La cifra de niños con influenza o con enfermedades similares a la influenza que visitaron los departamentos de emergencia del área de Miami la semana pasada, aumentó por más de un 100 por ciento en comparación con la misma semana del año pasado. Con la influenza permaneciendo en sus niveles más altos en la pasada década, las 2,415 visitas pediátricas durante la semana que terminó el 3 de febrero de 2018, representan un 19 por ciento del volumen en los centros de emergencia infantiles en el Condado de Miami-Dade, según los datos más recientes del Departamento de Salud de la Florida (FDOH por sus siglas en inglés).
El consejo de los médicos para los padres: No esperen para buscar tratamiento para su hijo y no es demasiado tarde para ponerles la vacuna contra la influenza.
“El tipo de influenza que está afectando a la mayoría de las personas este año, está asociado con una enfermedad más severa para los niños y los envejecientes”, afirmó Fernando Mendoza, M.D. [1], director médico del Centro de Emergencia Infantil de Baptist Children’s Hospital y director médico asociado de servicios de emergencia pediátrica de West Kendall Baptist Hospital [2]. “Aunque estamos descubriendo que la vacuna contra la influenza de este año no es necesariamente tan eficaz como en años anteriores, la inmunización aún puede prevenir la infección o reducir los síntomas si alguien se enferma con la influenza”.
Un total de 53 niños de todo el país han muerto por causa de la influenza o de enfermedades similares a la influenza desde que comenzó la temporada el pasado mes de octubre, según los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). Alrededor de un 80 por ciento de los niños que han muerto por causa de las complicaciones relacionadas con la influenza no estaban vacunados.
La complicación más común relacionada con la influenza en los niños es la neumonía, dice el Dr. Mendoza. Los niños menores de 2 años y aquellos con antecedentes de asma, condiciones cardiacas y neurológicas preexistentes tienen el riesgo más alto para las complicaciones.
El FDOH categoriza una “enfermedad similar a la influenza” como fiebre con tos o con dolor de garganta. La fiebre asociada con la influenza entre los niños varía entre leve y muy alta, dice el Dr. Mendoza.
“Los niños con influenza pueden presentar una variedad de síntomas. Los más comunes son fiebre, vómitos, dolores en el cuerpo y síntomas respiratorios”, dijo él. “Si un niño tiene dificultad para respirar, múltiples episodios de vómitos y no puede tolerar los líquidos, los padres deben buscar atención médica de inmediato”.
Cómo se trata la influenza en los niños
La mayoría de los niños que están siendo evaluados en el departamento de emergencia reciben tratamiento y luego regresan a su casa, según el Dr. Mendoza. Los medicamentos antivirales pueden ser utilizados para tratar a niños y a bebés tan pequeñitos como de sólo unas cuantas semanas, dice él. La decisión de usar un tratamiento antiviral varía según los síntomas de un niño y no siempre requiere una prueba de influenza.
“Si su proveedor de atención de salud decide recetar Tamiflu, la dosis estará basada en la edad y el peso del niño y debe ser administrada en forma líquida”, dijo el Dr. Mendoza. “El Tamiflu puede reducir el tiempo y la severidad de la enfermedad, y también puede reducir las tasas de transmisión. Prevenir la transmisión de la influenza es de suma importancia en los hogares donde residan otros niños pequeños o familiares envejecientes”.
“Los buenos hábitos de salud tales como taparse la boca al toser y lavarse las manos con frecuencia, también son importantes para prevenir la transmisión de la influenza, aconsejan los CDC y otros profesionales de la salud.
“El lavado adecuado y frecuente de las manos, especialmente luego de estar en contacto con personas enfermas o estar en lugares públicos es eficaz para evitar enfermarse con la influenza”, añade el Dr. Mendoza.
Los niños (y los adultos) que se estén recuperando de la influenza o de una enfermedad similar a la influenza deben quedarse en casa hasta que no hayan tenido fiebre por al menos 24 horas. Resumir otras actividades tales como los deportes pueden requerir más descanso.
“Recomendamos volver a los deportes una vez que el niño haya recuperado su energía completamente, en vez de apurarse para competir”, dice el Dr. Mendoza. “Los niños que están recuperándose de la influenza necesitan descanso y líquidos para rehidratarse y para recobrar las necesidades de nutrición que la influenza les agotó de sus cuerpos. La mayoría regresan a lo normal en unos cuantos días”.
El Dr. Mendoza, que es miembro de un grupo operativo especial organizado en Baptist Health para lidiar con el aumento de la influenza, espera que la temporada dure hasta marzo. Ayer algunos oficiales de salud predijeron una temporada activa de influenza hasta mayo. El Sur de la Florida y otras localidades tropicales pueden tener una temporada prolongada de influenza que dura hasta el verano, dice el Dr. Mendoza.
“Estamos preparados para enfrentar el creciente volumen de influenza entre los niños”, dijo el Dr. Mendoza. “Lo más importante es que tenemos la capacidad para reconocer y para tratar cualquier complicación potencial de la influenza o de las enfermedades similares a la influenza”.