Una Vida Rediviva

Move Down to Article

Compartir


Escrito por


Publicado

12 de March de 2013


Artículos Relacionados    


This post is available in: Inglés

La fatiga constante y los mareos impedían que Janice Carlson disfrutara a plenitud de la vida. La residente de Venice, Florida, a la que sus cinco hijos, 14 nietos y seis bisnietos llaman “Mops”, no podía hacer ningún esfuerzo y tenía que descansar todo el día.

“Estaba mareada, en una niebla. No podía caminar derecha. Algunas veces me sentía tan mareada que no podía levantarme de la cama. Estaba mal, y me iba empeorando”, cuenta la anciana de 81 años.

Sus síntomas eran causados por una estenosis aórtica, el estrechamiento de la vena aorta del corazón. El tratamiento tradicional en este caso es una cirugía de reemplazo de válvula. Pero debido a otros problemas médicos, Carlson no era una candidata idónea para una cirugía de corazón abierto.

Su cardiólogo en Sarasota le había hablado sobre un nuevo procedimiento menos invasivo denominado reemplazo transcateteriano de la válvula aorta (TAVI, por sus siglas en inglés), para reemplazar la dañada por una artificial.

Un cardiólogo amigo de Marcia Carlson Pack, la hija de Janice, les sugirió que buscaran ayuda en Baptist Hospital de Miami, donde se encuentra el Baptist Cardiac & Vascular Institute. Carlson Pack investigó en internet y le gustó lo que leyó sobre los especialistas del instituto. “Quería a los mejores y encontré a los mejores”, recuerda. Los médicos del instituto reemplazaron la

válvula afectada en septiembre pasado, y el alivio fue inmediato. “Al día siguiente sentía que me habían quitado un peso de encima. No sentí el más mínimo dolor por la operación”, dice la paciente. “Era como si hubiera vuelto a nacer”.

La Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó hace poco este tipo de procedimientos para pacientes que no están suficientemente bien para una cirugía regular. “Aunque la cirugía tradicional de válvula sigue siendo la regla de oro del tratamiento, esto es un avance médico”, explica el Dr. Ramón Quesada, director médico de cardiología
intervencionista del instituto. “Les da a los pacientes que antes no tenían otra opción la oportunidad de un tratamiento. Los pronósticos de la señora Carlson son excelentes, y su calidad de vida ha mejorado significativamente”.

Con la ayuda de un equipo multidisciplinario que incluye cirujanos y anestesistas cardiacos, el Dr. Quesada introdujo un catéter en la arteria femoral de Carlson y lo ensartó al corazón. La válvula artificial fue guiada hasta el corazón a través del catéter. “Reemplazamos la válvula mientras el corazón seguía latiendo, sin abrir quirúrgicamente el pecho, deteniendo el corazón y poniendo a la paciente en una máquina de corazónpulmón”, explica el Dr. Quesada. El
procedimiento duró dos horas.

La estenosis aórtica afecta a 1.5 millones de personas en Estados Unidos; de ellas, 250,000 sufren estrechamiento de la válvula severo y potencialmente fatal, que causa dificultad para respirar, dolor en el pecho, desmayos, fatiga y fallas cardiacas.

“Mediante este procedimiento, trabajamos juntos para ayudar a los pacientes de alto riesgo a mejorar su calidad vida”, dice el Dr. Niberto Moreno, jefe de cirugía cardiotorácica de Baptist Health.

Carlson y su hija quedaron impresionadas con la habilidad y la compasión de los médicos y de todo el personal del hospital. “Obran milagros”, dice Carlson, que ahora camina una milla diaria, conduce y disfruta salir con sus amigos y su familia. “Mi corazón está lleno de amor por Baptist Hospital y por toda la gente que trabaja allí. Es un lugar que levanta el ánimo. Yo sé que me han dado el mayor de los regalos: mi propia vida”.

Tags: ,