El cáncer de pulmón es el cáncer más mortal en los Estados Unidos, tanto para los hombres como para las mujeres. Y la mayoría de los pacientes son diagnosticados en las últimas etapas de la enfermedad.
Eso es debido a que las señales de advertencia pueden no ocurrir, o pueden no ser obvias en las primeras etapas. Algunos cánceres de pulmón no causan síntomas hasta que ya se han regado. No obstante, algunas personas en las primeras etapas del cáncer de pulmón sí tienen síntomas pero los ignoran o piensan que son inofensivos.
Mientras que fumar contribuye a la mayoría de los cánceres de pulmón, también existen otros factores de riesgo, tal como la exposición al humo de segunda mano, haber inhalado radón (un gas natural radioactivo), la exposición al asbesto u otros químicos en el lugar de trabajo, y la contaminación ambiental.
Si usted va al médico cuando primero se percata de los síntomas, su cáncer puede ser diagnosticado en una etapa más temprana, cuando el tratamiento tiene más probabilidades de ser eficaz. El Dr. Villalona dice que un 70 por ciento de los casos de cáncer de pulmón que son diagnosticados han progresado a una etapa 3 (25 por ciento) o una etapa 4 (45 por ciento). La etapa 4 es la etapa más avanzada del cáncer de pulmón. Para ese entonces, el cáncer usualmente se ha regado a ambos pulmones, al líquido que rodea los pulmones, o a otra parte del cuerpo como el hígado u otros órganos.
Sin embargo, hasta para los pacientes en las etapas más avanzadas, hay tratamientos eficaces disponibles. Generalmente la mayoría de los avances de tratamiento se han logrado con el cáncer de pulmón no microcítico, el cual representa un 85 por ciento de los casos, dijo él.
He aquí los síntomas más comunes de cáncer de pulmón, según la American Cancer Society:
- Una tos que no se disipa o que se pone peor;
- Toser sangre o esputo color óxido (flema o saliva)’
- Dolor en el pecho que empeora con la respiración profunda, la tos o la risa;
- Ronquera;
- Pérdida de peso o falta de apetito;
- Falta de aire;
- Sentirse débil o cansado;
- Infecciones como la bronquitis y la neumonía que no se disipan o siguen ocurriendo;
- El comienzo de sibilancias.
Muchos de estos síntomas tienen más probabilidad de ser causados por algo que no necesariamente sea cáncer de pulmón. No obstante, si usted tiene alguno de estos síntomas, es importante que vea a su médico y se someta al tratamiento si fuera necesario.