El exceso de grasa abdominal ha estado vinculado con varias condiciones de salud y enfermedades crónicas, dice Anthony González, M.D., cirujano de Baptist Health Medical Group y director médico del programa de cirugía para bajar de peso, Bariatric Surgery Baptist Health South Florida.
Los distintos estudios han encontrado que una concentración de grasa abdominal en individuos con sobrepeso, puede contribuir a un mayor riesgo para las enfermedades del corazón. Un estudio reciente demostró que la grasa abdominal conlleva un mayor riesgo para el paro cardiaco súbito, que es el resultado de un fallo eléctrico que causa que el corazón lata irregularmente.
Un paro cardiaco no es lo mismo que un ataque cardiaco, el cual ocurre cuando la sangre deja de circular al corazón. El paro cardiaco súbito representa alrededor de la mitad de las muertes relacionadas con el corazón.
Afortunadamente, hay muchas opciones médicas y de estilo de vida para aquellas personas que estén tratando de perder la grasa abdominal y de mantenerse saludables. He aquí cinco consejos de Marie Almon, dietista registrada con Baptist Health Primary Care.
1. Evite los carbohidratos refinados.
Usted estará más propenso a desarrollar la grasa abdominal cuando su dieta está llena de calorías, carbohidratos refinados y azúcar, dice Almon. Los carbohidratos refinados incluyen productos horneados, pan blanco, pasta blanca y arroz blanco.
“Comer carbohidratos refinados causa un aumento en los niveles de azúcar e insulina en la sangre, lo que a su vez aumenta la cantidad de grasa abdominal que el cuerpo almacena”, dice ella.
2. Coma granos enteros y alimentos altos en fibra.
Las dietas altas en fibra han estado vinculadas con la pérdida de peso, y usted estará menos propenso a comer de más cuando se está alimentando con suficiente fibra. Una dieta saludable contiene una porción diaria de 25 gramos de fibra para las mujeres y 38 gramos de fibra para los hombres.
“La fibra nos ayuda a mantenernos llenos y a sentirnos más satisfechos por más tiempo”, dice Almon.
Los alimentos tales como el arroz integral y el trigo 100 por ciento entero están considerados granos enteros porque retienen la capa exterior del grano, la cual está repleta de fibra y de nutrientes. Pero esos nutrientes a menudo se pierden en los alimentos procesados.
3. Escoja el tipo correcto de alimentos grasos.
No todas las grasas son creadas iguales. Los expertos médicos y dietéticos elogian el valor de las grasas monoinsaturadas para la salud, las cuales son grasas simples. Las grasas como ayudan a reducir la grasa abdominal, dice Almon. Unas fuentes excelentes de grasas mono incluyen los aguacates, las semillas y los aceites de oliva. La American Heart Association ha vinculado las grasas mono a:
• Una reducción en los niveles de colesterol malo.
• Un riesgo más bajo para las enfermedades del corazón y los derrames cerebrales.
• Un aumento en los nutrientes que mantienen la salud de las células del cuerpo.
Los ácidos grasos omega-3 también son importantes para controlar la grasa abdominal, dice Almon. Algunas fuentes de ácidos grasos omega-3 incluyen el salmón, las nueces, las semillas de lino y las semillas de chía.
4. Duerma lo suficiente.
La falta de sueño altera las actividades normales de dos hormonas que controlan nuestro apetito. La leptina es la hormona que envía el mensaje al cerebro de que el estómago está lleno, y la ghrelina es la hormona que envía los mensajes de comer más. Pero cuando el cuerpo está falto de sueño, esas hormonas que controlan el apetito se ven desequilibradas.
“La falta de sueño puede causar un aumento de peso”, dice Almon. “Cuando usted está falto de sueño, tiende a antojarse de comer más carbohidratos durante el día – usualmente carbohidratos procesados tales como donas, tortas y galletitas. Y eso el un peligro doble con demasiados carbohidratos procesados y demasiadas calorías”, dice ella.
5. Manténgase active.
“El ejercicio siempre es importante y un buen programa de nutrición debe incluir los ejercicios”, dice Almon.