rubeola, mejor conocida como el “sarampión alemán”, causa síntomas parecidos a los del sarampión, incluyendo fiebre, tos, goteo nasal y ojos enrojecidos. Sin embargo, con la rubeola, la primera señal es usualmente la erupción que dura alrededor de tres días, según los CDC. También puede surgir un dolor de garganta.
Para muchos niños y adultos que contraen la rubéola, los síntomas son leves y las complicaciones serias son raras. Sin embargo, para las mujeres embarazadas, la rubeola puede causar un aborto espontaneo, la muerte del bebé después de nacer o serios defectos de nacimiento, tales como problemas del corazón, sordera, ceguera, discapacidades intelectuales y daños al hígado y al bazo.
Al igual que con el sarampión, la vacuna contra la rubéola fue desarrollada en los años 1960 y ha sido ampliamente utilizada en los EE.UU. desde entonces, llevando a los CDC a declarar la enfermedad eliminada en el año 2004. La mayoría de los casos de rubéola en los Estados Unidos hoy en día se originan en las áreas del mundo donde no está disponible la vacuna.
Los viajeros traen las infecciones
Los brotes de sarampión en Washington y en Nueva York han sido rastreados a viajeros que han llegado de países donde la vacuna no está disponible o no es utilizada, dicen los oficiales de salud. Pero el contacto de estos viajeros con personas sin vacunar en los Estados Unidos es lo que ha causado el brote, dicen ellos.
Y en cuanto se trate del caso de rubéola en el Auto Show de Detroit, no se sabe mucho acerca de la persona que expuso a las personas presentes, pero los oficiales del departamento de salud han advertido a las personas que asistieron que estén pendientes a los síntomas de la infección.
La vacuna de MMR
Mario Zambrano, M.D., médico de emergencia pediátrica en Homestead Hospital dice que la mejor manera de proteger contra el sarampión y la rubéola es a través de las vacunas. La vacuna de MMR que combina las vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubéola en una sola inyección, salió al mercado en los Estados Unidos en los años 1970 y ha sido acreditada con la reducción en los casos de estas enfermedades en los países desarrollados, dice el Dr. Zambrano.
La vacuna de MMRV
Otra vacuna, la MMRV, la cual combina las vacunas de MMR con una vacuna contra la varicela, el virus que causa la enfermedad del mismo nombre, también se puede utilizar en vez de la de MMR para prevenir estas infecciones. Ambas, la vacuna de MMR y la de MMRV se ponen primero entre las edades de 12 a 15 meses de edad, con una vacuna de refuerzo recomendada entre los 4 y los 6 años de edad, según los CDC, para aumentar la protección de por vida contra estos virus. La vacuna de MMRV es tan eficaz como la del MMR y elimina la necesidad de poner una vacuna adicional a los 12 meses de edad. Sin embargo, solamente está licenciada para ser utilizada entre los 12 meses y los 12 años de edad.
Las vacunas para adultos
El Dr. Zambrano dice que los adultos que no recibieron las vacunas de MMR o de MMRV cuando eran niños se pueden beneficiar de la vacuna de MMR como adultos. Los CDC dicen que a menudo, durante los brotes de estas enfermedades, los oficiales de salud pública recomiendan que cualquier persona que no tenga evidencia de inmunización – un expediente de vacunación previa – se vacune.
‘La renuencia a la vacunación’
El Dr. Zambrano nota que las tasas de vacunación han aumentado constantemente luego de que las vacunas se convirtieron en requisitos para matricular a los niños en la escuela a principios de los años 70. Este período de tiempo corresponde con la rebaja en el número de casos de sarampión y rubéola. Él también nota que estas enfermedades están resurgiendo a tasas que corresponded con el creciente número de exenciones de vacunación por motivos religiosos o políticos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente enumeró la “renuencia a la vacunación” entre las 10 amenazas principales de salud para el 2019. Esta renuencia a la vacunación, según la OMS, amenaza con reversar los avances que se han logrado para eliminar las enfermedades prevenibles por las vacunas como lo son el sarampión y la rubéola. La OMS nota que las vacunas actualmente previenen entre dos y tres millones de muertes anualmente y son “una de las maneras más económicas de evitar las enfermedades” a través del mundo.
“Yo quisiera que algunas vacunas fueran mandatorias”, dijo el Dr. Zambrano, “pero vivimos en una sociedad que no puede forzar a las personas a creer lo que nosotros creemos”.
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