(VIDEO: Un equipo de especialistas del Baptist Hospital discuten las complejidades de la extirpación de un tumor masivo de la cara de Neissa Azor, de 8 años de edad.)
Cuando Neissa Azor se cruzó con Elaine Lewis en las calles de Puerto Príncipe, no tenía idea que su vida cambiaría para siempre. Neissa, una niña de 8 años de edad, sufría de displasia fibrosa, una enfermedad ósea rara que hace que el tejido fibroso se desarrolle en lugar de hueso normal. No se trato durante casi cinco años, y un tumor masivo se había desarrollado en el lado derecho de la cara el cual salía a través de la boca.
La Sra. Lewis, una técnica quirúrgica de California que trabaja como voluntaria en el Hospital Adventista de Haití, se percató de Neissa durante su más reciente viaje misionero a la isla. Ella le prometió a la madre de Neissa que trataría de conseguirle ayuda a su hija una vez que ella regresara a su casa.
Después de varios meses de llamadas infructuosas a hospitales de todo el país, un amigo le sugirió que contactara a Calvin Babcock, presidente de la junta de directores del Baptist Hospital [1] de Miami, y un participante activo en el trabajo misionero en Haití. La Sra. Lewis lo hizo, y ella dice, “el resto es historia.” Dos semanas más trade, Neissa fue aprobado para el tratamiento en el Baptist Hospital y se hicieron los arreglos de viaje. Como organización de salud sin fines de lucro basada en la fe, Baptist Health South Florida proporcionó atención de caridad y la cirugía de Neissa a través de su programa de cuidado caritativo [2].
Una vez en Miami, Neissa fue evaluada por un equipo de especialistas, dirigido por Joseph McCain, M.D., un cirujano oral y maxilofacial con Baptist Hospital. El grupo evaluó y planificó los próximos pasos en el proceso complejo de extirpar quirúrgicamente el tumor de Neissa y reconstruir una gran parte de su estructura facial. El tumor de Neissa estaba creciendo rápidamente, y los cirujanos sabían que debían intervenir rápidamente para evitar que el tumor bloqueara sus vías respiratorias.
Un equipo radiológico produjo una serie de imágenes para ayudar a trazar el mejor curso de acción para la cirugía. Se realizó un modelo en 3-D de la cabeza de Neissa para dar a los médicos una representación a escala real de lo que enfrentaban. Antes que el equipo pudiera realizar una cirugía para extirpar el tumor, tuvieron que insertar tubos de respiración y alimentación para asegurarse de que estas funciones vitales podrían continuar. A continuación, se llevó a cabo un procedimiento conocido como una embolización vascular. Este procedimiento le corta el suministro de sangre al tumor para ayudar a minimizar el sangramiento durante la cirugía. El 30 de septiembre, Neissa se sometió a la cirugia de 12 horas para extirpar el tumor. Apenas dos semanas después, Neissa, su equipo de médicos y Elaine Lewis se reunieron para hablar de este proceso que le salvó la vida. Varios de los especialistas involucrados coincidieron en que fue “uno de los casos más difíciles, pero gratificantes en que habían estado involucrados.”
Un equipo de Noticias de Baptist Health South Florida ha seguido este proceso desde su comienzo y aquí le presentamos la primera parte. No deje de verlo.