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Proteja a su familia (y a sus mascotas) del humo de tercera mano

A medida que los informes por los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades [1](CDC por sus siglas en inglés) demuestran una reducción continua en las tasas de tabaquismo entre los adultos estadounidenses, continúan las preguntas acerca de los efectos del humo que queda atrás en la salud de los que rodean a los fumadores. Ahora, la nueva evidencia demuestra que hay más aun por qué preocuparse.

¿Qué es el humo de tercera mano?

Le llaman “humo de tercera mano” o THS por sus siglas en inglés. Es el residuo que permanece en la piel, la ropa y el pelo de los fumadores después que se fuman un cigarrillo, cigarro, pipa o cigarrillo electrónico. Este también impregna las superficies tales como las alfombra, las paredes y los muebles de los hogares y oficinas y en los tableros, asientos y alfombras de los carros. A diferencia de su famoso primo, el humo de segunda mano, aún queda mucho por conocer acerca de los efectos a largo plazo en la salud del humo de tercera mano. Sin embargo, si el humo o los vapores inhalados del humo de segunda mano se han comprobado ser dañinos para los que rodean a los fumadores, es razonable pensar que el humo de tercera mano también es malo para nuestra salud, dicen los profesionales de atención de salud.

Químicos Peligrosos

“Lo que han demostrado las investigaciones es que este residuo de humo contiene sustancias dañinas tales como nicotina, arsénico, cianuro y químicos que se encuentran en los líquidos inflamables y en los disolventes de pintura”, afirmó Jennifer Young, M.D. [2], doctora de medicina interna con Baptist Health Primary Care [3] en Baptist Hospital [4]. “Y para las personas que viven rodeadas de ese residuo, existe la amenaza de ingerir esos compuestos o de inhalar las partículas que se mezclan con el polvo y con los contaminadores comunes del aire, de la misma manera que sucede con el humo de segunda mano”.

Los cigarrillos electrónicos, los cuales han ganado bastante popularidad entre los adultos jóvenes, también exponen a las personas al residuo de tercera mano. Un estudio publicado en le edición de junio del 2015 de la revista International Journal of Drug Policy [5], demostró que el residuo de la nicotina también existía en las superficies de los hogares de los fumadores de cigarrillos electrónicos, a niveles “significativamente bajos” que aquellos que se encuentran en los hogares de aquellos que fuman cigarrillos tradicionales de tabaco.

El peligro para las personas y las mascotas

¿Quiénes tienen más probabilidad de verse afectados por el humo de tercera mano? Los bebés y los niños pequeños que gatean por las alfombras y los pisos y luego se llevan objetos a la boca son los más susceptibles para ingerir estos peligrosos químicos. Y la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU advierte [6] que hasta la salud de nuestras adoradas mascotas puede verse afectada por el humo de tercera mano. Cuando ellos lamen la piel de un fumador o se llevan artículos con residuo de tabaco a la boca, se han visto surgir varias condiciones de salud, incluyendo ciertos tipos de cáncer en las mascotas de los fumadores.

“En las personas expuestas al humo de segunda mano, hemos visto un aumento en el riesgo para el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las infecciones de oído y las infecciones respiratorias”, dijo la Dra. Young. Los CDC señalan que el humo de segunda mano también ha estado vinculado con un aumento en el riesgo para la enfermedad cardiaca y para los infartos cerebrales. Según la FDA, existen riesgos de salud similares para los perros, gatos, conejillos de India y hasta peces. Así que aunque el humo de tercera mano ha sido estudiado menos que el humo de segunda mano, la Dra. Young sugiere tomar pasos para evitar la exposición al humo de tercera mano también.

Cómo evitar la exposición al humo de tercera mano

Algunos consejos de sentido común incluyen dejar de fumar y evitar las áreas de fumar en los lugares públicos. Además, la American Society of Oncology recomienda [7] lo siguiente:

• Mantenga su hogar y su vehículo libres de humo, prohibiendo a sus familiares, amigos y visitantes que fumen en esas áreas.
• Evite trabajar donde se permita fumar. Si su lugar de trabajo permite fumar, pida ser asignado a un área donde no se permita fumar para minimizar su exposición. Sin embargo, tenga en mente que el residuo y las partículas de humo suspendidas probablemente existen en estas áreas debido al movimiento entre las áreas de fumar y la áreas de no fumar.
• Cuando viaje, quédese en hoteles libres de humo y alquile autos libres de humo. Si usted huele restos de humo, entonces existe el residuo del humo de tercera mano.
• Asegure que las guarderías para niños, las escuelas y los programas extraescolares prohíban fumar y pida a los cuidadores y a los familiares que nunca fumen alrededor de sus hijos.

Consejos de sentido común

“Mientras que los efectos del humo de tercera mano aun están mayormente indeterminados por las investigaciones, no debemos ignorar que probablemente existan los riesgos”, dijo la Dra. Young. “Los fumadores deben darse cuenta que el simple hecho de abrir una ventana o de encender un abanico no es suficiente como para minimizar los efectos que tiene el tabaquismo en sus seres queridos”.

Ella señala que los riesgos a la salud por causa del tabaquismo y por el humo de segunda mano, han estado claramente estudiados y se ha encontrado que son peligrosos, así que cualquier tipo de exposición no es saludable.

“Si usted fuma y ve un aumento en el malestar de los miembros de su familia, considere ese humo la causa potencial para esos malestares y considere dejar de fumar para protegerse a usted mismo y a sus seres queridos”, dijo ella.