8 de April de 2020 por Adrienne Sylver
Ganar Puede Costar Caro
¿En qué quedó aquello de jugar para divertirse? Es una de las preguntas retóricas que suelen hacerse los médicos especializados en medicina deportiva cuando ven a atletas jóvenes con lesiones provocadas por la práctica de un deporte.
En el actual mundo competitivo de los deportes juveniles, muchos chicos terminan lesionados o sin posibilidad de volver a practicar un deporte antes de llegar a la escuela secundaria. El problema es aun más grave en el sur de Florida, donde todo el año es temporada deportiva.
“El viejo dicho de ‘sin dolor no hay ganancia’ no es necesariamente cierto, sobre todo cuando se trata de un cuerpo en etapa de desarrollo”, advierte el Dr. Gautam Yagnik, uno de los especialistas del Center for Orthopedics and Sports Medicine (Centro de Ortopedia y Medicina Deportiva) de Doctors Hospital y West Kendall Baptist Hospital.
Veamos algunos datos estadísticos sobre la juventud y los deportes en Estados Unidos suministrados por Centers for Disease Control (CDC, Centros para el Control de Enfermedades):
Casi 38 millones de jóvenes practican algún deporte organizado.
• Más de 3.5 millones de niños menores de 14 años buscan tratamiento médico por una lesión deportiva cada año.
• Anualmente se presentan dos millones de lesiones entre atletas de secundaria, lo cual resulta en 500,000 visitas al médico y 30,000 hospitalizaciones.
• La tasa de incidencia y la severidad de las lesiones tienden a aumentar con la edad.
• Las lesiones por uso excesivo (de una parte del cuerpo) representan casi la mitad de las lesiones deportivas en escuela intermedia y secundaria.
• Según CDC, más de la mitad de todas las lesiones deportivas se pueden prevenir.
Son los dos últimos datos los que más preocupan al Dr. Yagnik y a sus colegas. Ellos trabajan con entrenadores deportivos de secundaria para prevenir esas lesiones, incluyendo las producidas por uso excesivo o falta de descanso y acondicionamiento apropiado. “Nos interesa
mucho la educación y el entrenamiento”, señala Yagnik.
Estos son algunos de sus consejos para deportistas jóvenes y sus padres:
• Evitar lo “demasiado”: demasiada cantidad, demasiado pronto, demasiado rápido. Los niños pequeños deberían practicar deportes sobre todo para participar, no para competir buscando ganar. Es la filosofía competitiva la que puede poner en peligro a los chicos, que no están física ni emocionalmente preparados para tanta tensión.
• Participar en más de un deporte. Esto ayuda a prevenir el abuso o uso excesivo de uno o más grupos de músculos y a mantener una concentración integral. “Todo el mundo solía practicar diferentes deportes, y había una buena razón para eso”, indica el Dr. Yagnik.
• Descansar, hacer entrenamiento cruzado y escuchar al cuerpo. Aunque se practique un solo deporte, se puede descansar una parte de la temporada para no estar compitiendo todo el año. El entrenamiento cruzado mejora la forma física y evita el uso excesivo, y ambos pueden disminuir el riesgo de lesiones.
• Comenzar un acondicionamiento específico de seis a ocho semanas antes de practicar deportes de alta intensidad como basquetbol, fútbol americano, fútbol y beisbol. Entrenar para fortalecer el cuerpo y estar en buena forma puede reducir significativamente la
incidencia de lesiones.
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