Cuando alguien escucha las palabras “trastorno alimenticio”, se puede imaginar una persona muy delgada, usualmente una mujer joven, sufriendo de anorexia o de bulimia. Sin embargo, los atracones de comida son el trastorno alimenticio más común en los Estados Unidos, y son especialmente comunes en las personas que son obesas.
Hasta un 5 por ciento de los hombres y las mujeres en los EE.UU. tendrán un trastorno alimenticio por atracones en algún momento de sus vidas, haciéndolo más común que la combinación de la anorexia y la bulimia, según un estudio publicado en la revista médica Biological Psychiatry. La prevalencia del trastorno alimenticio por atracones en las personas obesas es mucho más alto. Tres de cada diez personas que buscan tratamiento para bajar de peso muestran señales de tener un trastorno alimenticio por atracones, encontró el estudio.
“Los episodios frecuentes de comer por atracones pueden conducir a la obesidad, y muchas personas obesas tienen trastornos alimenticios”, dijo Manuel Torres, M.D. [1], doctor de medicina familiar con Baptist Health Primary Care [2] en Kendall Breeze. Es cuestión de que el paciente y un médico capacitado puedan interpretar las señales de que la persona tenga el problema”.
El comer por atracones ha sido definido como ingerir con regularidad una gran cantidad de comida dentro de un período de tiempo relativamente corto y sentir que no hay manera de controlar o de detener la ingestión. Los motivos para desarrollar un trastorno alimenticio por atracones varían según la persona y usualmente son una combinación de factores ambientales, sociales y culturales. Los estudios grandes de la población sugieren que los hombres y las mujeres experimentan la condición por cifras iguales.
El Dr. Torres, quien recientemente obtuvo su certificación por la Junta en medicina para la obesidad, dice que comer por atracones entre las personas obesas, casi siempre tiene una fundación psicológica. Cuando asesora a los pacientes acerca de la obesidad, él busca descripciones de luchas emocionales, y una falta de capacidad para comprometerse a un programa para bajar de peso, para indicar que la persona tiene un trastorno alimenticio por atracones.
Hacen falta cambios en el comportamiento
Mientras que la cirugía para bajar de peso puede ayudar, son los cambios al comportamiento lo que hace falta para cambiar los conductos del cerebro para desear opciones alimenticias más saludables, dice el Dr. Torres.
“Ese afán por comer es una respuesta del comportamiento que es causada por las hormonas del cuerpo que estimulan al cerebro a buscar nutrición y ha sido confirmada por la ciencia”, dijo el Dr. Torres. Cambiar los comportamientos que llevan a los hábitos alimenticios poco saludables beneficia a los pacientes obesos más que la cirugía”.
La terapia cognitiva del comportamiento (CBT por sus siglas en inglés), es un tipo de terapia hablada, y es la más eficaz, dijo el Dr. Torres. La meta de CBT es cambiar los patrones de comportamiento detrás de las dificultades que sufren las personas, lo cual a su vez cambian la manera en que se sienten. Las personas que se someten a CBT demuestran cambios en la actividad del cerebro, según indican los estudios.
“Lo bueno es que los pacientes obesos usualmente responden bien a la terapia”, dijo el Dr. Torres. “Cuando uno se toma el tiempo para tratar los hábitos alimenticios poco saludables y para diagnosticar el comer por atracones, los pacientes reciben bien las recomendaciones de tratamiento. Les ayudan a aliviar la carga y la batalla que enfrentan las personas obesas al tratar de manejar su peso”.
Él añade que porque el comer por atracones es una condición tanto médica como mental, es importante para el tratamiento combinar la modificación del comportamiento con el manejo de los síntomas físicos.
“Con el manejo médico adecuado y con la ayuda de un profesional de salud mental entrenado, las personas obesas pueden superar los trastornos alimenticios por atracones y así desarrollar una relación saludable con la comida y con su peso”.