La capacidad para tragar es una función biológica que la mayoría de las personas dan por seguro. Sin embargo, cuando ocurre una enfermedad, el acto de tragar puede que ya no sea un proceso automático. El tragar es algo que está regulado por el cerebro y que requiere un control muscular preciso. Cuando esta función ya no está sincronizada, una persona puede tener dificultades para tragar y esto es conocido como disfagia.
La disfagia ocasional, la cual puede ocurrir cuando una persona come demasiado rápido, usualmente no es causa de preocupación. Sin embargo la disfagia crónica es problemática y a menudo resulta ser un síntoma o el resultado de una condición médica que requiere tratamiento, dice Michael Sternthal, M.D. [1], un gastroenterólogo con Baptist Health South Florida.
Los problemas para tragar no se deben ignorar
La falta de un diagnóstico y del tratamiento para los problemas de tragar puede resultar en serias consecuencias de salud, advierte el Dr. Sternthal. Las personas con disfagia están en riesgo para los ahogamientos, la deshidratación, la malnutrición y la neumonía, la cual puede ser causada cuando los alimentos o las bebidas entran en los pulmones.
Vivir con disfagia no solamente representa un riesgo de salud; también puede afectar adversamente la calidad de vida de una persona así como también su salud mental. Las personas con dificultades para tragar a menudo evitan las situaciones donde tienen que comer socialmente y por lo mismo se sienten aisladas.
Causas comunes
La disfagia puede ser causada por anormalidades funcionales de los nervios del cerebro, la garganta y el esófago, problemas con los músculos de la garganta y el esófago o por alguna obstrucción física. Las causas más comunes incluyen:
- Condiciones neurológicas tales como la enfermedad de Parkinson, los infartos cerebrales o la demencia.
- Una cirugía o lesión de la cabeza o el cuello.
- Trastornos digestivos tales como la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE) o GERD por sus siglas en inglés.
- Tumores del esófago, los cuales pueden ser cancerosos o no-cancerosos.
- Masas en el exterior del esófago que pueden poner presión en el órgano.
- Enfermedades o condiciones que resultan en la inflamación o el endurecimiento de los tejidos del esófago.
- Reacciones a medicamentos causadas por el uso a largo plazo de los corticoesteroides, los antiinflamatorios y los medicamentos que interfieren con los procesos mentales.
‘El divertículo de Zenker’ puede causar disfagia
La disfagia también puede ser causada por el divertículo de Zenker, un bulto o una bolsa permanente que se forma en la unión del la hipofaringe (la parte baja de la garganta) y el esófago. Esta bolsa causa problemas porque atrapa los alimentos a medida que son tragados lo cual puede causar los ahogamientos, la regurgitación de los alimentos sin digerir, y la aspiración de la comida. La condición es más común entre los adultos mayores.
“Muchos casos del divertículo de Zenker se encuentran incidentalmente durante una endoscopía o durante un estudio de imágenes prescrito para analizar alguna inquietud de salud como la indigestión”, dijo el Dr. Sternthal. “Algunos pacientes con el divertículo de Zenker no tienen dificultades para tragar y se sorprenden cuando se enteran que tienen la condición. Otros admiten que han experimentado dificultades para tragar pero lo atribuían al proceso de envejecimiento”.
Si un divertículo de Zenker está causando síntomas, el tratamiento ideal es una diverticulotomía endoscópica, dice el Dr. Sternthal. “Es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza a menudo de forma ambulatoria”, dijo él.
El tratamiento depende de la causa de la disfagia
El diagnóstico y el tratamiento de la disfagia es a menudo un esfuerzo colaborativo que involucra a gastroenterólogos, otorrinolaringólogos, radiólogos, neurólogos y patólogos del habla y del lenguaje que se especializan en la disfagia. Estos especialistas usan varios estudios de imágenes para hacer un diagnóstico apropiado y así desarrollar un plan de tratamiento personalizado.
Existen varias terapias que pueden reducir o eliminar los problemas al tragar y devolverle a una persona la capacidad para comer y disfrutar de los alimentos normales. Las opciones de tratamiento incluyen:
- El fortalecer los músculos débiles o mejorar su coordinación puede ser eficaz, especialmente para los niños y los envejecientes.
- Los cambios de estilo de vida. Un cambio en la dieta también puede hacer más fácil el acto de tragar o puede reducir el reflujo gastroesofágico que puede estar causando la disfagia.
- Si alguna condición ha causado un estrechamiento del esófago, un endoscopio con un balón en la punta puede ser utilizado para expandir con cuidado el órgano, dice el Dr. Sternthal.
- En algunos casos un tubo largo y delgado puede ser utilizado para remover un objeto que se ha quedado atascado en el esófago.
- Los procedimiento quirúrgicos se pueden realizar para extirpar algún tumor o alguna bolsa o para tratar la ERGE o las estrecheces del esófago.
- Si la disfagia es causada por el ERGE, la acidez o la inflamación, los medicamentos por receta también pueden prevenir que el ácido del estómago entre en el esófago.
“La disfagia no siempre es una condición crónica”, dijo el Dr. Sternthal. “Para mantener la buena salud y la calidad de vida, es importante tratar la disfagia y las condiciones subyacentes que pueden causarla.”