La afasia: Un trastorno que es más común de lo que usted piensa

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Publicado

6 de July de 2016


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Imagine que su capacidad para hablar, leer o escribir fuera repentinamente obstaculizada o alterada. Comunicarse con sus familiares, amigos y colegas sería dificultoso, estresante si no imposible. ¿Cómo volvería a aprender usted estas habilidades o cómo lidiaría usted con la pérdida de habilidades que antes eran naturales?

Para miles de personas que experimentan la afasia cada año como resultado de un accidente cerebrovascular, una lesión cerebral o una condición neurológica, el trastorno y los meses de rehabilitación que le siguen son transformadores. Los especialistas dicen que un enfoque intensivo en la rehabilitación inmediatamente después del derrame cerebral o la lesión es algo crítico, junto con cambios al estilo de vida que pueden eliminar algunos de los factores de riesgo.

Cada año más de 180,000 personas experimentan la afasia, un trastorno de comunicación adquirido que es causado por un daño o lesión al lado izquierdo del cerebro, el cual controla el lenguaje. Alrededor de 25 a 40 por ciento de los sobrevivientes de un derrame cerebral sufren de afasia. Mientras que la afasia afecta la capacidad de procesar el lenguaje, no impacta la inteligencia.

La afasia, que es más común que la enfermedad de Parkinson, la distrofia muscular o la parálisis cerebral, afecta alrededor de 2 millones de personas según la National Aphasia Association. Sin embargo, el término “afasia” es desconocido para la mayoría de los estadounidenses.

Los factores de riesgo

“La afasia es muy común en mi práctica”, dijo Luis Orengo, M.D. un fisiatra con el programa de neuro-rehabilitación en el Baptist Health Neuroscience Center (un fisiatra se especializa en medicina física y rehabilitación). “Alrededor de 50 a 60 por ciento de mis pacientes han sufrido un accidente cerebrovascular o derrame cerebral, pero también vemos afasia en pacientes que sufren de lesiones traumáticas del cerebro, pacientes con tumores cerebrales y trastornos neurológicos”, dijo el Dr. Orengo.

Los derrames cerebrales, las lesiones cerebrales traumáticas y los tumores cerebrales representan una gran mayoría de los casos, dice él. Los pacientes con afasia son típicamente mayores y tienen alto riesgo de tener un accidente cerebrovascular pero los derrames cerebrales también ocurren en las personas jóvenes. Los factores de riesgo para los derrames cerebrales son la diabetes, hipertensión, hiperlipidemia (altos niveles de lípidos o grasa en la sangre) y enfermedad cardiaca. Una dieta poco saludable, el tabaquismo y el uso excesivo del alcohol también son factores de riesgo.

“Otros factores de riesgo incluyen la genética, la historia familiar de derrames cerebrales y la raza. También sabemos que los afroamericanos y los hispanos típicamente tienen más probabilidades de sufrir de un derrame cerebral debido a las altas tasas de hipertensión, diabetes y otros factores de riesgo”, dijo el Dr. Orengo.

Los efectos de la afasia    

Los pacientes pueden experimentar uno de tres tipos de afasia:

  • Expresiva– El habla y la articulación son alteradas pero la comprensión es completa.
  • Receptiva – El habla es fluida pero la comprensión es alterada.
  • Global – Una combinación de expresiva y receptiva incluyendo déficits tanto de expresión como de comprensión o lesión cerebral.

“El propósito principal de mi especialidad es el de mejorar el estatus funcional del paciente y devolver a ese paciente a la comunidad lo antes posible”, dijo el Dr. Orengo.

Además de los déficits en la comunicación, la afasia típicamente se complica con los retos motores o sensoriales, particularmente para los pacientes de los derrames cerebrales. Después de un derrame cerebral, los pacientes típicamente experimentan debilidades motores y sensoriales en la parte derecha del cuerpo. Su habilidad para caminar o para usar los brazos puede verse obstaculizada y pueden experimentar entumecimiento o disminución de sensibilidad.

Tratamiento y recuperación

Cuánto pueda recuperarse un paciente y cuánto tiempo tome la recuperación depende del lugar de la lesión cerebral, qué cantidad del cerebro ha sido afectada y cuán rápidamente reciben intervención. Algunos pacientes se recuperan completamente pero otros tienen retos de comunicación de por vida. El Dr. Orengo ve a la mayoría de los pacientes en el hospital para la fase “aguda” del tratamiento, inmediatamente después del evento que les causó la afasia.

“Si los pacientes tienen déficits de lenguaje y comunicación y algunos déficits sensoriales, Yo los llevo a la unidad de rehabilitación que tenemos aquí en el Baptist Hospital. Yo encabezo un grupo de terapistas el cual incluye fisioterapistas, terapistas ocupacionales, terapistas del habla y proporcionamos terapia aguda e intensiva”, dijo él.

“Muchos pacientes pueden volver a sus actividades normales. Algunos tendrán que desarrollar estrategias compensatorias para superar su déficit. Otros necesitan equipo adaptativo”.

El tratamiento primario para la afasia es patología del habla y del lenguaje. Un terapista completa una evaluación completa de las habilidades y los déficits de comunicación del paciente y desarrolla un plan de tratamiento individualizado. Según la severidad de la afasia, la terapia puede incluir enseñarle al paciente y a sus familiares y cuidadores formas alternativas de comunicación.

Después de ser dados de alta del hospital, dice el Dr. Orengo, muchos de sus pacientes continúan haciendo terapia ambulatoria en el Intensive Brain Injury Outpatient Program (Programa Intensivo Para Lesiones Cerebrales) que también es parte del programa de neuro-rehabilitación, o con un terapista privado. Mientras que la atención especializada es esencial para la recuperación y para volver a la comunidad y a la vida familiar, dijo el Dr. Orengo, también lo es el apoyo de la familia.

“El apoyo familiar es extremadamente importante”, dijo él. “Es importante que los familiares los lleven a la terapia y que estén involucrados en su tratamiento”.