Mientras que muchas personas reconocen la diferencia entre la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2, un nuevo estudio publicado en el norte de Europa [1] clasifica la diabetes más específicamente en cinco tipos distintos.
Los investigadores analizaron los datos de alrededor de 9,000 pacientes diabéticos en Suecia. Estos investigadores repasaron seis variables para subdividir a los pacientes en grupos. Las variables incluían la edad cuando comenzó la diabetes, la presencia de anticuerpos autoinmunes conocidos, el índice de masa corporal (IMC), los niveles de hemoglobina glicosilada (A1C) para determinar el nivel promedio de glucosa en la sangre en un período de 12 semanas, la función pancreática en respuesta a la glucosa y una medida de resistencia de insulina basada en esa respuesta. De ese repaso, los investigadores nombraron cinco categorías de diabetes y sugirieron que el riesgo de complicaciones y la respuesta a los tratamientos disponibles eran determinados por estas variables.
5 tipos de diabetes
Diabetes Severa Autoinmune (SAID por sus siglas en inglés)
De estas cinco categorías, la diabetes tipo 1 (también conocida como diabetes juvenil) y su equivalente de aparición adulta, conocida como diabetes latente autoinmune [2] (LADA por sus siglas en inglés), serían agrupadas en conjunto como diabetes severa autoinmune o SAID. En ambas condiciones, la producción de insulina en el páncreas se detiene en respuesta a los anticuerpos. Los pacientes en esta categoría se benefician de la insulina.
Las otras cuatro categorías nombradas en el estudio sueco reclasifican las condiciones que se ven actualmente en la diabetes tipo 2.
Diabetes Severa Deficiente de la Insulina (SIDD por sus siglas en inglés)
El más severo de estos tipos, según determinaron los investigadores, es la diabetes severa deficiente de insulina o SIDD. Esta condición es parecida a la diabetes tipo 1 porque produce poca o ninguna insulina, pero los anticuerpos que la hubieran hecho una enfermedad autoinmune son insuficientes. Además, el índice de masa corporal no es un factor en esta condición. Los investigadores encontraron que este grupo tiene la incidencia más alta de enfermedad del ojo diabético. También determinaron que este grupo se beneficiaría de la terapia con insulina.
Diabetes Severa Resistente de la Insulina (SIRD por sus siglas en inglés)
Los investigadores nombraron una tercera condición como diabetes severa resistente a la insulina o SIRD. Esta condición está vinculada con la obesidad y demostró una falta de respuesta a la insulina por las células del cuerpo. Los pacientes con estas características, según los investigadores, eran los más propensos a desarrollar la enfermedad hepática, la enfermedad renal crónica y la enfermedad del riñón diabético. Las investigaciones también indicaron que estos pacientes responderían mejor a los medicamentos para la diabetes como la metformina, que previenen que el exceso de glucosa entre en el torrente sanguíneo.
Diabetes Leve Relacionada con la Obesidad (MORD por sus siglas en inglés)
Este tipo de diabetes leve está relacionado con un índice de masa corporal alto y puede ser manejado eficazmente con medicamentos para la diabetes, y con dieta, ejercicio y otros cambios de estilo de vida.
Diabetes Leve Relacionada con la Edad (MARD por sus siglas en inglés)
Esta condición leve ocurre con la edad, cuando el páncreas no puede satisfacer la demanda de insulina del cuerpo. Al igual que la MORD, este tipo de diabetes es controlado más eficazmente con medicamentos y con cambios al estilo de vida.
Un médico reacciona al estudio
“Esta clasificación de diabetes no es algo nuevo, ya que sabemos que algunos pacientes no siempre caen exactamente dentro de la categoría de diabetes tipo 1 o de diabetes tipo 2”, afirmó Pascual De Santis, M.D. [3] , un endocrinólogo con Baptist Health Medical Group [4] . “Lo útil de este estudio es que trata de proporcionar una herramienta para que los médicos puedan hacer decisiones de tratamiento para aquellos pacientes que no caen dentro de los dos tipos tradicionales de diabetes. La clasificación es algo atractivo para propósitos de investigación y también para la futura práctica clínica”.
Sin embargo, el Dr. De Santis dice que la aplicación de esta nueva investigación a la práctica clínica en América del Norte no se realizará enseguida. Él dice que dice que existen pocas probabilidades de que los médicos tengan las mismas variables comprobadas para el momento que tengan que tomar una decisión clínica. Además, el advierte que el estudio estuvo basado en el análisis de una población genéticamente similar que no se asemeja a la población estadounidense.
“Aún tenemos que mirar la etnicidad, el índice de masa corporal, la edad, la presencia de anticuerpos y cuan dramáticos son los síntomas en cada paciente para determinar el mejor curso de tratamiento:”, dijo el Dr. De Santis. “Mientras que esta investigación trata de reemplazar nuestra clasificación intuitiva de la diabetes con un enfoque más sistemático, en este momento aún prevalece la opinión clínica”.