25 de March de 2020 por John Fernandez
‘Es posible que este estudio me haya salvado la vida’
El juez de primera instancia estadounidense Jonathan Goodman habla sobre su herencia biológica sin rodeos,
pero con una ironía peculiar. “Los Goodmans”, dice, “tenemos un historial de morir jóvenes”.
Su tío murió de un ataque al corazón a los 58 años. A los 63 años, su padre tuvo el mismo destino. “Mi papá gozaba de excelente salud. No bebía ni fumaba. Un día, estaba amarrándose los zapatos para ir a correr, y se desplomó. Eso fue en el año 1976”.
El juez Goodman estaba haciendo todo lo posible para que su destino fuera diferente. Había dejado de fumar cuando era joven, hace más de 35 años. Jugaba al tenis con regularidad, montaba bicicleta y jugaba al golf. Evitaba comer alimentos grasos y no comía mucha carne. Periódicamente se sometía a pruebas de esfuerzo y chequeos con su cardiólogo, quien le recetaba medicamentos para el control de la presión arterial y el colesterol. Y el año pasado, a los 61 años de edad, cuando un amigo lo instó a que se inscribiera en el estudio Miami Heart en Baptist Health, no dudó en hacerlo.
A fi nales del pasado mes de abril, el juez Goodman se sometió a varias pruebas en West Kendall Baptist Hospital, que consistieron en exámenes de sangre, una angiotomografía, una evaluación de los vasos sanguíneos y de la función pulmonar, una ecografía de las arterias carótidas, y otros exámenes. Apenas estaba cruzando la puerta del hospital, cuando recibió una llamada urgente de un integrante del equipo del estudio Miami Heart. “Me dijeron: ‘Tiene que ir inmediatamente a consulta con su cardiólogo’”, recordó el juez Goodman.
La angiotomografía reveló algunos problemas graves. “El hallazgo más preocupante fue un bloqueo
en la arteria circunfl eja izquierda”, una de las tres arterias principales que suministran sangre al corazón, recordó el juez Goodman.
Además, el índice de su concentración de calcio coronario, que mide la acumulación de calcio en las arterias, era 1,103 (0 es normal, 400 indica la necesidad de tratamiento, y cualquier valor mayor a 1,000 es alarmantemente elevado).
A la mañana siguiente fue a consulta con su cardiólogo, el Dr. Harry Aldrich, director médico de electrofi siología, electrocardio-gramas y pruebas de esfuerzo de Miami Cardiac & Vascular Institute en South Miami Hospital, quien lo refi rió con el Dr. Phillip Erwin, cardiólogo intervencionista, para que le hiciera un cateterismo cardíaco en Miami Cardiac & Vascular Institute en South Miami Hospital. No fue una sorpresa cuando las imágenes diagnósticas mostraron una obstrucción del 95% en la arteria circunfleja izquierda, lo cual significaba
que estaba a punto de sufrir un infarto.
El Dr. Erwin le practicó una angioplastia con globo para abrir la arteria, y colocó una endoprótesis en la pared de la arteria para mantener el flujo de sangre. Como estaba bajo una anestesia general ligera, el juez Goodman logró escuchar unas palabras durante el procedimiento mínimamente invasivo.
“Escuché al Dr. Erwin decir: ‘Lance el sistema de entrega de la endoprótesis ahora’. Estaba allí acostado pensando, caramba, es como un conteo de la NASA. Siempre recordaré esas palabras”.
Su estadía en el hospital fue corta y agradable. Unas horas después del procedimiento, estaba comiendo en una delicatesen de su vecindario con su esposa, Suzi. “A la mañana siguiente, ya estaba trabajando en el despacho;
es increíble”.
El Dr. Aldrich dijo que el juez Goodman había sido un paciente modelo. “Jonathan estaba haciendo todo lo posible para controlar sus factores de riesgo”, dijo. Los médicos del juez Goodman agregaron un anticoagulante a su régimen de medicamentos, y él tratará de rebajar aproximadamente 15 libras como le recomendaron, aunque está activo y en forma.
Al mirar atrás, el juez Goodman dijo que no tenía síntomas evidentes de que sus factores de riesgo hubiesen avanzado a un nivel tan peligroso.
“Ocasionalmente me faltaba el aire, eso es todo”. Se sintió tan afortunado de que el Miami Heart Study descubriera el grave bloqueo arterial antes de que le causara un ataque al corazón, que envió una nota a los líderes de Baptist Health para expresar su gratitud.
“Si no hubiera sido por los sorpresivos resultados de la tomografía computarizada de su estudio, nunca habría sabido que tenía una estenosis considerable”, escribió el juez Goodman. “No exagero cuando digo que es posible que este estudio me haya salvado la vida”.
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