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Medidas de seguridad: Dosis Saludables

Quizás Mary Poppins necesite un médico de letras para reescribir una escena clásica. Hace cinco décadas, la famosa nana del cuento de Disney cantó acerca de “una cucharada de azúcar que ayuda a una medicina a pasar mejor”, y en esa película del 1964, su consejo parecía una dulce dosis de sentido común. Pero ahora, las autoridades médicas están levantando alertas sobre los peligros de salud vinculados con el uso de cucharas de cocina para servirle medicamentos a los niños.

Hay motivo para preocuparse: Cada año, los centros de control de envenenamiento a través del país reciben un total combinado de más de 10,000 llamadas de padres  o cuidadores preocupados después que a un niño le fue dada una dosis incorrecta de un medicamento líquido, según reportes noticiosos publicados. Esos problemas de dosificación tienden a ocurrir más a menudo cuando se usa una cuchara de cocina para medir.

“No agarre una cuchara de cocina. Esta no le dará una medida precisa, y aumenta el riesgo de dar una dosis más baja o una sobredosis de medicamento”, dice Javier Hiriart, M.D. [1], un internista de Baptist Health Medical Group y pediatra en West Kendall Baptist Hospital.

Los Institutos Nacionales de Salud están de acuerdo y señalan un estudio reciente acerca de los peligros que pueden ocurrir cuando se utilizan las cucharas para dispensar medicamentos líquidos a los niños. Las posibilidades de cometer errores aumentan cuando los padres están confundidos o no saben la diferencia entre una cucharada y una cucharadita.

El problema
Estos son los datos que fueron publicados en una reciente edición de la revista médica Pediatrics:

  • Aproximadamente un 40 por ciento de los participantes en una encuesta midieron incorrectamente la dosis de un medicamento recetado para un niño.
  • Los adultos que usan cucharas y cucharitas tienen el doble de posibilidades de verter la cantidad incorrecta de un medicamento o de cometer cualquier otro error relacionado con la dosis.
  •  Aproximadamente un 30 por ciento de los padres a quienes se le pidió que buscaran una cucharada o una cucharadita de medicina, utilizaron cualquier cuchara de cocina para medir la dosis y tenían 250 por ciento más probabilidades de dar la dosis incorrecta.
  • Eso es un problema porque las dosis recetadas son a menudo calculaciones exactas basadas en el peso de un niño, y sólo un poquito de más puede aumentar el riesgo de tener efectos secundarios adversos o de una sobredosis, dice el Dr. Hiriart. Y en el otro extremo, una dosis más baja puede dificultar seriamente la habilidad de un medicamento para combatir una fiebre, una infección de oído u otra enfermedad. Y eso es especialmente cierto cuando de trata de los antibióticos, en los cuales las dosis completas y precisas son importantes para el tratamiento, dice el Doctor.

    Cómo solucionar el problema
    Como resultado de los datos y del aumento en el riesgo de cometer errores, varios grupos médicos y de farmacia ahora están recomendando nuevos procedimientos para recetar, dispensar y administrar medicamentos líquidos a los niños. Los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Academia Americana de Pediatría y el Instituto Para el Uso Seguro de los Medicamentos recomiendan que:

  •  Los médicos receten dosis en mililitros para niños en vez de recetas basadas en medidas de cucharadas o cucharaditas.
  • Los farmacéuticos conviertan las dosis de recetas de medicamentos líquidos a medidas precisas de volumen.
  • Los pequeños detalles cuentan, según un reporte sobre el uso seguro de los medicamentos para niños de la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU.:

    “Con los dispositivos para medir, ponga atención a los pequeños detalles. Puede ser fácil malinterpretar una medida o una marca. Usted no quiere darle a su hijo una cucharada cuando debe darle una cucharadita, o darle 5 mililitros (mls) cuando debe darle 0.5 mls. Los errores como este pueden ser mortales”.

    Otras recomendaciones incluyen proporcionar a los padres con jeringas dosificadoras basadas en mililitros, tazas de volumen o cucharas para dispensar en el consultorio del médico o en la farmacia, dice el Dr. Hiriart.

    “Yo he visto a los farmacéuticos sacar un marcador y claramente marcar cuánto medicamento debe ser vertido “, dijo el Doctor. “Ese paso de más reduce el margen de error”.

    Y aquí hay un consejo médico más para Mary Poppins: sirva el medicamento pero sin el azúcar.