En el Sur de la Florida, la natación es una actividad de todo el año, tanto en la playa como en la piscina. Pero el final del año escolar marca el comienzo de muchos más días en las piscinas comunitarias y privadas para los niños al igual que para sus padres.
“La Semana de la Natación Saludable y Segura” se observa entre el 20 y el 26 de mayo por los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés). Este año el tema es “La química de las piscinas para nadar con salud y seguridad” [1].
Además de asegurarnos que nos niños estén bien supervisados en el agua. Los CDC se enfocan esta semana en los peligros a la salud potencialmente invisibles. Los químicos tales como el cloro son añadidos al agua de las piscinas para matar a los gérmenes y evitar que se rieguen. Sin embargo, el mal uso de los químicos para las piscinas puede causar lesiones, según los CDC.
Los operadores de las piscinas, jacuzzis, o parques acuáticos públicos – y los dueños de piscinas o jacuzzis residenciales – pueden tomar pasos para prevenir las lesiones relacionadas con los químicos de las piscinas, tales como leer y seguir las instrucciones en las etiquetas de los productos de los químicos para las piscinas antes de usarlos, enfatiza la agencia.
Los CDC no tienen rodeos en su advertencia a los nadadores y a los padres de los nadadores jóvenes o a los niños que simplemente chapotean en el agua.
“Cuando los nadadores no se bañan antes de entrar en las piscinas, jacuzzis o parques acuáticos – u orinan en el agua – el cloro libre (la forma de cloro que mata los gérmenes) se combina con el orine, las heces, el sudor, la mugre y los productos de aseo personal”, dicen los CDC. “Eso significa que hay menos cloro libre para matar los gérmenes y como resultado, eso produce la formación de compuestos químicos indeseables”.
Uno de esos compuestos químicos indeseables es un grupo de irritantes llamados cloraminas, los cuales pueden causar enrojecimiento y ardor en los ojos, irritaciones y sarpullidos en la piel, y problemas respiratorios, según la agencia. Estas cloraminas son distintas al tipo de cloramina que a veces se utiliza para tratar el agua potable.
Con el comienzo de la temporada de lluvia en junio, el agua estancada también puede convertirse en un problema en ciertos vecindarios que se inundan fácilmente. El agua estancada puede estar repleta de bacterias, virus y parásitos que pueden causar distintos tipos de inundaciones, especialmente para los niños o los adolescentes que puedan sentirse tentados a jugar en esa agua acumulada.
“Los niños son especialmente vulnerables a los químicos que interrumpen el crecimiento y el desarrollo normal”, dijo Fernando Mendoza, M.D. [2], director médico del Centro de Emergencia Infantil [3] de Baptist Children’s Hospital [4] y director médico auxiliar de Servicios de Emergencia Pediátricos en West Kendall Baptist Hospital. “Además, sus cerebros son altamente susceptibles a los químicos neurotóxicos que pueden estar presentes en el agua estancada. Por eso es esencial mantenerlos lejos de esta.
Consejos para nadar saludablemente:
En cuanto se refiere a las piscinas y los jacuzzis públicos, he aquí algunos consejos por parte de los CDC:
- Verifique la puntuación de inspección más reciente que ha sido asignada a la piscina pública o al jacuzzi público. Se pueden encontrar las puntuaciones de inspección por internet o en la misma piscina o jacuzzi.
- Haga su propia mini inspección. Use tiritas reactivas para revisar los niveles de desinfectantes (cloro o bromo) y el nivel de pH antes de entrar al agua. La mayoría de los almacenes grandes, las ferreterías y las tiendas de equipo para piscinas venden estas tiritas reactivas.
- Dese una ducha antes de entrar en el agua. Enjuagarse en la ducha por un solo minuto ayuda a lavar la mayoría de las cosas que puedan estar presentes en la piel de un nadador.
- ¡Chequéese usted mismo! Mantenga el orine, la caca, el sudor, la sangre y la mugre fuera del agua.
- No nade ni deje a los niños nadar con diarrea.
- No trague agua. Un solo sorbo de agua con gérmenes de diarrea puede enfermarle por hasta tres semanas.