La Semana de Concientización de Fibromas, entre el 21 y el 25 de abril, es un buen momento para educar a las mujeres acerca de este problema de salud común. Los fibromas (también conocidos como fibroides o miomas) son tumores benignos que crecen dentro o fuera de la pared muscular del útero.
Aunque las mujeres de cualquier edad pueden experimentar los fibromas, se vuelven más comunes para las mujeres con el paso del tiempo, especialmente en sus 30s, 40s y a través de la menopausia.
Para las mujeres afro-americanas y aquellas con antecedentes familiares de fibromas, las probabilidades son mayores. De hecho, una encuesta nacional [1]publicada en la revista Journal of Women’s Health (Crónica de la Salud de la Mujer) en octubre del 2013 reveló que las mujeres afro-americanas tienen tres veces más probabilidades de tener fibromas que las mujeres caucásicas. En esta población, los fibromas también parecen ocurrir a una edad más temprana, crecen más rápidamente y son más propensos a causar síntomas severos que interfieren con la vida diaria.
Nadie sabe con certeza por qué las mujeres afro-americanas se ven desproporcionadamente afectadas, porque no se sabe lo que causa los fibromas o lo que los hace crecer o disminuirse, dice el ginecólogo, Dr. Rafael Pérez [2], director médico del Centro de Fibromas en South Miami Hospital [3]. Pueden crecer como un tumor único, o podrían haber muchos. Pueden ser tan pequeños como una semilla de manzana, o tan grande como una toronja. Si bien no son cancerosos, los fibromas pueden causar síntomas como sangrado menstrual excesivo, distensión abdominal, hinchazón abdominal, dolor pélvico y lumbar, estreñimiento, micción (orinar) frecuente o incluso complicaciones en el embarazo y la infertilidad.
Los fibromas uterinos muchas veces se encuentran incidentalmente durante un examen pélvico de rutina y diagnosticados mediante imágenes de resonancia magnética (MRI por sus siglas en inglés), dice el radiólogo intervencionista, Dr. James Benenati [4], director médico del laboratorio vascular periférico en Baptist Cardiac & Vascular Institute. Algunas mujeres no tienen síntomas, pero las que sí experimentan síntomas a menudo viven con fibromas difíciles. Para muchas, el tratamiento más comúnmente recomendado para los fibromas, la histerectomía (la extirpación quirúrgica del útero) es una decisión difícil de hacer. El Society of Interventional Radiology [5](la Sociedad de Radiología Intervencionista) informa que, de las aproximadamente 600,000 histerectomías realizadas en los Estados Unidos cada año, un tercio se deben a fibromas que han causado problemas.
Es importante señalar, sin embargo, que la histerectomía no es la única opción o, en muchos casos, la mejor opción, dice el Dr. Pérez. Los especialistas del Centro de Fibromas, él explica, diagnostican y tratan los fibromas uterinos usando un enfoque de equipo. El equipo está formado por ginecólogos, radiólogos intervencionistas y especialistas en fertilidad. Debido a que más mujeres están optando por alargar el tiempo antes del embarazo, algunas pueden aprender que tienen fibromas antes de haber tenido hijos.
La buena noticia, según el Dr. Pérez y el director médico asociado, Dr. Adam Geronemus [6], radiólogo intervencionista, es que las mujeres tienen alternativas. Las siguientes opciones de tratamiento preservan el útero y la fertilidad de la mujer:
• Sencillamente observar un tiempo la condición, acompañado con el uso de medicamentos analgésicos o antiinflamatorios para el dolor.
• Las píldoras anticonceptivas ayudan a regular el ciclo menstrual, controlar el sangrado abundante y aliviar un poco el dolor y la presión.
• El tratamiento hormonal ayuda en la reducción de los fibromas y a detener el sangrado.
• La embolización de fibromas uterinos (UFE por sus siglas en inglés), un procedimiento no quirúrgico realizado por un radiólogo intervencionista, destruye el suministro de sangre a los fibroides, causando que se encojan.
• La ablación endometrial utiliza el calor, la energía de microondas, o de la corriente eléctrica para destruir el revestimiento del útero, ya sea que termina la menstruación o reduce el flujo menstrual.
• La miomectomía, un procedimiento quirúrgico laparoscópico o robótico, elimina los fibromas uterinos, dejando los tejidos sanos del útero intacto.
• El ultrasonido focalizado, guiado por resonancia magnética, utiliza ondas de ultrasonido para destruir los fibromas.
“Para muchas mujeres, la pérdida de la fertilidad después de una histerectomía no es una solución aceptable para el alivio de los síntomas de los fibromas”, dijo el Dr. Pérez. “Incluso aunque ya no estén preocupadas por la fertilidad, la preservación del útero es un objetivo importante para algunas pacientes”.
Las opciones de tratamiento varían en función del tamaño, el número, ubicación de los fibromas, los síntomas de la mujer, su edad y el deseo de concebir.
El Dr. Pérez realiza la miomectomía laparoscópica mínimamente invasiva y robótica para extirpar los fibromas uterinos. El procedimiento es una buena opción para las mujeres cuyo médico sospecha que los fibromas uterinos pueden estar interfiriendo con la fertilidad, las que quieren tener hijos después del tratamiento del fibroma y las que simplemente desean mantener su útero, dice el Dr. Pérez.
Como radiólogos intervencionistas, el Dr. Benanti y el Dr. Geronemus realizan UFE como una alternativa a la histerectomía.
“UFE es una opción acertada para el 75 a 80 por ciento de las mujeres que buscan tratamiento para los fibromas uterinos”, dijo el Dr. Benenati, agregando que los estudios publicados por los Institutos Nacionales de Salud concluyeron que la embolización de fibromas es tan eficaz como la histerectomía como tratamiento para fibromas uterinos.
“Es muy importante que las mujeres sean conscientes de todas las opciones de tratamiento”, dijo el Dr. Benenati. “Las mujeres deben hacer su investigación y hacer preguntas. Las pacientes que se les dice la histerectomía es la única opción deben buscar una segunda opinión de un especialista que realiza procedimientos mínimamente invasivos para el tratamiento de fibromas uterinos”.
“Nuestros médicos trabajan junto con las mujeres y sus ginecólogos de referencia para determinar el mejor plan de tratamiento”, agregó el Dr. Pérez.
Los tres médicos dicen que no hay necesidad de que las mujeres que son diagnosticadas con fibromas sufran con ellos para proteger su fertilidad. Recomiendan discutir las opciones con su ginecólogo y la búsqueda de especialistas locales que puedan ayudar a iniciar el mejor tratamiento.