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Salvavidas

Los medios han hecho muy popular la idea de que hay mucho pataleo, chapoteo y llamadas pidiendo auxilio cuando un niño se encuentra en problemas en el agua. De hecho, la verdad es lo contrario: el niño se sumerge y se ahoga en silencio.

Cualquier fuente de agua puede constituir un riesgo de ahogamiento para los niños; incluso cubos, tazas de baño y piscinas inflables. Pero en el sur de Florida, la numerosa cantidad de piscinas domésticas presentan un riesgo especial.

Tome en cuenta estas temibles estadísticas del Departamento de Salud de Florida: en el sur del estado, los ahogamientos son la principal causa de muerte en niños entre 1 y 14 años. También es la primera causa de muerte en niños de edad escolar; y los niños tienen más riesgo que las niñas de todas las edades.

Por cada niño que muere ahogado en una piscina, otros 10 reciben atención médica de urgencia por accidentes no fatales que pueden causar daños cerebrales y discapacidades permanentes
.
La mayoría de los niños ahogados en una piscina estuvieron fuera de la vista al menos cinco minutos y a cargo del cuidado de uno o ambos progenitores.

“No creo que la gente se dé cuenta de que realmente una gran proporción de ahogamientos ocurre cuando alguien está cuidando a los niños”, señala el Dr. William Ryan Keller, médico de emergencias pediátricas de Baptist Children’s Hospital y West Kendall Baptist Hospital. “Cuando los niños están en el agua, las personas tienen que vigilarlos, no sentarse a leer una revista o a enviar mensajes de texto por teléfono. Sólo hace falta unos pocos minutos para que un niño se ahogue”.

“El mensaje más importante realmente es que los padres deben vigilar a sus hijos cada segundo”, dice la enfermera Mariana García, educadora clínica en Baptist Children’s Hospital. “Algunas veces pienso que nos sentimos muy cómodos con respecto al agua porque estamos rodeados de ella”.

Peligros en la piscina Expertos en seguridad ofrecen estos consejos:

• Manténgase vigilante. Se debe designar especialmente a un adulto para vigilar a los niños que estén dentro o cerca del agua. Sobre todo en reuniones o fiestas familiares, nunca suponga que alguien más está observando a los niños: otras personas pueden suponer exactamente lo mismo.

Esté atento. Cuando esté cuidando a los niños que están en la piscina, absténgase de realizar otras actividades que lo pueden distraer, tales como leer, hablar por teléfono, enviar mensajes de
texto o trabajar en el patio. Supervisar a los niños debe ser su única tarea.

No se aleje. Siempre permanezca a la distancia de un brazo. Si tiene que irse de la zona, aunque sea por unos segundos, llévese a los niños con usted.

Aprenda CPR. En el tiempo que demoran los bomberos o los salvavidas en llegar, su habilidad para aplicar CPR (resucitación cardiopulmonar) puede marcar una gran diferencia. Aplicar CPR inmediatamente puede reducir las probabilidades de, por ejemplo, daño cerebral.

Busque con inteligencia. Si un niño no aparece, busque primero en la zona de la piscina o donde haya agua. Cada segundo cuenta si un niño está en peligro de ahogarse.