Tener un corazón saludable es una gran manera de mantener su cuerpo –y su cerebro– saludables, dicen los investigadores. Esto es especialmente cierto para las mujeres mayores. Un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association [1] reveló que las mujeres postmenopáusicas con enfermedades del corazón corrían un riesgo alto de padecer de demencia.
En el estudio realizado en cerca de 6,500 mujeres estadounidenses, de entre 65 y 79 años, los investigadores encontraron que las mujeres postmenopáusicas con enfermedades del corazón eran un 29 por ciento más propensas a experimentar, con el tiempo, un deterioro cognitivo, comparadas con mujeres que no padecían enfermedades del corazón. El riesgo de deterioro mental era aproximadamente dos veces más alto entre las mujeres que habían tenido un ataque cardiaco que entre las que no lo tuvieron. Las mujeres con una historia de cirugía de bypass coronario, insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular, enfermedad vascular periférica o de endarterectomía carotídea también corrieron mayor riesgo de padecer un deterioro cognitivo.
Los expertos dicen que los mismos factores de riesgo que conducen a una enfermedad cardiaca, tales como la hipertensión, el colesterol, la diabetes, la obesidad y el fumar también contribuyen a la pérdida de la memoria, a la demencia vascular y a la enfermedad de Alzheimer. Y eso se debe a que los factores de riesgo pueden llevar a una arteriosclerosis o a estrechar los vasos sanguíneos, incluyendo los que suministran la sangre, el oxígeno y los nutrientes al cerebro.
Cuando su cerebro no recibe el flujo de sangre que necesita, puede comenzar a funcionar mal, causando problemas con la memoria y la función cognitiva, dice Israel Galtes, M.D. [2], cardiólogo afiliado al Homestead Hospital, y miembro del Baptist Health Quality Network. Si la sangre que irriga su cerebro es bloqueada de repente, usted puede sufrir, incluso, un derrame cerebral.
“Es importante reconocer la relación entre la enfermedad cardiovascular y la demencia, porque la enfermedad cardiovascular a menudo se puede evitar o tratar” dijo el Dr. Galtes. “Controlando sus factores de riesgo de una enfermedad cardiaca, es posible prevenir el deterioro cognitivo”.
Los expertos dicen que el factor que más fuertemente predice la salud del cerebro es la hipertensión, o presión alta, que es también el factor de riesgo más significativo de un derrame cerebral. La hipertensión es la presión elevada de la sangre en las arterias. Esa presión puede dañar los vasos sanguíneos del corazón y del cerebro.
Muchas mujeres no se dan cuenta de que tienen alta la presión arterial porque no tienen síntomas visibles. Por esa razón, a menudo se le llama “el asesino silencioso”. Es importante cooperar con su médico para mantener la presión en un nivel saludable, aconseja el Dr. Galtes.
La alta presión arterial se puede controlar con cambios en el estilo de vida y medicamentos. La American Heart Association [3]recomienda seguir estos pasos saludables para el corazón:
• Haga una dieta sana, que incluya muchas frutas, vegetales, granos enteros, lácteos bajos en grasa, carne magra y pescado.
• Mantenga un peso saludable.
• Haga mucho ejercicio.
• Evite el tabaco.
• Limite la cantidad de alcohol.
• Controle el estrés.
• Tome sus medicinas regularmente.
Aunque los hábitos saludables deberían comenzar idealmente temprano en la vida, nunca es demasiado tarde para mejorar su salud, dice el Dr. Galtes.
Solo tiene que considerar estos factores: Las enfermedades del corazón son la causa principal de muerte entre los hombres y las mujeres en Estados Unidos, y el derrame cerebral es la cuarta causa de muerte y la causa principal de discapacidad, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades [4] (CDC por sus siglas en inglés). Se espera que la cantidad de estadounidenses con enfermedad de Alzheimer, la forma de demencia más común entre los adultos mayores, aumente rápidamente en los próximos años. Casi dos tercios de los estadounidenses de la tercera edad que padecen Alzheimer son mujeres, reporta la Alzheimer’s Association [5]. Los investigadores coinciden en que está justificado que se hagan más estudios sobre cómo previniendo la enfermedad cardiovascular se puede preservar la salud cognitiva.
“Llevar un estilo de vida saludable puede ayudarle a controlar su presión sanguínea, mejorar su salud cardiovascular y hacer una gran diferencia en sus capacidades mentales a su edad”, agregó el Dr. Galtes.