DFM: Otro tipo de bloqueo arterial

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Publicado

28 de April de 2014


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Es más conocida por lo que algunos médicos llaman DFM, que es una forma mucho más sencilla de decir “displasia fibromuscular”. Lamentablemente, la condición en sí misma – que comúnmente afecta a la mayoría de las mujeres cuando llegan a los 40 años – no es tan conocida entre los médicos primarios y especialistas no vasculares.

La displasia fibromuscular es una enfermedad que se caracteriza por un desarrollo anormal de células en las paredes de diferentes arterias. Como resultado, pueden suceder estrecheces en algunas áreas (llamadas estenosis), aneurismas, o desgarros llamados disecciones. Muchas personas con DFM no tienen ningún síntoma o señal, y se les diagnostica de forma accidental durante un examen radiológico por otro problema.

La alta presión arterial es uno de los hallazgos más comunes en la DFM. La alta presión arterial se desarrolla en la DFM cuando las arterias que llevan oxígeno a los riñones se estrechan por crecimientos anormales en la pared. La DFM también puede resultar en un accidente cerebral cuando ocurren crecimientos fibrosos en las arterias que llevan sangre al cerebro.

“La DFM es una enfermedad vascular no inflamatoria, de causa desconocida, que generalmente afecta a mujeres jóvenes, pero cuyos síntomas pueden oscilar de ninguno a un accidente cerebral y muerte”, explica el Ian Del Conde, M.D., especialista en medicina vascular y enfermedad cardiovascular quien ayuda a dirigir una de ocho clínicas para la DFM en los Estados Unidos en el Baptist Cardiac & Vascular Institute.

En la mayoría de los casos (hasta el 75 por ciento de los pacientes), la DFM afecta las arterias que suministran sangre a los riñones (las arterias renales).

Pero también puede afectar la arteria en su cuello que suministra sangre al cerebro – la arteria carótida. A veces afecta otras arterias, como las que van a los brazos, piernas o el abdomen.

‘Silbido’ en los oídos
En un pequeño porcentaje de mujeres afectadas por la DFM de la carótida, un síntoma posiblemente debilitante es un zumbido o silbido en los oídos. Ese ruido puede ir y venir, o durar todo el día.

“Un síntomas muy peculiar de la DFM de la carótida es el “silbido” en el oído, indica el Dr. Del Conde. “Puede ser debilitante y a los pacientes puede costarles trabajo dormir. Muchas veces estos pacientes pueden ir a diferentes especialistas como otorrinos (especialistas de garganta, nariz y oído), y no encuentran nada. A veces el médico sencillamente les dice que no es nada y que no se preocupen”.

Pero la DFM debe ser algo inquietante.

Ese “silbido” es realmente “turbulencia en la circulación de sangre por la carótida”, dice el Dr. Del Conde. El potencial para un accidente cerebral está presente hasta que esa condición se diagnostica y trata con aspirina.

Una arteriografía/angiografía, que es una imagen radiológica de las arterias, se usa con frecuencia para diagnosticar la DFM. Los métodos para el diagnóstico también incluyen otros tipos de estudios de imágenes, como un MRI, ultrasonido y escán TC. En la mayoría de los casos de DFM, la arteria afectada se ve como un “collar de cuentas”. La radiografía también puede mostrar la estrechez de las arterias sin el collar de cuentas.

‘Cuentas de vasos sanguíneos’
“El médico y el técnico de imágenes necesitan ver algo muy específico para diagnosticar la DFM”, explica el Dr. Del Conde. “Frecuentemente se ve un collar de cuentas de vasos sanguíneos en lugar de arterias lisas”.

En ciertos casos, se recomienda una angioplastia de las arterias renales para pacientes con DFM que afecta el suministro de sangre a los riñones. Similar al procedimiento usado para tratar bloqueos en las arterias cardiacas, la angioplastia renal envuelve la colocación de un catéter montado en un globo dentro de la arteria en el sitio de la estrechez o bloqueo.

El Instituto está tomando parte en un Registro de DFM en los Estados Unidos. El registro se surte de 10 instituciones participantes y ha crecido de 447 casos en 2012 a más de 1,000 actualmente.

“El registro es de donde está surgiendo alguna de la mejor información sobre la DFM”, manifiesta el Dr. Del Conde. “Antes del registro, teníamos muy pocos y pequeños casos aquí y allá que se reportaban por todo el mundo. Esto es importante porque estimamos que cerca del 5 por ciento de la población podría tener alguna forma de DFM”.