Muchos ven al cáncer de la piel como algo que “no es gran cosa”, en comparación con otros tipos de cáncer. Sin embargo, los 73,870 [1] estadounidenses a quienes se le diagnosticará con melanoma,pronto aprenderán que la prevención del cáncer de la piel sí es “una gran cosa”.
“Mientras que otros tipos de cáncer han visto números reducidos en sus casos a través de los pasados años, estamos viendo un aumento en la incidencia del cáncer de la piel”, dijo Coren Menéndez, M.D. [2], doctora de Baptist Health Medical Group [3] con Baptist Health Primary Care [4]. “Eso puede ser debido a un aumento en la concientización entre los pacientes y los médicos de cuáles señales buscar y a un mayor acceso a la atención de salud primaria. Sin embargo, la clave al tratamiento apropiado es buscar atención médica cuando algo luzca nuevo o extraño”.
Esto es especialmente cierto en el Sur de la Florida, donde enfrentamos una mayor exposición al sol, debido a las actividades en exteriores que se llevan a cabo durante todo el año, incluyendo, broncearse en la playa, nadar, jugar golf y tenis y disfrutar de los deportes al aire libre. A través de un período de tiempo, esa exposición – especialmente si se deja sin protección – puede causar cáncer de la piel y melanoma.
La Dra. Menéndez subraya la importancia de la intervención temprana a sus pacientes, pero reconoce que aún existen muchos mitos acerca del cáncer de la piel.
Mito #1: ‘La gente no muere por el cáncer de la piel’.
“Dígale eso a las casi 10,000 personas que la American Cancer Society [5] estima morirán este año por causa del melanoma”, dijo Judith Crowell, M.D. [6], dermatóloga de Kendall. “El melanoma, si no se diagnostica temprano, puede regarse a otras partes del cuerpo y puede ser fatal”.
Sin embargo, la Dra. Crowell dice que los melanomas que son diagnosticados temprano, antes de llegar a un grosor de 1 milímetro, tienen una tasa de curación de un 95 por ciento.
Ella le recomienda a las personas que pongan atención a los ABCDE del cáncer de la piel [7]:
• Asimetría – ¿Tiene el lunar una forma poco común?
• Borde – ¿Tiene el lunar un borde irregular?
• Color – ¿Tiene el lunar más de un color?
• Diámetro – ¿Es el lunar más grande que un borrador común en el extremo de un lápiz?
• Evolución – ¿Ha cambiado el lunar, especialmente sobre el último mes o dos meses?
“El cáncer de la piel es más fácil de detectar que los otros tipos de cáncer porque podemos verlo”, dijo ella. “Por eso debemos poner atención a nuestra piel”.
Y mientras que el melanoma es la forma más mortal de cáncer de la piel, los cánceres de células basales y de células escamosas no se deben ignorar. “Estos pueden ser localmente invasivos y pueden causar el desfiguramiento”, dijo la Dra. Crowell. “El carcinoma de células escamosas también se puede propagar a otras áreas del cuerpo”.
Mito #2: ‘Sólo los ancianos deben preocuparse por el cáncer de la piel”.
No es cierto, dice la Dr. Crowell.
“Aún estamos tratando de trazar los caminos que conducen al melanoma”, dijo ella. “Sabemos que la exposición a los rayos ultravioleta es un detonante y eso explica el por qué las personas mayores con una exposición al sol a largo plazo están en riesgo, pero también estamos viendo a más y más personas jóvenes con melanoma”.
De hecho, la American Association of Dermatology [8] informa que el melanoma es el cáncer más común entre las personas entre 25 y 29 años de edad. La Skin Cancer Foundation [9] atribuye un 6 por ciento de los casos de cáncer en los adolescentes entre 15 y 19 años al melanoma.
“El melanoma que vemos en esta población no puede ser atribuido definitivamente a la exposición solar”, dijo el Dr. Crowell. “Para explicar estos casos, miramos el historial familiar y los rasgos notables que están relacionados con un mayor riesgo para el cáncer de la piel – piel clara, color de cabello rubio o pelirrojo, ojos claros, pecas o un gran número de lunares”.
La Dra. Menéndez dice que ella pone atención especial a sus pacientes con estos rasgos y los educa acerca de la importancia de utilizar protectores solares, sombreros y lentes de sol para proteger la piel y de estar al tanto de cualquier cambio en su piel. Ella también refiere a estos pacientes a un dermatólogo para exámenes regulares de cuerpo entero.
Mito #3: ‘Yo me bronceo para evitar las quemaduras solares que llevan al melanoma’.
“Broncearse es la reacción del cuerpo a una lesión causada por los rayos ultravioleta y equivale a un daño a la piel”, dijo la Dra. Crowell. “Cuando la piel está expuesta a los dañinos rayos solares, esta se pone más gruesa para protegerse contra otras lesiones”.
Ella también advierte que además de causar el melanoma y a otros tipos de cáncer de la piel, broncearse también causa arrugas profundas y envejecimiento prematuro.
Y para aquellos que piensen que las camas de bronceado son más seguras que el sol porque uno está en ellas por un corto tiempo, consideren esta estadística de la Dra. Crowell: El broncearse aumenta el riesgo del cáncer de la piel o melanoma por un 75 por ciento.
Eso a causado que la International Agency for Research on Cancer ponga a las camas de bronceado en su lista [10] de las sustancias causantes de cáncer más peligrosas, junto con el plutonio y los cigarrillos.
Las investigaciones [11] han demostrado que el uso de las camas de bronceado aumenta significativamente el riesgo de una persona para desarrollar melanoma, especialmente con el uso repetido.
“Yo comienzo a hablarles a mis pacientes acerca de los peligros de las camas de bronceado cuando tienen 13 o 14 años”, dijo la Dra. Menéndez. “De ese modo, cuando tengan edad para ir a un salón de bronceado, entenderán los riesgos y con suerte decidirán no utilizarlas para broncearse”.
Mito #4: ‘Las personas de piel más oscura no tienen melanoma’.
Mientras que la incidencia de hispanos y afroamericanos con melanoma es más baja en comparación con las poblaciones caucásicas, las personas de piel más oscura no están inmunes al melanoma”, dijo la Dra. Menéndez.
Ella advierte en contra de esta negación del peligro porque el melanoma en estas poblaciones étnicas tiende a ser descubierto más tarde, cuando ya se ha regado a otras partes del cuerpo.
La American Cancer Society reporta [12] que la tasa de supervivencia de 5 años para los afroamericanos con un diagnóstico de melanoma es de 75 por ciento, versus la tasa de supervivencia de 93 por ciento para los caucásicos.
“Yo les digo a mis pacientes de piel más oscura que estén aún más al tanto de su piel”, dijo la Dra. Menéndez. “Los lunares pueden estar escondidos o pueden ser ignorados, llevando a un diagnóstico más tardío, cuando el cáncer puede ya haberse regado”.
Mito #5: ‘Leí recientemente que el melanoma había sido curado’.
Los investigadores en el Huntsman Cancer Institute de Salt Lake City informaron [13] el mes pasado que tuvieron éxito tratando al melanoma con virus modificados del herpes. Cuando los investigadores inyectaron el virus en la piel donde se encontraba el melanoma, vieron que el virus atacó a las células cancerosas, eliminándolas.
La Dra. Crowell dice que estas investigaciones son en efecto útiles, pero advierte que aún no se puede eliminar el melanoma. “Este tratamiento puede interferir con el crecimiento de los melanomas, pero aún no sabemos si el cáncer volverá a aparecer en otra parte del cuerpo, y si este tratamiento funciona en los melanomas que ya se han propagado”, dijo ella.
Ambas ella y la Dra. Menéndez dijeron que la prevención y la concientización son las mejores defensas contra el melanoma. Cuando es descubierto temprano, el cáncer puede ser extirpado de la piel quirúrgicamente y tiene una tasa de curación de un 95 por ciento [14], según la American Cancer Society.
“Como médicos, dependemos de nuestros pacientes que se ven la piel a diario, para que nos digan si hay algún cambio”, dijo la Dra. Crowell. “Probablemente podamos descubrir algo sospechoso cuando le examinemos en nuestra oficina, pero cuando nuestros pacientes descubren los cambios ellos mismo, el cáncer está usualmente en una etapa más temprana y es más curable”.
Ver artículos relacionados:
Los riesgos del bronceado [15]
El cáncer de piel no discrimina [16]
El ABCD del melanoma [17]