Cuando miles de espectadores salgan del World Golf Championships-Cadillac Championship [1] luego de experimentar el clima cálido y soleado de invierno de Miami, es probable que varios de ellos se vayan con la piel rosada o roja como resultado de tomar demasiado sol. La exposición intensa o acumulativa a los rayos ultravioleta (UV) del sol o de las camas de bronceado, pueden causar daños a la piel y la exposición repetitiva puede causar cáncer de la piel.
Los jugadores de los campeonatos de la Professional Golfers Association (PGA) están entre las 2 a 3 millones de personas diagnosticadas con cáncer de la piel a través del mundo cada año. El oriundo de Australia, Adam Scott, quien actualmente ocupa el noveno lugar en el mundo en Golf, se sometió a un procedimiento en el 2011 para extirparse un cáncer de células basales de la cara. El carcinoma de células basales, un tipo de cáncer de la piel que no es melanoma, afecta las células que se encuentran en la capa exterior de la piel, conocida como la epidermis. Es el tipo de cáncer que ocurre con mayor frecuencia, con alrededor de 3 millones de casos nuevos diagnosticados en los Estados Unidos cada año, según reporta la Skin Cancer Foundation. Mientras que el cáncer de células basales casi nunca es fatal, puede ser desfigurante si no se trata.
El campeón de la PGA Rory Sabbatini tuvo un carcinoma de células escamosas que fue extirpado de su cara en el 2010. El cáncer de células escamosas está entre alrededor de un 20 por ciento de los cánceres de la piel, según la American Cancer Society. Brian Davis y Aron Price están entre otros jugadores de la PGA quienes han luchado contra el cáncer de la piel, una enfermedad que afecta a más de uno de cada cinco estadounidenses durante sus vidas. Para las personas que juegan golf para ganarse la vida, la exposición al sol es considerada un peligro de salud ocupacional, clasificado como tal debido a que deben estar afuera y bajo el sol por hasta ocho horas al día.
A pesar de estos casos de alto perfil y del aumento en la concientización acerca de los peligros de la exposición a los rayos del sol, el tratamiento para los cánceres de la piel de tipo no-melanoma aumentó por alrededor de un 77 por ciento entre el 1992 y el 2006, según la Skin Cancer Foundation.
Estadísticas de cáncer de la piel
La Skin Cancer Foundation comparte estadísticas adicionales que incluyen:
- Cada año hay más casos nuevos de cáncer de la piel que la incidencia combinada de cánceres del seno, la próstata, el pulmón y el colon.
• El carcinoma de células basales es el tipo más común de cáncer de la piel; un estimado de 2.8 millones de personas son diagnosticadas anualmente en los EE.UU. Los cánceres de células basales casi nunca son fatales pero sí pueden ser desfigurantes si se les permite crecer. - La incidencia de carcinoma de células escamosas ha estado creciendo con aumentos de hasta un 200 por ciento a través de las pasadas tres décadas en los Estados Unidos.
• Una persona muere de melanoma – el tipo más mortal de cáncer de la piel – cada hora en los EE.UU. - El melanoma es el único de los siete tipos de cáncer más comunes que ha aumentado un 2 por ciento por año – entre el 2000 y el 2009.
• El riesgo de una persona para el melanoma se duplica si esta ha tenido más de cinco quemaduras solares.
A medida que se acerca el comienzo de la primavera este mes, seguida por el verano – que es la época del año donde el sol es más fuerte – los profesionales médicos aconsejan cautela a sus pacientes para que se protejan de los efectos dañinos del sol.
Directrices para los protectores solares
Los expertos de atención de salud están de acuerdo en que la mejor defensa es usar un protector solar de amplio espectro. El uso regular de un protector solar con factor de protección solar (SPF por sus siglas en inglés) de 15 o más, reduce el riesgo de desarrollar carcinoma de células escamosas por un 40 por ciento y el riesgo de desarrollar melanoma por un 50 por ciento, según los investigadores de Northwestern University.
Una etiqueta de amplio espectro en un protector solar indica que el producto – cuando se utiliza adecuadamente – le protegerá de los efectos de los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB), dice Alysa Herman, M.D., [2] dermatóloga y especialista en el método de cirugía de la piel Mohs, afiliada con South Miami Hospital, Baptist Hospital y Doctors Hospital de Baptist Health. Los rayos UVA están vinculados con el envejecimiento prematuro de la piel y los rayos UVB están asociados con las quemaduras solares – y la exposición a ambos está vinculada con un riesgo más alto de desarrollar cáncer de la piel.
Los autores del estudio de Northwestern University añaden que, “Existe una necesidad continua para que los médicos eduquen a sus pacientes acerca de la necesidad para la protección contra la radiación de ambos los rayos UV-A y los UV-B para prevenir el cáncer de la piel y las quemaduras solares”.
Consejos para comprar protectores solares
Para hacer más fácil la compra de la mejor protección solar, la American Academy of Dermatologists ofrece estos consejos rápidos:
- Busque etiquetas que anuncien protección de amplio espectro (“broad-spectrum protection”).
• Seleccione productos que ofrezcan un factor de protección solar (SPF) de por lo menos 30. - Escoja protectores solares que sean “resistentes al agua” (water resistant) y que tengan cobertura entre 40 y 80 minutos – luego de lo cual usted debe volverse a aplicar el producto.