Para las mujeres que desean niños, cualquier tipo de problema ginecológico que requiere cirugía provoca la pregunta: ¿Podré tener un bebé? Afortunadamente para dos mujeres del sur de la Florida, las respuestas de los médicos fueron un categórico: Sí, gracias a los avances de la cirugía robótica de la que Baptist Health es pionera.
Anaelvys Espinoza-Ruiz tenía 29 años cuando un diagnóstico de cáncer cervical derrumbó el mundo para ella.
Se acababa de comprometer para casarse y la Sra.Espinoza-Ruiz sabía que su esposo deseaba tener hijos. Con un útero canceroso, pensó que un embarazo no era posible.
Afortunadamente, su ginecólogo la refirió al Dr. Ricardo Estapé, cirujano oncólogo ginecológico que usa técnicas que conservan la fertilidad para tratar el cáncer del útero en sus estados tempranos.
El Dr. Estapé, director médico del Centro para Cirugía Robótica de Baptist Health, usó el enfoque robótico para extirpar el útero de la Sra. Espinoza-Ruiz en el centro para Mujeres y Bebés de South Miami Hospital. Conocido como una traquelectomía, el procedimiento envuelve remover el útero y dejarlo sujeto a la parte alta de la pared vaginal. Una vez que una mujer que ha tenido una traquelectomía se queda embarazada, se pone coloca un cerclaje, o punto, para mantener al bebé dentro del útero durante todo el embarazo.
El Dr. Estapé acredita el uso del robot con la extirpación más precisa del cáncer, menos pérdida de sangre, menos complicaciones y una recuperación más rápida. “Es una fantástica herramienta para los cirujanos, pero también beneficia al paciente”, dijo.
La Sra. Espinoza-Ruiz pensó que quedarse embarazada iba a ser un reto. Pero a 11 meses después de la cirugía, quedó embarazada de su hijo Justin, que ahora tiene 5 años. Y casi cinco años después de su cirugía, quedó embarazada de nuevo, esta vez con su hija Melanie, de 17 meses.
“Estoy tan agradecida”, dijo de sus niños milagro, “primero a Dios y después al Dr. Estapé”.
Shirley Lampert, de 38 años, y su esposo trataron de tener un bebé durante varios años cuando su especialista en fertilidad descubrió que tumores benignos en el forro del útero estaban restringiendo de forma importante su oportunidad de concebir.
Estos tumores, conocidos como fibromas, con frecuencia no tienen síntomas y no necesitan tratamiento. En muchas mujeres, sin embargo, pueden causar sangrado, incontinencia y dolor. Los fibromas submucosos, como los que plagaban a la Sra. Lampert, pueden cambiar la forma del útero, interferir con el movimiento de la esperma y afectar la implantación de un embrión. Además, pueden causar un dolor extremo.
“Era como un shock eléctrico”, dijo. “Esa es la única forma en que puedo explicarlo. Era tan doloroso. A veces estaba sentada y literalmente saltaba fuera de la silla. Mi única opción era que me los extirparan”.
El médico de la Sra. Lampert la envío al Centro de Fibromas de South Miami Hospital, donde un equipo de médicos revisó su caso y recomendó la cirugía como su mejor opción. En 2010 el ginecólogo Dr. Rafael Pérez, director médico del Centro, realizó la miomectomía robótica que conserva la fertilidad para extirpar sus fibromas.
“El enfoque robótico significa que no tenemos que hacer una gran incisión para llegar a los fibromas y extirparlos”, dijo el Dr. Pérez. “Los sacamos sin causar trauma al resto del vientre, todo en preparación de un futuro embarazo”.
Después de esperar más de un año para asegurar que el forro del útero estaba lo suficiente fuerte para apoyar un embarazo, los Lamperts trataron concebir de nuevo.
Hace diez meses, la Sra. Lampert dio a luz una niñita, Lily Sandra Lampert.
“Es preciosa”, dice la Sra. Lampert. “Es un milagro para nosotros.”