La cirugía de reemplazo de rodilla total o parcial asistida por brazo robótico se está convirtiendo en un procedimiento más común para el creciente número de pacientes que sufren de dolor causado por la artritis o por las lesiones – y quienes no han encontrado alivio por medio de los tratamientos no-quirúrgicos.
Miami Orthopedics & Sports Medicine Institute es la primera institución en el Sur de la Florida en haber invertido en la “Mako Robotic-Arm Assisted Technology”, fabricada por Stryker. Mako ha ayudado a los cirujanos a realizar sus reemplazos de rodilla parciales y totales con más exactitud. Para los pacientes, eso significa preservar los tejidos blandos, salvar los huesos saludables y realizar una recuperación más rápida.
Cada paciente que necesita un reemplazo de rodilla, ya sea parcial o total, es candidato para el procedimiento robótico con Mako, dice Juan Carlos Suárez, M.D., cirujano ortopédico con Miami Orthopedics & Sports Medicine Institute.
“La cirugía de reemplazo robótico de rodilla es un gran avance en el campo del reemplazo de las articulaciones porque nos permite personalizar la cirugía”, explica el Dr. Suarez, experto en reemplazos de rodilla y cadera. “Y lo que estamos aprendiendo es que no todos los pacientes necesitan el reemplazo de rodilla realizado de la misma manera. Pero no se puede hacer sin exactitud y precisión”.
Los reemplazos de rodilla parciales o totales con Mako comienzan con un están por tomografía computarizada (CT) que crea imágenes de la anatomía única del paciente en 3D. Utilizando estas imágenes, la tecnología de Mako guía a los cirujanos a cortar lo que se ha planificado precisamente para cada paciente. El cirujano utiliza la tecnología para evaluar la estructura del hueso, la severidad de la enfermedad, el alineamiento de las articulaciones y los huesos y los tejidos adyacentes. Esto les permite poder determinar el tamaño, la colocación y el alineamiento más preciso para el implante.
Con más precisión, Mako protege los tejidos blandos y los ligamentos contra los daños. En un ensayo clínico, los pacientes de Mako que fueron entrevistados seis meses después de la cirugía reportaron menos dolor y pudieron resumir sus actividades normales más pronto, en comparación con aquellos pacientes que recibieron un reemplazo de articulación convencional.
“Lo que el robot nos permite hacer es precisamente eso. Nos permite personalizar cualquier reemplazo basado en las necesidades específicas de cada paciente, lo cual está conduciendo a una recuperación más rápida”, dijo el Dr. Suarez.