Un cuerpo especial de los Estados Unidos que se enfoca en el bienestar y la prevención, está urgiendo el seguimiento en el monitoreo de la presión sanguínea para los estadounidenses cuyas lecturas de la presión puedan no estar reflejadas con exactitud en los consultorios de sus médicos.
La U.S. Preventive Services Task Force es un panel independiente de médicos voluntarios que hace recomendaciones de medicina preventiva. La última vez que el panel había actualizado sus directrices para las evaluaciones de la presión fue en el 2007.
Esta semana, el cuerpo especial añadió una nueva provisión en sus directrices, recomendando que los médicos confirmaran un diagnóstico de presión alta con medidas de seguimiento antes de recetar medicamentos para la presión alta u otras intervenciones médicas para los pacientes.
“Porque la presión sanguínea es un valor continuo con variaciones naturales a través del día, las medidas repetidas a través del tiempo son generalmente más precisas para establecer un diagnóstico de hipertensión”, dijo el cuerpo especial.
El cuerpo especial recomendó en específico que los médicos recopilaran medidas de seguimiento utilizando un “monitor de presión ambulatorio”, el cual es un mango sujeto a una pequeña máquina portátil. El panel indicó que el dispositivo debe registrar la presión sanguínea por al menos entre 12 y 48 horas. Los médicos también pueden confirmar un diagnóstico de presión alta haciendo que los pacientes utilicen un monitor de presión en casa. Sin embargo, el panel dijo que los médicos y los pacientes deben determinar la precisión de cualquier dispositivo utilizado fuera del consultorio de un médico y auto administrado por el paciente.
‘La hipertensión de bata blanca”
El cuerpo especial recomienda pruebas de seguimiento como una manera de vencer el problema común de la “hipertensión de bata blanca”, que ocurre cuando la presión sanguínea de un paciente es significativamente diferente en un consultorio clínico, en comparación con las lecturas actuales de la vida normal diaria. La presión puede elevarse en el consultorio de un médico porque el paciente está nervioso o porque está experimentando algún dolor agudo, ambos de los cuales pueden seriamente afectar una lectura.
Las pruebas regulares de seguimiento de la presión también le permiten a los médicos evaluar si existen otros factores que puedan contribuir a la hipertensión. La presión alta puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos.
El cuerpo especial concluyó que “entre un 15 y un 30 por ciento de la población que se cree que tiene hipertensión puede tener la presión sanguínea más baja fuera del entorno del consultorio”.
“Las desventajas de diagnosticar la hipertensión solamente en el entorno del consultorio incluyen los errores de medida, el número limitado de medidas que pueden ser realizadas con conveniencia y el riesgo de la hipertensión clínica aislada”, dijo el cuerpo especial.
Muchas personas que monitorean su presión en casa ya han sido diagnosticados con presión alta o hipertensión y se les ha sido indicado por sus médicos que mantengan un registro diario de las lecturas de su presión sanguínea.
Calibre los dispositivos en el consultorio de su médico
Es importante para las personas que se auto monitorean la presión que calibren sus dispositivos en los consultorios de sus médicos, dijo Harry Aldrich, M.D., director de la sección cardiovascular del Miami Cardiac & Vascular Institute de South Miami Hospital.
Pero lo más importante, añade el Dr. Aldrich, es crítico que no reduzcan ni aumenten sus medicamentos para la presión basado en los cambios en sus lecturas de presión sanguínea – sin consultar con sus médicos.
“Usted nunca debe ajustar su propio medicamento para la presión a no ser que su médico se lo indique”, afirmó el Dr. Aldrich. “Auto regular sus medicamentos lleva a un control esporádico de la presión”.
La presión alta es una condición prevalente que afecta a aproximadamente un 30 por ciento de la población. Es la condición diagnosticada con mayor frecuencia durante las visitas de oficina ambulatorias. La presión alta es un factor principal contribuyente para la insuficiencia cardiaca, los ataques cardiacos, los accidentes cerebrovasculares y la enfermedad crónica del riñón. En el 2010, fue la causa de muerte primaria o contribuyente para más de 362,000 estadounidenses.
La presión sanguínea, usualmente dos números, mide la fuerza que ejerce el corazón contra las paredes de las arterias cuando bombea sangre a través del cuerpo. Una lectura de 120/80 Hg (milímetros de mercurio) es considerada normal.