‘D’-ficiente

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Publicado

2 de July de 2014


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Estamos en verano y usted está haciendo todo lo que puede para proteger su piel manteniéndose lejos del sol y echándose bastante crema de protección solar cuando está al aire libre. Pero, ¿podría este hábito saludable resultar en una deficiencia de vitamina D?

La exposición al sol de forma moderada es la mayor fuente de vitamina D – un nutriente primario para su salud en general, explica Anaisys Ballesteros, D.O., médico de cuidados primarios en Baptist Health.

La luz solar dispara la producción de vitamina D en el cuerpo, y por eso se le conoce como la vitamina de rayo de luz. Pero un estudio publicado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH por sus siglas en inglés) revelan que usar protector solar con un SPF de 30 reduce la habilidad de la piel para elaborar vitamina D en más de un 95 por ciento.

El pigmento de su piel también puede ser un protector solar natural. Las personas con piel oscura, incluyendo afroamericanos e hispanos, tienen un mayor riesgo de sufrir deficiencia de vitamina D porque el pigmento melanina disminuye la habilidad de su piel para producir vitamina D del sol, explican los NIH.

Alguien con piel muy oscura necesita hasta 10 veces la cantidad de exposición solar que alguien con una complexión muy pálida para elaborar la misma cantidad de vitamina D. Aproximadamente del 40 al 60 por ciento de los afroamericanos sufren deficiencia de vitamina D.

“Yo recomiendo a la mayoría de los pacientes que busque alrededor de 15 minutos diarios de exposición solar sin protección antisolar una vez a la semana”, indica la Dra. Ballesteros. “Los pacientes con alto riesgo de cáncer en la piel deben obtener su vitamina D mediante dieta y suplementos”.

Riesgos a la salud
Tener deficiencia de vitamina D puede presentar problemas de salud. El nutriente ayuda al cuerpo a absorber, retener y usar el calcio – uno de los principales bloques estructurales, explica la Dra. Ballesteros. Sin suficiente vitamina D, los niños pueden sufrir un riesgo mayor para raquitismo, debilidad y fragilidad de los huesos y los adultos, presentar un mayor riesgo para osteoporosis.

De acuerdo con una investigación publicada en The American Journal of Clinical Nutrition, la deficiencia de vitamina D también está asociada con un aumento de riesgo de enfermedades de autoinmunidad, hipertensión, debilidad muscular, impedimentos cognitivos y algunos cánceres.

D en su dieta
Usted puede obtener alguna vitamina D que necesita de su dieta. El nutriente ocurre naturalmente en unos pocos alimentos, incluyendo salmón, macarela, atún enlatado, yemas de huevo, queso, zetas e hígado de res – y en alimentos fortificados como la leche, el yogur, jugo de naranja y cereales de desayuno, nos dicen los NIH. Sin embargo, aun las mejores fuentes dietéticas de vitamina D no contienen cantidades suficientes del nutriente, y muchas personas simplemente no consumen porciones adecuadas de estos tipos de alimentos.

Otros factores de riesgo
Los NIH enumeran los siguientes factores adicionales que aumentan su riesgo para deficiencia de vitamina D:

  • Problemas médicos, tales como la enfermedad Crohn, la fibrosis quística y la enfermedad celiaca afectan la habilidad de su intestino para absorber la vitamina D de la comida que ingiere.
  • Estar sobrepeso u obeso afecta el nivel de vitamina D en su sangre porque el nutriente es soluble en grasa, que significa que se disuelve.
  • La edad avanzada afecta la habilidad de sus riñones para convertir la vitamina D en su forma activa y la de su piel para elaborar la vitamina D.

Síntomas de deficiencia
¿Qué debe vigilar si está preocupado sobre su nivel de vitamina D?

“La mayoría de las personas no presenta síntomas”, dice el Dr. Ballesteros. “Pero esto no significa que la deficiencia no comprometa su salud”.

Si los pacientes experimentan síntomas de deficiencia de vitamina D, el dolor en los huesos, la debilidad muscular y la rigidez en las coyunturas son los más comunes. Algunas personas también se “deprimen”. Sin embargo, de acuerdo con un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, estos síntomas son leves y pueden ser mal diagnosticados como fibromialgia, distimia, enfermedad degenerativa de las articulaciones, artritis, síndrome de fatiga crónica y otras enfermedades.

Un sencillo análisis de sangre puede medir correctamente su nivel de vitamina D.

“Yo incluyo una detección de vitamina D como parte del examen físico anual del paciente”, dice la Dra. Ballesteros. “Cerca del 70 por ciento de mis pacientes tienen la deficiencia”.

Haga algo
Si está preocupado de que no está obteniendo suficiente vitamina D mediante su dieta y luz solar, hable con su médico sobre tomar un suplemento, especialmente si usted tiene factores de riesgo adicionales para la deficiencia de vitamina D.

Institutos de Medicina estadounidense (Institutes of Medicine) recomiendan que la mayoría de los niños y adultos de menos de 70 años obtengan al menos 600 Unidades Internacionales (IU por sus siglas en inglés) de vitamina D diariamente, y aquellos mayores de 70 años deben tratar de llegar a los 800 IUs. La Dra. Ballesteros y muchos médicos creen que las personas necesitan cerca del doble de esta cantidad para máximos beneficios.

“También es importante que las personas sean constantes. No debe dejar de tomar el suplemento cuando sube su nivel de vitamina D”, añadió la Dra. Ballesteros. “Los suplementos deben continuarse para seguir manteniendo el nivel apropiado”.