Dejar el uso del tabaco a cualquier edad puede reducir el riesgo de morir de cáncer o de desarrollar una enfermedad del corazón. Sin embargo, el tabaquismo sigue siendo la causa principal prevenible del cáncer y de las muertes por cáncer.
Nuevos datos por los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades [1] (CDC por sus siglas en inglés) muestran que un 40 por ciento de los cánceres diagnosticados en los EE.UU. pueden estar vinculados con el uso del tabaco. El tabaquismo causa alrededor de un 90 por ciento de las muertes por cáncer de pulmón masculinas y un 80 por ciento de las femeninas. Pero el uso del tabaco también está vinculado con los cánceres del hígado, el colon y el recto, la cavidad oral, el esófago, la faringe (garganta), laringe, estómago, páncreas, vejiga, el cuello del útero y la leucemia mieloide aguda.
Hoy se celebra el trigésimo noveno “Great American Smokeout [2],” de la American Cancer Society, el cual tiene lugar el tercer jueves de noviembre de cada año. El Smokeout se lleva a cabo para alentar a más personas a dejar de fumar, aunque solo sea por un día. La meta principal del Smokeout es ayudar a los fumadores a comenzar la jornada para dejar de fumar, lo cual sigue siendo un gran reto para los que no han podido dejar el hábito, luego de años de fumar.
Cae la tasa de tabaquismo
Pero hay buenas noticias: Los datos publicados por los CDC demuestran que el tabaquismo actual entre los adultos estadounidenses se ha visto reducido de un 20.9 por ciento en el 2005 a un 15.1 por ciento en el 2015. Esta es la incidencia más baja de tabaquismo entre adultos desde que los CDC comenzaron a seguir el uso del tabaco en el 1965.
La nicotina es adictiva y hace muy difícil el dejar el tabaco, especialmente luego de años de dependencia, dice Patricia Feito-Fernandez, M.D. [3], doctora de medicina primaria con Baptist Health Primary Care. [4] La decisión de dejar de fumar debe venir del fumador y él o ella debe estar comprometido firmemente, según los médicos de atención primaria y la American Cancer Society.
“A mi me gusta educar a los pacientes que fumar acerca de los efectos del tabaco en el cuerpo, no solamente en los pulmones y el corazón”, dice la Dra. Feito. “No todo el mundo lleva el mismo estilo de vida, y para algunos dejar el tabaco es más difícil. Después de que reciben la educación adecuada, el apoyo y la consejería, la decisión de dejar el tabaco debe venir del paciente. Yo los ayudo con el plan de ataque una vez ellos hayan tomado la decisión de dejar de fumar”.
Los beneficios inmediatos y a largo plazo de dejar de fumar
El impacto de dejar el cigarrillo y otros productos de tabaco, en la salud del fumador puede ser inmediato, con menos riesgos a largo plazo de desarrollar la enfermedad cardiaca y el cáncer.
¿Cómo se recupera el cuerpo de un fumador con el tiempo después de dejar el tabaco? La American Cancer Society dice que después de:
20 minutos:
Su ritmo cardiaco y su presión sanguínea comienzan a bajar.
12 horas:
El nivel de monóxido de carbono en su sangre vuelve a lo normal.
2 semanas a 3 meses:
Su circulación mejora, mientras que aumenta la función de sus pulmones.
1 a 9 meses:
Se reduce la tos y la falta de aire. Sus pulmones comienzan a recobrar su funcionalidad normal, aumentando su capacidad para combatir las infecciones.
1 año:
El exceso de riesgo para la enfermedad de las arterias coronarias es la mitad del riesgo de alguien que sigue fumando.
5 años:
El riesgo de cáncer de la boca, la garganta, el esófago y la vejiga se reducen por la mitad. El riesgo de cáncer del cuello del útero se reduce al mismo del riesgo de alguien que no fuma. El riesgo para los infartos cerebrales puede reducirse al de una persona que ni fuma, después de 2 a 5 años.
10 años:
El riesgo de morir por cáncer de pulmón es alrededor de la mitad del riesgo de una persona que aún fuma. El riesgo de cáncer de la laringe y el páncreas también se reduce.
15 años:
El riesgo para la enfermedad de las arterias coronarias es el mismo que el riesgo de una persona que nunca ha fumado.