Uno de los adelantos médicos principales del siglo 20 ha sido el descubrimiento, a finales de los años 1920, de la capacidad de la penicilina para prevenir el crecimiento de las bacterias. Esa revelación llevó a una clase de medicamentos conocidos más comúnmente como los antibióticos.
Ahora, en el siglo 21, nuestro enfoque ha cambiado de celebrar estos medicamentos por su capacidad para curar las infecciones a buscar maneras para reducir su uso. ¿Por qué el cambio? Los oficiales de salud pública advierten que el exceso de uso de los antibióticos está llevando a la evolución de las bacterias que sobreviven los tratamientos existentes. Mejor conocido como la resistencia a los antibióticos, este fenómeno podría conducir al desarrollo de las “súper bacterias” que no tienen tratamiento.
El exceso de uso de los antibióticos
Eso significa que los médicos, quienes han estado recetando antibióticos por casi 75 años, ahora deben tener más cuidado de ofrecer estos medicamentos solamente cuando su uso ha sido comprobado a ser beneficioso. Además, los proveedores de atención de salud deben volver a educar a sus pacientes acerca de que los antibióticos solamente funcionan para combatir algunas infecciones, lo que significa que la receta para la recuperación de un paciente, puede ser no tomar ningún medicamento del todo.
“La clave está en la buena comunicación”, dijo Rozan Razzouk, M.D. [1], doctora de Baptist Health Medical Group con Baptist Health Primary Care [2]. “Cuando los pacientes nos visitan con síntomas de un catarro, el cual es un virus, estos pueden recibir medicamentos para aliviar sus síntomas, pero no se van a ir con una receta para un antibiótico”.
La Dra. Razzouk dice que eso es debido a que los antibióticos solamente tratan las infecciones bacterianas. Los virus como el del catarro, le recuerda ella a sus pacientes, deben seguir su curso. Y mientras que algunos virus responden al tratamiento con medicamentos, esos medicamentos no son antibióticos.
El mal uso de los antibióticos
Sin embargo, las investigaciones publicadas recientemente [3] por los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y The Pew Charitable Trusts, revelan que tanto como un 30 por ciento de los antibióticos recetados a pacientes en entornos ambulatorios, son para tratar enfermedades tales como las infecciones virales, que no responden al tratamiento con antibióticos.
Además, de aquellos pacientes con infecciones bacterianas que afectan los senos paranasales, el oído medio y la garganta, solamente un 52 por ciento recibieron el antibiótico más eficaz para tratar esa infección con la dosis más adecuada. El estudio encontró que los niños tenían más probabilidades que los adultos de caer en esta categoría de tratamiento. Los pacientes restantes fueron tratados con antibióticos de amplio espectro que se enfocan en una variedad de bacterias, en vez de en una o dos cepas en específico.
“Cuando recetamos un antibiótico de amplio espectro en vez de la primera línea de antibiótico que sabemos destruye una la cepa de una bacteria en particular, estamos abriendo la puerta a las reacciones adversas y a las complicaciones”, dijo la Dra. Razzouk. “También estamos contribuyendo a la resistencia que estamos viendo a los antibióticos”.
Complicaciones y resistencia
Mientras que la resistencia a los antibióticos es una creciente preocupación en el campo de la salud pública que no debe ser descontada por los médicos o por los pacientes, la Dra. Razzouk dice que la amenaza más inmediata para los pacientes son las complicaciones que resultan del exceso de uso de los antibióticos.
Ella explica que las complicaciones de recetar antibióticos de amplio espectro pueden variar desde la diarrea a los brotes en la piel y las infecciones por hongos, a las reacciones anafilácticas y el Clostridium difficile, también conocido como C. Diff, el cual puede conducir a una cirugía de emergencia del colon o a la muerte.
“Debemos reservar estos antibióticos de amplio espectro para cuando los pacientes tienen varias infecciones, o no han respondido a los tratamientos de primera y de segunda línea, los cuales reemplazan a los tratamientos de primera línea cuando un paciente no puede tolerarlos”, dijo ella. Además, los envejecientes, quienes a menudo buscan atención médica para los síntomas atípicos y cuya salud puede deteriorarse fácilmente, también pueden recibir los antibióticos de amplio espectro.
Las enfermedades comunes tratadas con antibióticos
Sin embargo, para la porción más grande de la población – entre los años de la adolescencia y los 60 años – los antibióticos de primera línea, si están disponibles para tratar sus aflicciones, deben ser recetados una vez sea diagnosticada una infección bacteriana. La Dra. Razzouk dice que las infecciones tratadas con eficacia por los antibióticos de primera línea incluyen las infecciones de oído, la faringitis estreptocócica, la neumonía, la bronquitis y la sinusitis, cuando los síntomas no se resuelven por si solos en el período de una semana.
Ella recomienda que los pacientes le pidan a sus médicos un antibiótico de primera línea para esa infección en específico. Ella también le recomienda a los pacientes que no insistan en recibir antibióticos si su enfermedad no amerita el tratamiento con estos. Por otro lado, si los síntomas no mejoran dentro de unos cuantos días con o sin tratamiento, ellos deben notificar a su médico.
“Si un paciente no se mejora dentro de unos días después de haber comenzado a recibir tratamiento con un antibiótico, yo siempre les aconsejo que me llamen y me lo dejen saber para así considerar otro tipo de tratamiento”, dijo ella. “Los virus también mejoran con el tiempo así que los pacientes experimentan síntomas por más de una semana o sus síntomas parecen empeorar, ellos deben ser re-evaluados por un médico”.
La Dra. Razzouk añade que es importante que los pacientes aboquen por su propia salud y que platiquen abiertamente acerca de sus síntomas con sus médicos. “También es importante que los pacientes entiendan por qué a veces el mejor tratamiento es no ofrecer tratamiento del todo”, dijo ella.