Las nuevas reglas que requieren que las etiquetas alimenticias de las comidas y las bebidas indiquen la presencia de los llamados azúcares añadidos, podría tener beneficios significativos a para la salud y para el bolsillo a través de los Estados Unidos, según indica un nuevo estudio [1].
Los paneles actualizados de datos nutricionales ya están comenzando a incluir la cantidad de azúcar añadida a los alimentos empacados, como parte de una campaña por oficiales de salud pública para ayudar a los estadounidenses a reducir su riesgo para la obesidad, la diabetes y la enfermedad cardiaca.
Los investigadores determinaron que las nuevas directrices para las etiquetas podrían prevenir alrededor de 1 millón de casos de enfermedad cardiaca y diabetes, según el informe publicado en la revista Circulation [2].
“Encontramos que en los próximos 20 años, el impacto de las reglas de etiquetado de la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU. (FDA por sus siglas en inglés) para influenciar las selecciones alimenticias de los consumidores, podrían prevenir aproximadamente 1 millón de casos de enfermedad cardiovascular y de diabetes tipo 2, ahorrar $31 billones de dólares en costos netos de atención de salud, y $62 billones en costos a la sociedad”, afirmó la coautora del estudio Renata Micha, profesora auxiliar de investigación en la Friedman School of Nutrition Science and Policy de Tufts University.
Hace casi dos años, la FDA anunció los nuevos requisitos para las etiquetas alimenticias como reflejo del consenso de hallazgos clínicos, los cuales han confirmado el vínculo entre las dietas poco saludables y las enfermedades crónicas como la obesidad y la enfermedad cardiaca.
La nueva etiqueta de datos alimenticios ya está apareciendo en paquetes de alimentos vendidos en supermercados por todo el país, inclusive antes de que fueran requeridas por la FDA. Los fabricantes con $10 millones o más en ventas anuales, deben cambiar a las nuevas etiquetas antes del 1ro de enero del 2020; los fabricantes con menos de $10 millones en ventas anuales, tienen hasta el 1ro de enero del año 2021 para cumplir con esta obligación.
“Por suerte ya hemos comenzado a ver los ‘azúcares añadidos’ gracias a este nuevo reglamente”, afirmó Natalie Castro, dietista principal de bienestar para el departamento de bienestar corporativo de Baptist Health South Florida. “Así que vamos a poder ver la diferencia – ya sea el azúcar natural del alimento o si ha sido añadida”.
Castro usa los productos de yogur que contienen fruta como ejemplo:
“En un yogur, tenemos algo de azúcar natural que proviene de la leche y además alguna fruta. Sin embargo, también se está consumiendo una cantidad de gramos de azúcares añadidos lo cual puede ser bastante. Esto ayuda cuando usted está tratando de hacer selecciones saludables. Usted quiere buscar un yogur o cualquier otro alimento que no tenga azúcares añadidos o que tenga una cantidad mínima de estos”.
Las nuevas etiquetas de datos nutricionales [3] también incluyen:
- Un diseño actualizado que resalta las “calorías” y las “porciones”.
- Requisitos para los tamaños de las porciones que reflejan más adecuadamente las cantidades de alimento que la gente actualmente come. Por ley, el Nutrition Labeling and Education Act requiere que los tamaños de las porciones estén basados en lo que la gente come en la actualidad.
- Una declaración de los gramos y el porcentaje del valor diario (%DV) para los “azúcares añadidos” para ayudar a los consumidores a saber cuánta azúcar ha sido añadida al producto. La FDA dice: “Es difícil llenar las necesidades alimenticias mientras se mantienen los límites calóricos si usted consume más de un 10 por ciento de sus calorías totales diarias de azúcares añadidos, y esto es consistente con la evidencia científica que apoya las Dietary Guidelines for Americans 2015-2020”.
- Columnas dobles que indican tanto la información alimenticia “por porción” y “por paquete” e información alimenticia para ciertos alimentos con múltiples porciones que podrían ser consumidos de una sola sentada o en múltiples sentadas.