En el último estudio que examina los efectos de los endulzantes artificiales, los investigadores encontraron que los populares sustitutos para el azúcar pueden interferir con la manera en la cual las bacterias intestinales desempeñan su trabajo esencial en el cuerpo humano.
El sistema microbiano del intestino “desempeña un papel principal en el metabolismo humano”, y los endulzantes artificiales pueden tener un impacto negativo, “tal inducir la intolerancia a la glucosa”, según el estudio [1]. La intolerancia a la glucosa se refiere a un grupo de condiciones metabólicas que pueden resultar en niveles de azúcar en la sangre más altos de lo normal.
La tolerancia deficiente a la glucosa está vinculada con la “prediabetes” – una condición que se encuentra en aproximadamente uno de cada cuatro estadounidenses. La prediabetes se diagnostica cuando los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre son más altos de lo normal, pero aún no están en el rango de la diabetes. Sin embargo, si la condición se deja sin tratar, puede llevar a un diagnóstico de diabetes tipo 2.
Los científicos de Ben-Gurion University (BGU) en el Negev de Israel, y de Nanyang Technological University en Singapur, analizaron cómo los endulzantes artificiales más comunes perjudican las bacterias de E. coli que se producen naturalmente en el estómago. Mientras que algunos tipos de E. coli pueden causar enfermedades en los humanos, la mayoría de las cepas de E. coli no son dañinas y son inclusive parte de la flora bacteriana saludable del intestino humano.
El estudio encontró que los endulzantes artificiales – tales como aspartame, sucralosa, sacarina y neomethat – pueden tener efectos tóxicos en las bacterias E. coli del cuerpo. Todos estos productos han sido aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU. (FDA por sus siglas en inglés) y son mercadeados bajo nombres más ampliamente conocidos como Equal y Splenda. Los investigadores encontraron que cuando estaban expuestas a solo 1 milígramo por mililitro de endulzantes artificiales, las bacterias que se encuentran en el sistema digestivo se volvieron tóxicas. Ese efecto tóxico hace difícil que los microbios del intestino crezcan y se reproduzcan.
“Esto representa más evidencia de que el consumo de los endulzantes artificiales afecta adversamente la actividad microbiana del intestino, lo cual puede causar una gran variedad de problemas de salud”, afirmó Ariel Kushmaro, profesor del departamento de ingeniería biotecnológica de BGU, y uno de los autores del estudio.
En la actualidad, aún no hay un consenso acerca de las consecuencias de salud del uso regular de los endulzantes artificiales, señalaron los investigadores del estudio. Los estudios previos han sugerido vínculos entre el consumo regular de los endulzantes artificiales y el aumento de peso, los trastornos metabólicos, la diabetes tipo 2 y la alteración de la actividad de las bacterias del intestino.
Debido al amplio uso de los endulzantes artificiales en las bebidas y en los alimentos, muchas personas los consumen sin darse cuenta. La mayoría de los refrescos o alimentos de dieta que se venden con la afirmación de que “no contienen azúcares añadidos” a menudo contienen endulzantes artificiales.
Generalmente es una buena idea monitorear y reducir la cantidad de endulzantes artificiales en la dieta debido a que estos sustitutos para el azúcar pueden causar más antojos de alimentos dulces que no son saludables, explica Natalie Castro, dietista principal de bienestar para el departamento de bienestar corporativo de Baptist Health South Florida.
“Nuestras papilas gustativas son muy pero muy sensibles”, explica Castro. “Y eso paquetito de endulzante artificial es aproximadamente 600 veces más dulces para nuestras papilas gustativas que el azúcar regular. Eso significa que nuestros cerebros piensan que necesitan esa cantidad de azúcar”.
Por ejemplo, añade ella, si usted toma té frío sin endulzar – y usted está acostumbrado a tomar el té endulzado artificialmente – no le va a gustar el té sin endulzar. No va a tener sabor alguno para usted y entonces usted tendrá un antojo del azúcar.
“Los endulzantes artificiales han sido demostrados a aumentar los antojos más adelante”, dice Castro. “La idea es reducir la cantidad de endulzantes artificiales que consumimos para así reentrenar a nuestras papilas gustativas para que no necesiten algo tan dulce”.